Diálogo ecuménico: avances durante la pandemia

9:00 p.m. | 8 feb 22 (VTN).- En el 2021 se enviaron 142 cuestionarios a los responsables de las relaciones ecuménicas de todas las conferencias episcopales y los sínodos de las iglesias católicas orientales. El resultado es un documento titulado “Ecumenismo en tiempos de pandemia. De la crisis a la oportunidad”, que se basa en una frase de Francisco “todos estamos en el mismo barco”, repetida en muchas de las respuestas al cuestionario. Parece que estas palabras del Obispo de Roma no sólo se aplican a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sino también a las diferentes Iglesias. Tanto la publicación del documento como algunos comentarios se difundieron en el marco de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.

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Para el padre Hyacinthe Destivelle, responsable de la Sección Oriental del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, “éste es el primer fruto ecuménico de esta pandemia, la conciencia de ser una sola familia cristiana y una conciencia enraizada en la experiencia de un destino común”. Todos caminamos hacia un destino común que es el de la resurrección”. Durante los dos años de la pandemia y especialmente durante 2021, año al que se refiere esta amplia encuesta, se ha redescubierto un nuevo lazo, una nueva solidaridad. Y aunque ha sido una época muy complicada para cientos de millones de personas, privadas de relaciones afectivas, de contacto físico y obligadas a adaptarse a movimientos restringidos, los confinamientos se han transformado en más de una ocasión en oportunidades.

En el documento se dan numerosos ejemplos, tanto en el ámbito del ecumenismo espiritual, como en el de la oración en común, como en el de la oración on line. Algunos obispos señalan incluso que nunca antes la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos había estado tan concurrida como el año pasado. “Ha habido muchas iniciativas conjuntas, declaraciones conjuntas, acciones conjuntas con los gobiernos, programas ecuménicos para ayudar a todo tipo de personas afectadas de un modo u otro por la crisis”, señala el padre Destivelle, citando, entre otros, un programa ecuménico para ancianos y personas aisladas desarrollado en la India, o para estudiantes en Holanda, dos países donde los católicos son minoría. Todas estas iniciativas nacieron durante la pandemia y probablemente nunca habrían visto la luz sin el coronavirus.

Juntas, las iglesias cristianas también son conscientes de una fuerza mayor. Así, se han unido para presentar programas en el ámbito de la caridad, especialmente para ayudar a los más pobres y vulnerables. Los cristianos han podido hablar con una sola voz y han tenido más peso ante el gobierno. Han suplicado, han abogado y a veces incluso presionado a los gobiernos para que respeten la libertad religiosa, no siempre considerada una prioridad en la época de los confinamientos.

Un mejor entendimiento mutuo

Esta solidaridad redescubierta y facilitada por la pandemia ha aumentado de facto el número de oportunidades de encuentro y diálogo. Los líderes de la Iglesia se han reunido, a menudo en línea, por ejemplo, en los diálogos teológicos del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, lo que a menudo ha llevado a una línea de pensamiento común que favorece la redacción de documentos conjuntos. A nivel local, y esto también se refleja en el resumen de la encuesta, la gente pudo mirarse mutuamente mucho más. “Como muchos eventos se retransmitían por Internet”, señala Hyacinthe Destivelle, “los protestantes podían ver las misas católicas, los católicos podían ver las oraciones evangélicas y así, no sólo se lograba un mejor conocimiento mutuo, sino también una mejor sensibilidad”.

Las diferencias se mantienen

Aunque la pandemia ha promovido y facilitado las relaciones ecuménicas, no se ha logrado la plena unidad. El documento de síntesis destaca tres de las cuestiones más delicadas que han surgido durante la pandemia. Las divergencias teológicas y litúrgicas, que no son nuevas, pueden haberse acentuado con la pandemia, especialmente la comprensión del espacio sagrado. Los ortodoxos, los católicos y los protestantes tienen una relación diferente con el espacio sagrado, una comprensión diferente de los sacramentos, de la necesidad de la presencia física para recibir los sacramentos y, finalmente, también una concepción algo diferente de la Iglesia. Sin embargo, no se trata de controversias nuevas. Quizá lo más sorprendente sea que las distintas denominaciones tengan una comprensión diferente de la pandemia. “Algunos cristianos tienen una visión más providencial o a veces más escatológica, o incluso apocalíptica de la pandemia. Esto puede haber generado tensiones entre los cristianos”, explica el padre Destivelle.

Por último, se observaron actitudes diferentes en lo que respecta a las restricciones sanitarias; actitudes vinculadas en la mayoría de los casos a la cultura local, en particular a la relación con la autoridad, que no es la misma en los países occidentales, en los países del Este, en el Sur y que, en consecuencia, no es la misma entre las iglesias. El tema de las vacunas también se aborda en las respuestas al cuestionario enviadas por las Conferencias Episcopales y los Sínodos de las Iglesias Católicas Orientales. Señalan varias iniciativas ecuménicas a favor de la vacunación y el respeto a los gestos de barrera.

