Recordando a Víctor Codina: Teólogo entregado a Latinoamérica

9:00 p.m. | 28 jun 23 (CYJ/RD).- Hace poco la Iglesia latinoamericana lamentó la pérdida de Víctor Codina SJ, teólogo nacido en España pero que sirvió buena parte de su vida en Bolivia. Reconocido por su gran virtud para leer los signos de los tiempos (capacidad de la Iglesia para vincularse con sus contemporáneos), exploró siempre caminos desde la teología y sobre todo con un lenguaje comprensible. Eso fue resultado de su experiencia que le brindó el contacto con la realidad, sobre todo a través de la presencia entre las comunidades eclesiales de base. Reunimos comentarios y homenajes, que en estas semanas han publicado personas cercanas a él.

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El 22 de mayo falleció Víctor Codina a los 91 años, jesuita y doctor en Teología. Nació en Barcelona en 1931, entró en la Compañía de Jesús en 1948 y se ordenó sacerdote en 1961. Estudió Filosofía y Teología en Sant Cugat, Innsbruck y Roma. Desde 1982 y durante 35 años residió en Bolivia, donde alternó su trabajo como profesor de Teología en la Universidad Católica Boliviana de Cochabamba con el acompañamiento pastoral en barrios populares. En 2018 regresó y se instaló en Barcelona. Estos últimos años se dedicó sobre todo a participar de forma intensa en las actividades del centro de estudios Cristianismo y Justicia (España) a través de cursos, actas y publicaciones (libros y cuadernos, pero también en la plataforma digital).

Víctor Codina ha sido un teólogo muy reconocido, con extraordinaria capacidad para leer los signos de los tiempos, buscando una teología que dé respuesta a los interrogantes de hoy y con un lenguaje comprensible. La solidez y el reconocimiento por su obra le viene sobre todo de su experiencia y trayectoria vital, que no se ha limitado a la actividad académica, sino que se ha impregnado del contacto con la realidad, sobre todo a través de la presencia entre las comunidades eclesiales de base, implicándose en barrios populares y luchas sociales. “Los teólogos necesitamos un contacto mucho más directo con el pueblo, y sobre todo con los pobres, entender que son un auténtico lugar teológico”, afirmaba con contundencia.

Ha sido testigo e incluso ha participado directamente en algunos de los eventos más destacados para la historia de la Iglesia de los últimos 90 años. Durante la celebración del Concilio Vaticano II, Codina preparaba su doctorado en Teología en Roma. Seguía de cerca su desarrollo e incluso pudo asistir a una sesión conciliar. Después, en América Latina, donde llega en 1982, encuentra una Iglesia latinoamericana que ha optado de forma clara por el seguimiento de Jesús y la opción por los pobres.

Años después y con toda la experiencia acumulada, recogía en el cuaderno Hace 50 años hubo un concilio (2012) sus impresiones sobre ese evento y su posterior aplicación. Reconocía que “la problemática del Vaticano II ha quedado de alguna forma desplazada o incluso superada” y mientras el Vaticano II se centró en la Iglesia, ahora “hay que concentrarse en lo esencial, volver a Jesús y al Evangelio e iniciar una experiencia espiritual de Dios y de profecía frente al mundo de los pobres y excluidos que son la mayor parte de la humanidad, y frente a la tierra, que está seriamente amenazada”.

VIDEO. Recepción del Concilio Vaticano II en América Latina

 

Una amenaza de la que también se ha ocupado en su reflexión teológica, a partir de su conocimiento de los pueblos de la Amazonía. Precisamente en octubre de 2019 participa en el Sínodo de la Amazonía convocado por el papa Francisco. “El horizonte del sínodo no es puramente eclesial, sino ecológico, e interpela a todo el mundo”, explicaba tras esta experiencia. “Es una denuncia profética contra quienes están destruyendo la tierra y oprimen a los pueblos amazónicos, el horizonte del sínodo es la salvación del planeta”.

Comprometido y esperanzado en una Iglesia sin exclusiones de ningún tipo, con igualdad de derechos y obligaciones, donde la mujer ocupe el lugar y el rol que Dios le ha otorgado, en 2017 se animó a publicar “Sueños de un viejo teólogo”, donde reflexiona sobre temas candentes de la Iglesia y de la teología. Los temas que le ocuparon a lo largo de su trayectoria y que, con la libertad y la serenidad que dan los años y la jubilación, decidió abordar en clave utópica.

