Esta es la historia que escribo en caliente y de un tirón, para que no me ganen de mano, pero que después se me va arrugando día a día en un bolsillo porque la paseo por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar, y casi ni enterarse. Rodolfo Walsh
Publicar un escrito puede ser una tarea encomiable. Horas de lectura e inmersión en el tema que hemos escogido. Edición tras edición. Y todo para lograr como resultado un texto bien escrito e impreso en papel. La Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación acaba de publicar El arte de la política, libro que reúne a un puñado de alumnos de la Facultad que desarrollaron el género de la entrevista, en el curso Taller de Entrevista Periodística.
Conversamos con algunos de ellos y aquí sus impresiones.
Sandra Huaringa – Periodismo
La entrevista es el género periodístico por excelencia. En el curso Taller de Entrevista Periodística aprendimos que la entrevista, además de ser una fuente para recabar información puntual, puede ser una excelente herramienta para sumergirse en los adentros de un individuo y su entorno. La entrevista puede convertirse en una suerte de confesionario si el periodista se aproxima al personaje de forma honesta y con un objetivo claro; para ello, es importante documentarse ampliamente, trazar el camino por medio de tópicos y temas y dejar que el entrevistado se desenvuelva naturalmente y revele por sí mismo aquello que puede resultar de valor.
Carlos Portugal – Periodismo
Mi primer trabajo fue con Henry Pease. Lo conocí en su curso y me jaló para la escuela de Gobierno de la PUCP. Lo que más recuerdo ahí eran las conversaciones con whisky en su departamento. Por ahí me contó de Mary, su esposa. Por ahí vi sus fotos y supe que esa era la historia que quería contar. La de un político que no había olvidado a quien lo marcó. El proceso fue leer sobre Pease. Aprender de su vida para poder preguntarle sobre su vida.
En la página de información sobre los autores, donde se resume quienes somos los que escribimos, metí caleta una dedicatoria a mi abuelo. El día que recibí el libro fui donde mi abuelo para que lo viera. Subrayó mi nombre y la dedicatoria con lapicero rojo, mientras sonreía. Eso fue genial.
Víctor Manríquez – Periodismo
Para mi entrevista a Raúl del Busto, principalmente leí y miré las pocas entrevistas que le habían hecho para tratar de elaborar un cuestionario con preguntas más especializadas sobre El espacio entre las cosas, su carrera, su manera de hacer cine. Además, vi dos películas suyas para entender su propuesta y algunos aspectos técnicos. Y conversé con otras personas que habían también habían visto la película para conocer su opinión.
Debo reconocer que hace tiempo -unos cinco meses aproximadamente- no le había echado un vistazo a la entrevista. Al leerla de nuevo, de inicio a fin, tuve la impresión de que fluía y que la decisión de dividirla en dos partes fue acertada. En ningún momento sentí pesada la entrevista, lo que representaba mi mayor preocupación. Cuando terminé de leerla, supe que lo había hecho bien.