Alonso Alegría, profesor del Departamento de Comunicaciones, presentó el pasado viernes 7, día de la bandera, la obra “Bolognesi en Arica”. La puesta en escena, cuyo elenco incluye a varios exalumnos de la Especialidad de Artes Escénicas, muestra una faceta poco conocida de nuestro héroe nacional, el lado humano del hombre que con su sacrificio se convirtió en referente eterno de peruanidad. La obra va de jueves a lunes a las 8 de la noche en la Alianza Francesa.
¿Cómo nace la idea de hacer una obra sobre Bolognesi?
Durante una visita a Trujillo, un primo mío me contó algo que me sorprendió. Bolognesi había sido abandonado por las autoridades peruanas desde la batalla del Alto de la Alianza hasta la de Arica, en la que murió. Mandó telegramas y cartas pidiendo instrucciones, pero nunca recibió respuesta. Mi primo comentó que debería hacer una obra sobre eso. Mucha gente me dice cosas así, pero no lo tomo en serio. Este caso fue distinto, porque la historia me cautivó. En la obra, trato de entender por qué se sacrificó, si podía haberse rendido. Me pareció muy interesante llevar ese drama al teatro.
Una puesta en escena como esta requiere mucha investigación.
Sí. Yo empecé a investigar el 2001, pidiendo prestados algunos libros. Mi interés por el tema se fue fortaleciendo. Recién en 2010 pude dedicarme de lleno a la obra, porque gané el concurso de financiación del Vicerrectorado de Investigación. Eso me facilitó escribir e investigar durante todo ese año.
La obra puede resultar polémica porque toca dos puntos bastante sensibles: El patriotismo y la mezquindad política.
Es verdad. El abandono que sufrió Bolognesi fue político. Este héroe escribió una carta a su esposa, en la que denuncia que “Son los políticos peruanos, con su ineptitud, y su incapacidad los que han escrito la sentencia de muerte de la cual los chilenos son solo verdugos”. Es una carta lapidaria contra los políticos. En la escuela no nos cuentan esas cosas. Nos dicen que estábamos desprevenidos, que no teníamos armas, que la guerra llegó en un mal momento, pero jamás explican las causas de ese mal momento.
Esa crítica a los políticos está aún vigente en nuestros días.
Por supuesto que sí. Yo sentí la necesidad de escribir la obra en los peores momentos del gobierno de Toledo. Sentía que debía denunciar la irresponsabilidad de los políticos. Hoy, con la cantidad de problemas reales que tiene el Perú, los políticos siguen sin tener bandera. Se dedican a hablar solo de dos temas: El indulto de un político y si la esposa de otro político va a ser candidata a la presidencia. No les interesa el Perú, sino el poder. Igual que con Piérola. La misma historia de siempre. Espero que no haya otra guerra, porque la perderíamos de nuevo.
Como ha reaccionado el público ante esta puesta en escena.
Salen muy emocionados. Una amiga me dijo “No me eché a llorar porque la luz de la sala estaba prendida”. La obra trata de mostrar a Bolognesi como un ser humano de verdad, para quitarnos de la cabeza que los héroes tienen alguna virtud especial que los hace distintos. Eso no es así. La capacidad del heroísmo está en todos nosotros, lo que sucede es que no estamos en las circunstancias. En un momento de la obra, uno de los personajes le pregunta a Bolognesi por qué se sacrificó, y él responde “Para no dejar como recuerdo una derrota cualquiera”. ¿Qué seríamos sin Bolognesi y Grau? ¿Qué haríamos años después, derrotados y además sin figuras gloriosas? Seríamos un país distinto.