“Cuando uno es grande, por no decir viejo, mira las cosas con cierta distancia y se centra en lo esencial. Esto hace también que uno tenga más libertad para decir lo que piensa y, por tanto, para soñar”, aseguraba al publicar este libro. Su intención era que estos sueños ayuden a vivir en la vida cristiana con mayor libertad y profundidad, y sobre todo que los jóvenes puedan pensar que otra Iglesia es posible. Se mostró esperanzado con el papa Francisco, de quien fue maestro durante una de las etapas de su formación. Acogió favorablemente su liderazgo y sus documentos, como las encíclicas Laudato Si o Fratelli Tutti. “Francisco aparece en esta encíclica como una gran figura, un estadista y una voz profética para la humanidad de hoy”, dijo.

El último libro que publicó, “Ignacio, ayer y hoy” (2020), vuelve a su vocación como jesuita y nos habla de la propuesta espiritual de Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Lo hace relacionando el espacio y el tiempo en el que se desarrollaron la vida de Ignacio con la realidad actual.

VIDEO. Entrevista con Víctor Codina sobre el Sínodo de la Amazonía

Víctor Codina: Una Iglesia en camino y una teología desde abajo

Desde el año 1982 que llegó a Bolivia, compaginó la docencia teológica en la Universidad Católica de Cochabamba con la formación de los cristianos y cristianas seglares, la colaboración en parroquias populares y el acompañamiento a las comunidades de base en diferentes lugares de Bolivia: Oruro, Santa Cruz y Cochabamba. Dictó cursos en varias universidades de Brasil y en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), donde fueron asesinados sus compañeros jesuitas en noviembre de 1989, y realizó actividades de animación teológica en la mayoría de los países de América Latina. Víctor Codina hizo teología desde abajo, “desde los insignificantes”, subtítulo de su obra Una Iglesia nazarena (Sal Terrae, Santander, 2010)


Su guía de vida, el Evangelio, su pensar la fe, una teología nazarena

La ubicación social de Víctor Codina fueron los barrios obreros de Barcelona y las mayorías populares del continente latinoamericano; su lugar eclesial, la Iglesia de los pobres; su praxis, el compromiso con los movimientos sociales; su actitud ética, la opción por las personas más vulnerables, los sectores empobrecidos y los pueblos oprimidos; la guía de su vida, el Evangelio; su mediación racional, las ciencias sociales; su hermenéutica, los métodos histórico-críticos; su principio teológico, la liberación; su inspiración, la espiritualidad del seguimiento de Jesús de Nazaret; su horizonte ideológico, desoccidentalizar y descolonizar el cristianismo; su modo de pensar la fe cristiana, la teología nazarena, que nace de la praxis y conduce a ella, y parte de la realidad de la pobreza y la injusticia estructurales, de la exclusión social y del pluriverso cultural y religioso del continente latinoamericano.

VIDEO. Por dónde pasa la Teología de la Liberación hoy

 

Sueños de un viejo teólogo tras su caminada por tierras del Sur global

En 2017 Víctor Codina publicó el libro titulado “Sueños de un viejo teólogo. Una Iglesia en camino”, donde narra sus sueños con el lenguaje sapiencial de la experiencia casi nonagenaria, sueños en estado de vigilia, sueños utópicos, como él los llama, que buscan la transformación de la Iglesia, de su teología, sus estructuras, su espiritualidad, sus símbolos, sus ministerios, en plena sintonía con la transparencia y la sinceridad evangélica del papa Francisco y con los sueños de las personas y los colectivos empobrecidos en busca de su liberación.

Codina sueña “con una Iglesia diferente, sin exclusiones de ningún tipo, con igualdad de derechos y obligaciones para todos los bautizados y bautizadas, donde la mujer ocupe el lugar y el rol que Dios le ha otorgado”. Citando al teólogo francés Joseph Moingt, afirma que “la mujer no es el problema, sino la solución de la Iglesia”. Los sueños de este libro, que Bloch llamaría “sueños despiertos”, son proféticos porque anuncian otra Iglesia y otro mundo más justo, igualitario, ecológico y fraterno-sororal, y son críticos de un cristianismo instalado en el sistema o, como dijera George Bernanos, “cómodamente instalado bajo la cruz de Cristo”.

Confiesa, con total sinceridad, que son sueños e ideas que, al estar ligado al campo académico, no se atrevió a hacer públicos por miedo a la censura y al escándalo de los jóvenes estudiantes, y que publicaba en ese momento dentro del clima de confianza y libertad creado por el papa Francisco. Este libro del teólogo catalán-boliviano es un bellísimo testamento en el que recuerda los sueños de muchos ancianos y ancianas que despertaron y alimentaron las esperanzas del pueblo, entre los cuales cita a Gandhi, Nelson Mandela, Juan XIII, Martin Luther King, Teresa de Calcuta, Dorothy Stang y el papa Francisco.

VIDEO. Homenaje a Víctor Codina, SJ (1931 – 2023)

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Fuentes

Cristianismo y Justicia / Religión Digital / Videos: Amerindia Continental – CPAQuilmes – CyJ / Fotos: Josep Losada (ElPunt)

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