Chiitas y católicos pueden vivir unidos
9:00 p m| 3 may 16 (VATICAN INSIDER/BV).- Una historia comenzó en 1997, cuando el joven iraní Mohamed Alí Shomali, musulmán chiita que vivía en Manchester -estudiaba su doctorado en Filosofía-, descubrió que deseaba conocer mejor el cristianismo. Fue así que conoció a Timothy Wright, monje benedictino, quien le sugirió pasar un día en su abadía. Mohamed la visitó varias veces durante meses y además de la experiencia nació una gran amistad. Cuando Alí Shomali concluyó sus estudios, el padre Timothy le propuso que pronuncie algunas conferencias sobre el islam para los monjes de la comunidad.
Luego, ya en Irán, el musulmán le pidió el favor de vuelta al monje. Poco a poco fueron involucrando más gente y proponiendo más actividades, hasta convertirlo en una práctica de un grupo interreligioso que debate y conversa abiertamente desde perspectivas diferentes. Comentan la experiencia el mismo Mohamed Alí Shomali y Guido Dotti, monje de la Comunidad de Bosé: “Ser auténticamente religiosos, vivir la propia fe con pasión y convicción, no induce a la intolerancia ni a la opresión”.
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En 2002, cuando Mohamed regresó a la ciudad de Qom en Irán después de terminar su doctorado, invitó a su amigo benedictino. Ambos deciden organizar una semana de diálogo y reflexión, involucrando a los monjes benedictinos y a profesores chiitas de Qom. La primera cita fue en Gran Bretaña, en 2003. Durante los años siguientes, estas semanas de diálogo se repiten en otras sedes (Qom, Asís) y participan también monjes católicos de otras órdenes. La fórmula es siempre la misma: jornadas de estudio sobre un tema específico afrontado desde diferentes perspectivas y mediante relaciones paralelas, pero también convivios, visitas turísticas y una conferencia final abierta al público y a los estudiantes.
Del 9 al 15 de mayo de este año el grupo interreligioso (conformado por 12 chiitas, de los cuales 4 son mujeres, y 12 monjes y monjas de diferentes países) se reunirá en la ciudad de Qom. Durante los últimos años se han propuesto diversas cuestiones (por ejemplo: la Palabra de Dios, el concepto de amistad, la noción de comunidad). En esta ocasión el objeto del debate será “la dignidad del ser humano”.
El diálogo como instrumento y como fin
“El objetivo principal de estas semanas”, explica Alí Shomali, que ahora tiene 50 años y dirige el Centro Islámico de Inglaterra, el Seminario Islámico de Londres y el Instituto Internacional de Estudios Islámicos de Qom, “es el diálogo mismo, es decir la posibilidad de encontrarse, de vivir juntos y de confrontarse con toda libertad. No es solo un instrumento, el diálogo es un fin para personas que creen en Dios, es un signo de amor por Él, por todos sus hijos y por la herencia recibida de Abraham. En nuestra época, marcada por tensiones y contraposiciones, el vínculo que nos une ofrece a las personas una buena noticia: podemos pertenecer a religiones diferentes y ser hermanos, respetarnos y querernos.
En un mundo secularizado, que considera irrelevante la fe y no la estima, yo aprecio el profundo sentido de amor hacia Dios de los monjes, comprendo que tengo mucho en común con ellos: para todos nosotros una vida sin Dios, sin amor y sin misericordia hacia el prójimo, está vacía, es vana. También mi esposa, Mahnaz Heidarpour, profesora del Seminario Islámico de Londres, está muy comprometida en el diálogo interreligioso, y participa en estos encuentros. Nuestros tres hijos, desde que eran pequeños, están acostumbrados a vernos en compañía de los cristianos. Estoy convencido de que trabajar juntos por el diálogo, como familia, es extremadamente importante y puede generar frutos duraderos”.
Lealtad, franqueza y amistad
El único italiano del grupo es Guido Dotti, de 62 años, monje de la Comunidad de Bosé. Esto es lo que piensa sobre su experiencia: “Hoy el diálogo se ha vuelto de moda y a menudo se reduce a confrontaciones estériles, pláticas que no concluyen nada. Nuestro caso es diferente, por razones precisas: por la amistad construida a lo largo de los años, que nos permite hablar con franqueza, por la serenidad y la profundidad con las que cada relator, con su sensibilidad especifica y con su historia personal, afronta el tema establecido y se dispone a discutir sobre él, permitiendo que cada uno descubra el mundo espiritual del otro e indagar el propio.
Una cosa es tratar de comprender una religión solo con los libros y otra es hacerlo a través de los escritos pero también a través de los gestos, de las oraciones, de las premuras de quien está a tu lado durante días enteros. La intuición de dos auténticos pioneros en el diálogo (Wright y Alí Shomali) dio vida a una experiencia en la que la dimensión exquisitamente teórica y la dimensión práctica, ofrecida por la vida en común, aunque dure poco, se entretejen felizmente”.
Los hombres auténticamente religiosos
Mientras que el monoteísmo ha sido considerado como la forma más evolucionada de la religión, la manera de concebir lo divino más coherente con los principios de la razón, en la cultura occidental contemporánea ya no es así: ahora el monoteísmo parece un poco distópico y violento. Estos encuentros y el espíritu que los caracteriza, sostienen al unísono Dotti y Shomali, pretenden demostrar que ser auténticamente religiosos, vivir la propia fe con pasión y convicción, no induce ni a la intolerancia ni a la opresión. “Si juntos, cristianos y musulmanes, trabajamos por la paz, la justicia, el cuidado de los más débiles —afirman—, si mostramos la belleza de Dios, de la fe y del amor por Él, ofrecemos un testimonio persuasivo oponiendo un obstáculo serio a todos los que consideran que para garantizar estabilidad y progreso al mundo es necesario prohibir las religiones. Además, quienes se interrogan con ánimo sincero y abierto sobre Dios tal vez escucharán más al vernos trabajar juntos por un mundo más justo”.
Guijarros sobre el camino
Pensando en el futuro y en los frutos que estos encuentros podrán dar, Dotti indica: “Desde el principio se decidió poner a disposición de todos el trabajo hecho en el grupo: después de cada semana de estudio se publican las actas, que incluyen todas las relaciones. En un principio se ocupaba de la publicación un monasterio de los Estados Unidos, pero después no pudo continuar y pasó el encargo al Instituto de Estudios Islámicos de Qom: una bella estafeta entre Estados Unidos e Irán que se dio durante los años en los que existían entre ambos países fuertes tensiones. Espero que estos libros y el espíritu que anima nuestros encuentros pueden ser como guijarros que otros recogerán para proseguir por el camino según las modalidades que el Señor les inspire”. Mientras tanto, dice Shomali, “estamos a punto de organizar, como grupo interreligioso, algunos proyectos caritativos: es un objetivo muy importante para nosotros”.
Otros enlaces sugeridos:
- Diálogo Interreligioso Monástico
- Monks and Muslims: Monastic and Shi’a Spirituality in Dialogue
- Monks and Muslims: Monastic Spirituality in Dialogue with Islam (serie de libros)
Fuente:
Vatican Insider