Marissa Bejar considera que su experiencia académica tiene un antes y un después. La división está marcada por su viaje a la Universidad de Harvard, en la que fue la única latinoamericana participante del curso de verano organizado por el Mellon School of Theater Research, que reunió a 30 académicos interesados en la investigación teatral, provenientes de distintas partes del mundo. A pocos días de su llegada, la profesora del Departamento de Comunicaciones conversó con nosotros y nos dio detalles de su experiencia en esta prestigiosa casa de estudios y los beneficios que esta visita traerá a sus investigaciones.
Has realizado una variedad de estudios ¿En qué especialidad te desempeñas ahora?
Soy una persona de intereses múltiples. Estudie sociología, pero también me formé en el TUC. Hice una maestría en Comunicaciones. Al mismo tiempo, seguí mi formación teatral como directora en Nueva York. Al llegar al Perú comencé mi doctorado en Sociología, investigando el teatro contemporáneo limeño. Llegué al Departamento de Comunicaciones como parte de ese interés por investigar. Actualmente dicto el curso electivo ‘Cuerpo y tecnología en escena’ para la especialidad de Artes Escénicas, pero también enseño Seminario 2. Oficialmente no pertenezco a ninguna especialidad, pero me muevo más en Artes Escénicas y Audiovisuales. Siempre con una visión sociológica.
¿Cómo lograste formar parte de este curso?
Yo siempre estoy buscando espacios en los que pueda compartir con personas interesadas en lo escénico. Así llegué a la escuela de verano de Harvard, que ya tiene 3 años de existencia. Me enteré de que había un concurso para formar parte del curso y decidí participar. Había muchos requisitos, como formar parte de algún Departamento Académico que haga investigación de este tipo o ser un estudiante de doctorado con interés en la investigación teatral. Fue un enorme orgullo que me seleccionaran entre los 30. Había investigadores de Estados Unidos, Europa, Asia y yo fui la única latinoamericana. Debo agradecer al Departamento de Comunicaciones, que tomó mucho interés en el tema y me ayudó con los pasajes.
¿Qué es lo que más rescatas del curso? Fue una experiencia impresionante porque pude conocer lo que se está investigando en otras partes del mundo. Hay personas que estudian, desde la utilería en el teatro victoriano hasta las nuevas tecnologías en las puestas en escena. Siento que soy otra persona desde que volví, mucho más centrada. He tenido la posibilidad de encontrarme a mí misma, de reconocerme como artista pero a la vez académica. Pude escuchar voces amigas que evaluaban mi investigación como académicos. Sus sugerencias me fueron muy útiles. Ellos, al igual que yo, poseen esa doble identidad, de artistas e investigadores. La convivencia fue muy agradable, incluso hicimos una performance que yo dirigí.
Como investigadora de las artes escénicas ¿Cómo percibes el momento actual del teatro peruano? Creo que en Lima, al ser una ciudad que ha vivido un gran crecimiento económico, se está invirtiendo más en el teatro. Se hace mucho teatro universal, contemporáneo. Pero también hay sectores que exploran nuevas maneras de hacer las cosas. Creo que eso es algo rescatable, porque es necesario darle espacio a la búsqueda. Más que estar pasando por un buen momento, debemos considerar que este es un momento crucial para poder desarrollar una voz propia. Es muy rescatable también lo que se hace en Comas, en Villa El Salvador, que forman parte de la dinámica teatral de Lima, aunque no les demos mucha importancia. Lo que necesitamos es contar lo que significa estar vivo en la época actual y en Lima. Debemos construir una voz peruana, limeña.
Para eso necesitamos de profesionales dispuestos a hacerlo ¿Cómo ves a los alumnos de la universidad? En el caso específico de nuestra Facultad, siento que hay una idea muy profesionalizante. Muchos creen que ser un artista, un cineasta o un periodista no es compatible con ser investigador. Que se es una u otra cosa, nunca ambas. Pero no es así. Es necesario analizar académicamente aquello que producimos. Es necesario que reflexionemos sobre lo que elaboramos y esa actividad debe ser placentera, nos debe generar disfrute. Muchos alumnos descubren eso en el curso de Seminario. Es algo que tuvieron siempre y que reencuentran.
¿Seguirás participando en encuentros como el de Harvard? Hice muy buenos contactos allá que me ayudarán mantenerme en el círculo de investigadores. Puedo contar que me acaban de invitar a participar en la conferencia anual de la American Asociation of Theater Research, que tendrá lugar en noviembre en Dallas. Mientras tanto, formaré parte de un grupo de estudios sobre el impacto de las tecnologías digitales en la investigación. Estas actividades me permiten compartir experiencias con otras personas y eso ayuda a mi metodología académica. Es un beneficio, no solo mí, sino para nuestra Facultad.