¿En qué consistió tu trabajo de tesis?
Traté de identificar las prácticas y modelos de comunicación que existen entre empresas mineras y comunidades locales en conflicto. Analicé tres casos particulares: la relación de la Compañía de Minas Buenaventura y la Comunidad de Mallay; la Empresa Minera Los Quenuales y la Comunidad de Curay; y la relación entre la Empresa Minera Pan American Silver y la Comunidad de Huayllay. Tuve que tener en cuenta factores bibliográficos y circunstanciales antes de escoger las comunidades y las empresas. En el caso de las empresas, seleccioné mediana minería por ser un universo accesible y de complejidad moderada. Parte de la búsqueda bibliográfica que realicé para el marco teórico me permitió descubrir que en la sierra central estaban los más antiguos vestigios de minería en el país, así que decidí trabajar con las comunidades de esa zona.
Cuéntanos cómo fue el proceso de recopilación de la información.
No fue un proyecto sencillo. Fueron tres pasos complicados. Lo primero que hice fue identificar los casos y acceder a ellos. Creo que esta fue la parte más complicada porque yo necesitaba que las empresas acepten darme información y apoyo logístico para acceder a la zona. Una ventaja fue que gané el Programa de Apoyo a la Investigación 2009 (PAIN) y con eso conseguí solventar parte de mis gastos.
En campo me encontré con otra dificultad. Muchas comunidades creían que yo iba de parte de las mineras y se mostraban reticentes. Ellos pensaban que les estaba sacando información para la empresa. Me tomaba cierto tiempo presentarme y ganarme su confianza.
¿Cuál fue la parte más gratificante de esta investigación?
La parte más gratificante fue el trabajo de campo. Fue una experiencia muy bacán que recuerdo y conservo como una de las cosas más interesantes que hice. Fue una experiencia alucinante. Me quedé durante varias semanas viviendo en las comunidades. En la Comunidad de Mallay, por ejemplo, estuve cerca de dos semanas seguidas.
¿Y la parte más difícil?
La parte más retadora fue producir el documento. Digamos que toda la fase del trabajo de campo era poner en práctica la metodología que ya había desarrollado. Lo difícil fue aterrizar toda esta información en un documento con el rigor de la tesis. Para mí fue la parte más complicada y que me permitió aprender mucho más del proyecto.
¿La tesis que presentaste al concurso y con la que egresaste de la Facultad, la desarrollaste en los cursos de Seminario?
Al concurso presenté el resultado de la tesis que desarrollé en los cursos de Seminario y que terminé en el 2011, dos años después de haberme graduado. Mi tesis la realicé en dos partes: durante el 2009 hice el trabajo de campo y en el 2010 me dediqué a producir el informe.
¿Te sirvieron mucho estos cursos de Seminario en la elección y producción del proyecto?
Lo que más me sirvió para la realización de este proyecto fue mi profesor asesor: Luis Olivera. Con él había llevado el curso Diseño y Gestión de Proyectos. Al final de ese curso, él me ayudó a identificar cuál era el tema en el que podía desarrollarme. Con él llevé Seminario 1. En ese curso fui presentando mis avances particulares además de los que me pedían en el curso.