Un punto de inflexión en las relaciones ecuménicas

El diálogo ecuménico moderno siempre ha estado estrechamente vinculado a la evolución política, social y cultural. Para el padre Destivelle, la pandemia forma parte de esta evolución. “Creo que marcará un punto de inflexión positivo en las relaciones ecuménicas”, afirma. También el papa Francisco ha dado un impulso adicional. Varias respuestas al cuestionario señalan que su llamamiento a la oración al principio de la pandemia fue ampliamente seguido. El Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos había transmitido este llamamiento a todos los líderes eclesiásticos y la gran mayoría había respondido positivamente para rezar simultáneamente el Padre Nuestro, una oración que todos los discípulos de Cristo pudieron rezar juntos y al mismo tiempo, al mediodía del 25 de marzo de 2020.

ENLACE. Documento: Ecumenismo en tiempos de pandemia. De la crisis a la oportunidad (PDF)

Oriente Medio, cristianos unidos en el dolor por conflictos y violencia

Los cristianos de Oriente Medio tienen una gran experiencia de convivencia entre miembros de diferentes Iglesias y tradiciones, y también de colaboración en un contexto difícil, a veces dramático. Guiados por la estrella del cielo, nos dicen, todos estamos orientados hacia el mismo Cristo y caminando hacia él nos encontramos también más cerca unos de otros. Mervat Kelly es siria y pertenece a la Iglesia Ortodoxa Siria. Ahora vive en Rocca di Papa, Italia, pero antes vivió durante mucho tiempo en Iraq y en Siria. Enseña teología interconfesional en la Pontificia Universidad Lateranense y trabaja en el Centro Uno, el centro de diálogo ecuménico del Movimiento de los Focolares.

-Mervat Kelly, basándose en su experiencia, ¿cómo describiría las relaciones entre las Iglesias en los países donde ha vivido?

Los cristianos que eligieron la frase del Evangelio de Mateo “En Oriente vimos aparecer su estrella y vinimos a honrarlo” tienen realmente una fuerte experiencia de convivencia entre miembros de diferentes Iglesias y tradiciones que ha durado más de 1.500 años. Viví en un barrio cristiano de la ciudad de Homs, en Siria, donde convivían greco-ortodoxos, greco-católicos, armenios apostólicos y armenios católicos, maronitas, siro-ortodoxos y siro-católicos, y para mí esta variedad era una riqueza, pero no es fácil ser una minoría fragmentada. Ahora en Oriente Medio hay una situación de gran desafío y sufrimiento: guerras, terrorismo, pobreza, pandemia, inmigración… y el dolor une. Los cristianos rezan juntos, se ayudan mutuamente, pero también están abiertos a ayudar a los necesitados que están a su lado, y así descubrimos cada vez más que si intentamos vivir como Jesús, hay un mismo Cristo y un mismo evangelio entre nosotros (leer aquí entrevista completa).

Unidad de los cristianos: fundamento de la fraternidad universal

Hasta los últimos días de enero se celebró la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El tema, elegido por las Iglesias de Oriente Medio, insta a todas las comunidades a volver a los orígenes, a Cristo, única fuente de su vida. Para comentar al respecto, Monseñor Brian Farrell, secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos fue entrevistado por Vatican News.

-¿Cuál es la relación entre la unidad entre las Iglesias cristianas y la fraternidad universal y la paz en el mundo, que tanto reclama el Papa Francisco y que es tan necesaria hoy en día?

Gracias por esta pregunta porque la encuentro muy apropiada. Recordaremos que en la encíclica Fratelli tutti, ante un mundo confuso, dividido, un mundo en el que incluso hay tanto descarte de seres humanos, el Papa Francisco nos pide que soñemos y trabajemos por el renacimiento de un sentido de fraternidad universal que sería la consecuencia de un corazón abierto a todos. Este es, en mi opinión, el contexto adecuado para entender el ecumenismo y para entender las relaciones ecuménicas: se trata de que los cristianos pasen del rechazo mutuo, de la división y del conflicto a la comprensión mutua, al respeto, a la solidaridad y a la cooperación. Cuanto más se reconcilien los cristianos de las distintas Iglesias, más serán signo e instrumento de la unidad de la familia humana, de la fraternidad universal. Este es, según lo que nos enseña el Papa, el único camino para que se produzca la paz y la justicia, para que haya un futuro mejor para las generaciones venideras. La unidad de los cristianos, por tanto, es un factor indispensable para construir ese mundo futuro (leer aquí entrevista completa).

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Fuentes

Vatican News (2 y 3) / Foto: Consejo Mundial de Iglesias

Puntuación: 5 / Votos: 1

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