8:00 p.m. | 21 may 24 (RNS).- No perder el paso, acompañar e intervenir con iniciativas contadas pero relevantes. Esa parece ser la consigna de la Iglesia, guiada por Francisco, en el ámbito de la evolución de la Inteligencia Artificial. Y según algunas voces importantes de la Santa Sede, los expertos que exploran una y otra vez los límites de la IA, están considerando la enseñanza católica, interesados en cuestiones éticas y en lo que nos define como seres humanos. Con esa premisa se espera que la Iglesia fortalezca el vínculo con representantes de este ámbito, con el desafío de un desarrollo de la IA en dirección del bien común.
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En oficinas de Silicon Valley, en reuniones a puerta cerrada en Roma y en audiencias privadas con el papa Francisco en el Vaticano, los programadores que exploran los límites de la inteligencia artificial (IA) están recurriendo a los criterios de la Iglesia sobre lo que define a los seres humanos. El rápido desarrollo en el campo de la IA “nos está pidiendo que volvamos a pensar detenidamente qué es lo que nos hace humanos. ¿Qué distingue a los seres humanos de las máquinas?”, dice el obispo Paul Tighe, Secretario del Pontificio Consejo de la Cultura y uno de los sacerdotes católicos que está tendiendo puentes entre el conocimiento científico y la tradición espiritual y teológica de la Iglesia.
En conversaciones con programadores y expertos en IA, Tighe dice hablar de conciencia y “relacionalidad” como prerrogativas clave de los seres humanos que nos distinguen de las máquinas. Pero los creadores de la IA no están tratando de recrear a los humanos, explica Tighe, “están creando otro tipo de entidad”.
A medida que Silicon Valley se llena de aspirantes a dioses, éstos recurren al conocimiento sobre la condición humana que la Iglesia católica desarrolla por siglos, en busca de respuestas y de límites. “Se hacen preguntas sobre la ética y las ramificaciones de lo que hacen”, afirma el reverendo Philip Larrey, que imparte un curso sobre tecnología e inteligencia artificial en el Boston College. Larrey se reúne a menudo con personas influyentes en el campo de la IA y les plantea preguntas sobre las perspectivas y posibles amenazas de esta tecnología en desarrollo.
“Siempre que dialogas con estas personas necesitas tener un marco referencial que tenga sentido. La tradición católica tiene un marco excepcional que es increíblemente relevante hoy en día“, dijo, describiendo su papel como el de traducir “el lenguaje de la tradición al lenguaje de Silicon Valley”. Larrey dijo que le preguntan si la IA, que no necesita un cuerpo y puede procesar datos a un nivel mucho más alto que los humanos, puede considerarse similar a los ángeles. Los transhumanistas -que celebran las mejoras tecnológicas en la percepción humana- le preguntan si el alma humana puede desconectarse del cuerpo. “Yo les dije: Se puede. Se llama muerte”, dijo Larrey.
El compromiso del papa Francisco en el campo de la IA ha ido creciendo a medida que la tecnología se desarrolla, y la Santa Sede anunció en abril que el pontífice participará en la sesión dedicada a la IA de la próxima cumbre del G7, una reunión de representantes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, que tendrá lugar en el sur de Italia del 13 al 15 de junio.
VIDEO. Francisco participará de la cumbre G7 sobre la IA
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