José Ignacio López, docente del Departamento de Comunicaciones, es artista sonoro e investigador musical, y dicta el curso de Arte Sonoro en nuestra Facultad.
¿Cuál es el papel de la música y el sonido en su labor académica?
El tema de la música es, aunque pocos lo crean, un tema polémico. El término ha ido mutando rápidamente a través del S. XX. Creo que la definición del compositor Edgar Varese de música como ‘sonido organizado’, si bien incompleta, es bastante eficiente y nos acerca un poco más a nuestro momento histórico, en el que la armonía y la instrumentación tradicional han dejado de ser obligatorias para el trabajo musical. Pero esto es solo importante si queremos continuar utilizando el término ‘música’ en un momento en el que los diferentes espacios del arte están en pleno proceso de reestructuración por el desarrollo de las tecnologías en el siglo XX y los cambios perceptuales, históricos y contextuales. Entonces, es un poco difícil encasillar los temas relacionados con el sonido bajo el paraguas musical. El sonido es un material de trabajo. Uno simplemente está capacitado para escuchar y decodificar vibraciones del aire, y tanto la música como las nuevas artes del sonido son sistemas que genera el ser humano para organizar esa información.
En el caso de mi trabajo, una parte importante de mis objetivos en la Universidad y en la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación, específicamente, es lograr cruzar estos niveles de comprensión por los cuales la música pertenece a un espacio exclusivo y más bien entender que diferentes ambientes, académicos y no académicos, tienen mucho que ofrecer al tema sonoro. Es importante poner al día a los alumnos y a la comunidad académica en general sobre los cambios conceptuales ocurridos desde principios del S. XX, y borrar parcialmente la sensación de aislamiento que las artes del sonido han generado sobre su propio trabajo y las comunidades que las ‘escuchan’. Nosotros estamos inmersos en el proceso sonoro, estemos o no conscientes de nuestra participación. No solamente los músicos, los sonidistas o los artistas sonoros son los encargados de generar productos de sonido. El proceso sonoro incluye, hoy, múltiples facetas y nuevos personajes que rompen los parámetros establecidos. Nosotros estamos, desde el siglo pasado, inmersos en un mundo sonoro nuevo y lleno de posibilidades, pero aún distante de las aulas y de los programas educativos nacionales.
¿Qué significa un curso como Arte Sonoro?
Es importante históricamente porque es el primer curso de Arte Sonoro con nombre propio. Y, hasta donde sé, es el único caso en el que se ha considerado el término Arte Sonoro con independencia. Esto pone a la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación a la vanguardia en el tema sonoro. Es posible que se hayan enseñado temas relacionados en otros cursos, pero no en un ambiente autónomo que se enfrente a los temas del sonido por derecho propio y no reduciéndolos a otras áreas del saber. El futuro probablemente nos depare áreas dedicadas a los Estudios Sonoros y este curso, en ese sentido, es un gran avance. No sé si es un gran paso para la humanidad, pero es definitivamente un gran paso para las artes del sonido.
Cuando llegué a Lima en el 2001 y tras casi dos décadas fuera del país, una de las primeras cosas que hice, gracias a la invitación de EE.GG.LL., fue un video en Aula Abierta donde hablaba de la problemática del Arte Sonoro, de la no existencia del Arte Sonoro o de un discurso del sonido más allá de la música tradicional en el Perú. Entonces, si decía que es necesario romper con los parámetros musicales tradicionales en nuestros ambientes académicos y populares, también es cierto que somos en gran parte nosotros los que tenemos que romper los nuestros y entender que el trabajo sonoro no tiene que ser exclusivamente musical o usar el término musical como excluyente o exclusivo.
Existen trabajos no necesariamente artísticos, sino técnicos o logísticos. La gente que trabaja en publicidad, marketing, video, cine, periodismo y otros ambientes también trabaja con el sonido necesariamente, y tiene que tener noción de qué es lo que ha pasado históricamente con la sonoridad, comprender su propio entorno sonoro contemporáneo. El sonido ha ejercido una condición subalterna, en principio, mundial desde la aparición del cine y requiere un esfuerzo mayor para entender su evolución. Cuando uno dice que el sonido está siendo una especie de apoyo, un complemento o un extra, o si lo que uno está haciendo es ponerle sonido a algo más, ya está de alguna forma marginalizando y subordinando el sonido a una función secundaria.
El curso de Arte Sonoro busca llenar, en la medida de lo posible, estos vacíos y darle mayor peso al sonido como un arte más allá de la técnica y de la misma música. La idea es que nos sirva para conversar conceptual, intelectual e históricamente sobre el desarrollo de las artes relacionadas al sonido y que esto sirva como alimento para poder trabajar de forma más compleja el aspecto sonoro de los trabajos visuales. También es importante considerar que no hay ninguna razón para que no existan trabajos exclusivamente de audio, incluyendo el sonido experimental, el radio arte, o la instalación o intervención sonora como estrategias de comunicación; así que estamos en el proceso de generar espacios para que el sonido pueda participar del diálogo y ser aprovechado como herramienta de forma más amplia. El primer paso ya está dado.
Se rumora un curso de Radio Arte…
Estamos trabajando en eso, pero de todas maneras vamos a tener el curso listo pronto. La idea es generar un curso para que se deje de entender la radio simplemente como una especie de técnica o mecanismo de trasmisión de información directa, sino como un arte en sí mismo. No solamente se desarrollará el hecho de cómo funcionan las máquinas para lograr hacer un ‘programa’, cómo mecánicamente se organizan las partes de un programa o cómo llenarlo de contenido, sino también cómo un concepto artístico informa ese trabajo y qué posibilidades hay de utilizar esa herramienta de forma creativa, Es cómo chambear/aprovechar la cultura de la radio, la posibilidad de transmisión radial para generar arte. Esto también tiene una larga historia, pero es una larga historia que desconocemos y que va desde el radiodrama y el radio arte documental o el podcast, hasta la intervención radial de espacio público, el radio local y el radio pirata, bootleg radio o el offshore radio como mecanismos de acción política y su relación con movimientos como el Open Spectum o la radio comunitaria. El Radio Arte tiene una larga e interesante historia que refleja los mecanismos de apropiación tecnológica de las generaciones marcadas por la cultura radial, una cultura que es aún un fuerte referente social y está artísticamente desaprovechada.