DESPEGUE EN LA INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN CIENTÍFICA PARA EL DESARROLLO NACIONAL. ¿CÓMO? Y ¿CUÁNDO?

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Hemos visto en los últimos años como, desde el Gobierno, se ha intentado impulsar la investigación e innovación tecnológica y científica a través de la Ley N.° 30309 – Ley que promueve la investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación tecnológica (I+D+i), el fortalecimiento del CONCYTEC – Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación Tecnológica, la Ley 30220-2014 – Nueva Ley Universitaria, entre otros compendios normativos e instituciones ejecutivas que propician y financian la investigación científica y tecnológica en todos los niveles.

A todo esto, debemos percatarnos, que a casi tres años de la promulgación de la Ley I+D+i; no hemos podido observar un crecimiento sostenido, y mucho menos la ejecución y desarrollo de proyectos de investigación financiados por entidades privadas. En suma la propuesta de ganar y ganar – tipo el Programa de Obra por Impuestos– no ha tenido el impacto esperado en el sector empresarial, que lejos de apostar por proyectos e investigaciones científicas y tecnológicas (solo algunos cuantos proyectos) prefieren mantenerse en su status quo o apostar por tecnología extranjera lista para aplicarse.

La Ley busca que el sector privado – empresas de diversos sectores y rubros- pueda financiar proyectos de investigación e innovación científica y tecnológica, apostando no solo por proyectos vinculados al giro o sector de la empresa, sino aquellos que no guardan una relación inmediata con el sector, de tal manera que puedan acceder a los beneficios tributarios establecidos por Ley:

  1. Deducción de: 175% si el proyecto es realizado directamente por el contribuyente o mediante centros de investigación científica, de desarrollo tecnológico o de innovación tecnológica domiciliados en el país.
  2. Deducción de: 150% cuando los centros de investigación científica, de desarrollo tecnológico o de innovación tecnológica no domicilian en el país.

A pesar de que los porcentajes de descuento son favorables para el sector empresarial ¿Por qué no funciona?

En primer lugar, debemos mencionar que la Ley en mención, entró en vigencia el 01 de enero de 2016, es decir, tiene exactamente dos años, en este sentido, su periodo de vigencia aún es corto, sin embargo, debemos resaltar que no se ha desarrollado una correcta difusión de la Ley,  tanto en las Universidades, Centros de Investigación, Empresas e incluso Organizaciones no Gubernamentales. La promoción de los beneficios de la Ley, así como el acercamiento gradual a lo que busca el sector empresarial, tiene que ser una primera guía que facilite el conocimiento, promoción y difusión de todos los proyectos de investigación, acercándose a propuestas de financiamiento e inversión. Todo ello comprende, no solo enunciar a través de los portales web o de las redes sociales; sino también una labor de protocolo a través de conferencias, congresos, talleres, entre otros eventos académicos y sociales donde se busque exponer con mayor precisión los beneficios de la inversión en investigación en el Perú.

En segundo lugar, se tiene que romper con el status quo, desde los Centros de Investigación o Universidades, tienen que ofrecer proyectos de investigación que habrán un horizonte con el sector empresarial, y eviten el congelamiento de los procesos o mecanismos que se llevan a cabo en las empresas – y que son pilares de su éxito-; los proyectos tienen que ofrecer alternativas y soluciones de calidad, pero también con bajos costos, tanto en los mercados nacionales como internacionales, de lo contrario el empresario preferirá traer tecnología extranjera.

Los proyectos de investigación no solo deben desarrollarse sobre la base de los conocimientos científicos y técnicos, sino sobre lo que verdaderamente necesitan las empresas, sino será muy difícil, obtener un financiamiento. En este punto, los estudios de mercado, planificación, funcionalidad, logística tienen que ser parte de la investigación de manera obligatoria.

En tercer lugar, falta de herramientas para la investigación. Si el Estado quiere que se desarrollen más y mejores proyectos de investigación en todos los campos, entonces tiene que invertir en este sector. La asignación de porcentajes económicos tiene que elevarse, pero con una correcta fiscalización, que permita observar el avance de los proyectos, así como su impacto en la sociedad. No queremos, por ninguna razón, que ocurra una situación similar al porcentaje que reciben las universidades locales por el canon minero, que paradójicamente está destinado a la investigación científica, y no se observan proyectos de investigación científica ni una mejor infraestructura, haciendo que nos formulemos la pregunta: ¿En qué se invierte realmente ese dinero?

En cuarto lugar, debemos preguntarnos ¿hacia dónde están siendo dirigidos los proyectos de investigaciones? No busquemos que empresas pequeñas o medianas puedan financiar los proyectos de investigación, por más que les favorezcan, será más difícil recibir un financiamiento continuo y sostenible, tanto los proyectos como los beneficios deben apuntar a las grandes empresas, o conglomerados, de tal manera, que puedan mostrarse resultados en corto, mediano o largo plazo, sin que se afecte el desarrollo o ejecución del proyecto, a su vez las grandes empresas, vienen realizando proyectos de inversión y financiando obras públicas, a través del Programa       Obra por Impuestos, donde ya se pueden observar a la fecha, más de 70 proyectos adjudicados.

Finalmente, creemos que se deben mejorar progresivamente los temas expuestos, para que la Ley pueda tener un impacto mayor, que a su vez traiga beneficios a todos, tanto empresarios, investigadores, el Estado y por supuesto, a los ciudadanos en general, quienes nos vemos beneficiados por el avance de la ciencia y la tecnología a través de los inventos, que constituyen un paso más en el desarrollo del ser humano, y aquí radica otro punto, quizá la inversión del Estado esté en mejorar la capacitación y educación de los universitario o investigadores. Como siempre lo hemos mencionado, hay que apostar por nuestra gente, por su capacitación en la generación de conocimiento y la gestión del talento humano, que traerá consigo un profesional más calificado, que a su vez traerá nuevos proyectos de investigación de calidad y utilidad comprobada. Solo así, comenzaremos a acercarnos en materia de investigación científica a países de nuestra región, y por qué no, a países de otros continentes.

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