Estudiantes de África se encuentran con Francisco

11:00 a.m. | 4 nov 22 (RD/NCR).- “Construyendo puentes a través de África” fue el lema del diálogo virtual que sostuvo el Papa con jóvenes universitarios de África, al continuar con una iniciativa que inició en febrero cuando se reunió con estudiantes de América. En este segundo encuentro, Francisco compartió la esperanza de poder realizar pronto la visita a Sudán del Sur y el Congo que tuvo que posponer. Luego, conversaron sobre los conflictos en el continente y sus consecuencias, como las migraciones forzadas y las crisis humanitarias; también se habló sobre la implicación de los jóvenes en la vida política, la falta de empleo, y la explotación de recursos, siempre el Papa ofreciendo criterios de discernimiento y valorando el aporte de las nuevas generaciones.

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El Papa tomando notas, los jóvenes haciéndole preguntas, él respondiendo infundiendo valor. Vivir el presente, no como “enajenado”, profetizar el futuro sin perder la capacidad de cultivar los sueños, manteniendo siempre la conciencia de ser fruto generado por una raíz. Así ha querido resumir Francisco el mensaje que ha compartido con los jóvenes estudiantes de las universidades africanas conectadas vía streaming en una hora y media de conversación digital sobre el tema “Construir puentes”.

El encuentro -organizado por la Red Panafricana de Teología y Pastoral Católica, la Comisión Pontificia para América Latina y la Universidad Loyola de Chicago- ha querido dar continuidad al realizado en febrero, y contó con la presencia de estudiantes y profesores que participaron en aquel encuentro, que le contaron al Papa los frutos que esa reunión va dando y la importancia de seguir haciendo este tipo de encuentros. Ellos les han pasado el testigo a los profesores y estudiantes africanos, que han recordado que una de las funciones del papado es construir puentes, agradeciendo al Papa su “ayuda para construir puentes con su propia vida y enseñanza ejemplares”, como recordó el profesor Stan Chu Ilo.

El profesor Chu Ilo también se refirió al título del evento, “Ubuntu: Una cultura del encuentro, todos conectados”, y explicó que la expresión Ubuntu resume la cultura del encuentro, una sabiduría compartida que dice que todos estamos juntos, conectados, unidos por lazos de amor en un universo compartido, llamando a descubrir la necesidad de dejar un espacio para los demás, sobre todo los pobres y los que están en las periferias existenciales.

Un encuentro centrado en tres temas: fe y espiritualidad, el mensaje de la conversión misionera evangélica; Ubuntu y ecología; solidaridad humana, amistad social, liderazgo de los jóvenes y justicia social. Un proceso en el que han participado estudiantes de 34 universidades de 9 países africanos que se reunieron varias veces y eligieron a 9 que les representan, un trabajo sinodal que seguirá adelante tras este encuentro, en palabras del jesuita Emmanuel Bueya.


La no participación de los jóvenes es la muerte de un país

Los estudiantes han ido haciendo preguntas al Papa, que tras una escucha atenta ha ido respondiendo con calma, con palabras que brotan del corazón de un anciano que orienta a los jóvenes, una actitud muy presente en la vida y cultura del pueblo africano. Sobre la participación juvenil en la toma de decisiones políticas, el Papa insistió en que “la no participación de los jóvenes es la muerte de un país”, desafiándoles a participar en todos los ámbitos de la vida, aunque cometan imprudencias. Por eso llamó a no dejarse apabullar por la inferioridad, a organizarse y luchar, no dejarse esclavizar, aunque eso lleve a perder la vida. Hablando de los mártires sociales, de los jóvenes que en América Latina han perdido la vida por luchar por su país, hizo ver que “se han convertido en semillas de inspiración”.

Algunos países de África son víctimas de ataques a los cristianos por parte de fundamentalistas musulmanes. Ante esa realidad, el Santo Padre afirmó que “cuando crece el terrorismo fundamentalista es un suicidio social, ahí se juega también la sobrevivencia del país”. Por ello llamó a los jóvenes a la resistencia, organización y doctrina política, a formarse en doctrina política real, concreta, definiendo el hacer política como “una forma alta de la caridad, porque va hacia el bien común”. En ese sentido advirtió que “cada pueblo tiene que buscar su propio camino de superación y hacer una doctrina política que nazca del pueblo, no impuesta”, llamando a marcar el propio camino. Todo ello con viveza y prudencia, pero con decisión, juntos y organizados. Y siempre, más aún si hay limitaciones, llamar a aprender la astucia de los viejos para sobrevivir, y a pedir consejo a los más adultos.


Hacerse cargo de las raíces para ir adelante

En un continente con gran falta de inserción laboral y pocas oportunidades para los jóvenes, que les hace vulnerables, Francisco hizo ver el peligro de que “los jóvenes se sientan sin esperanza, anulando la dinámica de la juventud, que es una de las armas de sometimiento”. Desde ahí ve la necesidad de que la Iglesia haga más en la promoción humana en las escuelas, en las universidades, en una línea liberadora y no de colaboración con los poderes de represión, hacer crecer la mente, madurar el corazón y que enseñen con las manos. Junto con eso insistió en que la Iglesia tenga escuelas para todos, no solo para los sectores más sofisticados o pudientes de la sociedad.

