Durante el conversatorio, Gorriti discutió temas de ética, criticó el medio periodístico nacional, compartió sus experiencias de trabajo en situaciones de riesgo, sintetizó las ventajas y desventajas del uso de las nuevas tecnologías en el periodismo y dio algunos consejos a los estudiantes de la especialidad que se dieron cita el jueves pasado.
Lo análogo y lo digital
Sobre las nuevas tecnologías y sus bondades, Gorriti recordó que en el encuentro que tuvieron con Artemio “ninguna de las coordinaciones que tuvo que hacer desde Lima fue a través de algún aparato digital”. Explicó que muchos de estos aparatos pueden motivar vigilancia e interceptación telefónica y que es preferible, en casos de riesgo, tomar precauciones con su uso.
“El periodismo peruano es profundamente deshonesto”, sentenció Gorriti al ser cuestionado por los casos de conflicto de interés y la poca difusión que han tenido algunos destapes de IDL Reporteros, como el caso Telefónica-Osiptel o la corrupta distribución de las cuotas del mar.
Sobre el uso de la información periodística, Gorriti enfatizó que: “uno puede mandar gente a la cárcel, uno puede exhortar cambios, uno puede contribuir a terminar con gobiernos; pero uno no debe sacar un centavo partido por la mitad como resultado de lo que hace con excepción de su sueldo. Uno llega a tener, a veces, información que los peritos de inteligencia matarían por lograr; pero uno no puede darle ningún uso a esto que no sea estrictamente periodístico”.
Subversión
Gorriti es uno de los periodistas más experimentados en el análisis y el tratamiento de noticias sobre subversión en nuestro país. Los alumnos de la especialidad no perdieron tiempo y le preguntaron sobre su experiencia en la entrevista con Artemio, el caso Quispe Palomino, su manejo en zonas de riesgo y trato con las fuentes.
Gorriti contó que en los años del conflicto interno, cuando trabajaba para Caretas, cubrió un artículo cerca a la zona de Uchuraccay. “Era un camino preocupante: estábamos en medio de la nada, en el año más letal y en la zona más letal del conflicto”. Felizmente tenía una buena estrategia: iba acompañado de corresponsales internacionales. Estos tenían menores posibilidades de ser atacados por autoridades del Estado, que en ese contexto solían reaccionar violentamente, por su categoría de extranjeros y el blindaje de una posible investigación internacional.
Gorriti finalizó su presentación recomendando leer vorazmente. “Un periodista que no tiene cultura, un periodista que no lee es un inválido”, sostuvo el director de IDL. Fue el último, pero el más importante, consejo que le dio a los casi cien alumnos de periodismo que asistieron al primero de una serie de conversatorios organizados por la especialidad.
Aquí, algunos extractos de la conversación…