Ante la pregunta sobre lo que significa ser un joven católico africano y su papel en la Iglesia, llamó a los jóvenes a “hacerse cargo de las raíces como condición para madurar, cuidar las raíces para ir adelante”, a crecer en el liderazgo desde su modalidad cultural. Por eso apostó porque los jóvenes no sean caudillos revolucionarios y sí quienes llevan adelante la riqueza recibida y luchan juntos para que les dejen hacer eso. En ese sentido resaltó que “un joven cristiano tiene la obligación de comprometerse, porque sino no son cristianos. Hoy día ser cristiano es comprometerse y ustedes tienen que luchar contra toda esa estructura que les impide comprometerse”.

 

Supermercados de la salvación

Ante la pregunta sobre la cada vez mayor presencia del pentecostalismo y grupos de sanación, Francisco advirtió sobre lo que llamó “supermercado de la salvación”, advirtiendo a los jóvenes que el camino es algo que encuentran en su corazón, “el corazón se hace sentir sin traductores, ni intermediarios, llamando a no dejarse aprisionar por una sindicalización religiosa”. Por eso recordó que “el criterio más grande de un grupo religioso es que no te quite la libertad”, insistiendo en que “cuando un grupo religioso te quita la libertad y no te deja crecer, no es un grupo saludable”. De ahí la importancia del discernimiento para descubrir qué grupo religioso me está ayudando a crecer.


Deforestación crimen contra la humanidad

Cómo afrontar el reto ecológico fue otra de las cuestiones cruciales que se plantearon a Francisco. La deforestación, una realidad presente en África, a lo que el Papa comentó que también está sucediendo en la Amazonía brasileña, es vista como algo con lo que “se pierde la convivencia entre la persona humana y la naturaleza”, el bien vivir. En ese sentido, ha enfatizado que “la deforestación en este momento es un crimen contra la humanidad”, algo que dejará una deuda ecológica a ser pagada por los que nos sucedan, de lo que los países no se quieren dar cuenta, añadiendo que es una responsabilidad hoy día la conversión ecológica.

Desde ahí denunció el desequilibrio creado por las multinacionales explotadoras, diciendo que “es salvaje violar la Tierra como es salvaje violar a una mujer, comprométanse en la lucha contra estos violadores de la Tierra”, llamando a los jóvenes a convertirse en “verdaderos apóstoles del desequilibrio de la Tierra”. Igualmente reflexionó sobre la equidad internacional, llamado a moverse, a organizarse, pero juntos, no como islas, lo que haría que fuesen fácilmente vencidos, pues “organizados van a sufrir, pero van a triunfar”.

En relación con las migraciones económicas y consecuencia de la guerra, el Papa advirtió que “a veces la guerra es empujada por intereses espurios y el problema de la venta de armas nos esclaviza”. Desde ahí ha denunciado que el hambre lleva a migrar y que muchos se quedan en el Mediterráneo, que se ha convertido en el cementerio más grande de Europa. También se pronunciado contra la explotación de África, sobre su independencia incompleta, llamando a los jóvenes a luchar con un sentimiento de construcción, de sumar, a seguir con “este sueño de acabar con la guerra, el hambre, la pobreza y la semi permanencia de los refugiados”.

 

Despedida y agradecimiento

El Santo Padre reconoció los valores de los jóvenes africanos y les impulsó a levarlos adelante, a comprometerse sin olvidar lo que definió como los tres momentos en la historia: el recuerdo de las raíces, mirar al pasado; vivir el presente con realidad y no con ideas que los alienen; sueñen, porque el día que un joven no sueña se acabó el país, el día que un joven no sueña se acabó el mundo, ustedes nacieron para soñar, para profetizar el futuro. Los estudiantes agradecieron a Francisco, “por creer que los jóvenes tienen una gran responsabilidad de cuidar de la humanidad y del medio ambiente, alcanzando las periferias, promoviendo en bienestar de todos”.


El compromiso y movimiento juvenil

Tras el diálogo papal, la religiosa keniana Leonida Katunge, que moderó parte del debate, dijo a National Catholic Reporter que 150 estudiantes de Kenia, divididos en 5 cohortes, han pasado el último mes discutiendo las formas en que los jóvenes pueden participar en el gobierno del país, viéndolo desde la perspectiva de la familia, la iglesia y la sociedad en general. Esos estudiantes, junto con unos 1.000 estudiantes africanos de todo el continente, están participando en un programa de un año de duración que seguirá estableciendo conexiones entre estudiantes de otros continentes.

Su esperanza es que, más que un diálogo papal puntual, los jóvenes puedan llevar el mensaje de Francisco y trabajar para responder a las cuestiones sociales más allá de sus universidades, en sus parroquias y comunidades. También quieren forjar conexiones compartidas con los estudiantes de Norte, Sur y Centroamérica que participaron en el diálogo virtual con Francisco a principios de este año. “Esta no es la iglesia del mañana”, dijo Katunge a NCR, “sino la iglesia del aquí y ahora”.

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Fuentes

Religion Digital / National Catholic Reporter / Vatican News / Videos: Red Panafricana de Teología y Pastoral Católica / Foto: Vatican Media

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