Abusos sexuales en la Iglesia: ¿Qué mejorar en el proceso de denuncia?
7:00 p.m. | 9 jun 21 (NCR).- Se han cumplido dos años desde que Francisco promulgó un decreto para la investigación y denuncia de obispos en casos de abusos sexuales y encubrimiento. Por primera vez se estableció un medio activo para que obispos y superiores religiosos asuman responsabilidad. La normativa se estableció con un periodo de prueba de tres años, y a falta de doce meses para tentar una versión definitiva, especialistas exponen sugerencias para afinar su funcionamiento. La necesidad de siempre incluir laicos expertos y de dar mayor transparencia y difusión a la evolución de los casos son las recomendaciones más resaltantes.
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En mayo del 2019 el Papa promulgó una nueva ley eclesiástica de gran alcance sobre la responsabilidad de los obispos, estableciendo un sistema global de investigación de las denuncias por abusos o su encubrimiento. Conocida como Vos Estis Lux Mundi (“Ustedes son la luz del mundo”), la norma se adoptó por un periodo de tres años “ad experimentum”. Después de dos años, está claro que el proceso -que implica que el Vaticano faculta a los arzobispos para llevar a cabo las investigaciones necesarias de manera local bajo el modelo de Vos Estis- requiere una mejora significativa.
En primer lugar, debería haber un aumento sustancial de la transparencia sobre qué obispos están siendo investigados, qué implican las acusaciones que se presentan y quién está investigando exactamente. En segundo lugar, hay algo que, tres décadas después de la crisis de abusos de la Iglesia, muchos habrían pensado razonablemente que el Vaticano debería haber entendido ya: los expertos laicos deben participar en todas las investigaciones. Y tampoco se puede olvidar la necesidad de claridad sobre la situación de los obispos destituidos tras una investigación.
El obispo Steven Biegler (EE.UU.), ha tenido una experiencia cercana con estas cuestiones. Poco después de ser nombrado para dirigir su diócesis en 2017, Biegler reabrió una investigación sobre las acusaciones de abuso contra uno de sus predecesores, Joseph Hart. Como informa el corresponsal Christopher White, la investigación de Biegler, dirigida por un abogado con experiencia en casos de abuso, encontró que las denuncias contra Hart eran “creíbles y fundamentadas”. Pero después de que Biegler remitiera el asunto a Roma, la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano determinó, sin la ayuda de ningún experto externo, que las acusaciones contra Hart no podían ser probadas.
Participación de laicos expertos
Aunque la investigación de Biegler sobre Hart comenzó dos años antes de que se promulgara Vos Estis, cree que la forma en que se manejó el caso ilustra lo que funciona bien -y lo que no- cuando se trata del proceso de investigación de obispos. Cuando Biegler comenzó la investigación sobre Hart, la diócesis contrató a un abogado que había investigado previamente más de 200 denuncias de abusos sexuales en Estados Unidos, incluso en muchas diócesis o arquidiócesis.
“Sabía cómo llevar a cabo una entrevista forense, y entendía cómo las víctimas de abusos cuentan su experiencia”, dijo Biegler sobre la experiencia del abogado. Además, las acusaciones de abusos fueron revisadas por el vicario judicial de la diócesis y su Junta de Revisión Diocesana, que incluye al vicario general y a tres hombres y tres mujeres laicos con experiencia profesional en el cumplimiento de la ley (incluido un juez), administración escolar, psicología y psicoterapia, y pediatría.
En cambio, la investigación de la Santa Sede fue dirigida por un obispo estadounidense licenciado en derecho canónico, que actuó como delegado de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y dos sacerdotes licenciados en derecho canónico como asesores. No se invitó a ningún experto externo a examinar las acusaciones, y Biegler dijo que cuando la principal víctima del caso fue finalmente entrevistada, fue sólo después de su insistencia. La entrevista fue realizada por un sacerdote abogado canónico. En marzo de 2020, Biegler escribió al obispo delegado animándole a consultar a expertos laicos externos.
Al no recibir ninguna indicación de consulta externa, Biegler dijo que compartió sus preocupaciones con un funcionario de la Congregación para la Doctrina de la Fe que le dijo: “Enviaré su mensaje a los superiores y recibirá una respuesta de ellos en breve”. “A día de hoy, no he recibido ninguna respuesta”, dijo Biegler. A pesar de sus críticas a la forma en que se manejó el caso Hart, Biegler dijo que cree que Vos Estis es un “gran paso adelante” y pone a la Iglesia en el camino correcto con la responsabilidad de los obispos.
“Vos Estis debería exigir que quienes participen en la realización de los interrogatorios, la evaluación de los informes de investigación y la administración de justicia tengan una formación especializada para participar de manera competente. Esto incluye a los investigadores, los defensores, los auditores, los delegados de los obispos, los asesores, los jueces, los fiscales, la defensa y el metropolitano responsable de un caso. Y, de todas maneras hay que reforzar la participación de los expertos laicos”, dijo.
Aunque las normas de Vos Estis prevén que los prelados puedan pedir a los expertos laicos que formen parte de las investigaciones contra los obispos, no lo exigen, ni a nivel local ni en el Vaticano. Esta es una omisión grave. Dada la desconfianza que la Iglesia se ha ganado en estas décadas, muchos no confiarán nunca, con razón, en un proceso que no incluya, por defecto, a expertos laicos.
Transparencia en la investigación
En marzo de 2020, Thomas Johnson, un funcionario designado por la corte en la Arquidiócesis de Minneapolis (EE.UU.), anunció los incumplimientos de la Congregación para los Obispos del Vaticano con respecto a Vos Estis en relación con el ex arzobispo John Nienstedt. Después de que el actual arzobispo insistiera con el caso, el Vaticano no tomó una decisión en 30 días, que es el requisito establecido en Vos Estis. Más de un año después de que el caso fuera enviado la Santa Sede, Victoria Newcome Johnson, que sucedió a su difunto marido en el cargo de funcionaria, dijo que ha recibido la confirmación de que una investigación de Vos Estis está ahora en marcha por parte de un delegado episcopal cuya identidad sigue siendo desconocida para ella.
Newcome Johnson dijo que Vos Estis ha elevado el listón de la responsabilidad y, en algunos casos, la participación de investigadores externos experimentados ha resultado fundamental. Sin embargo, también se preguntó por qué la ley no exige que los obispos se aparten mientras se les investiga y cree que hay una falta de transparencia a la hora de saber si se está llevando a cabo una investigación.
En los dos años que el nuevo proceso de Francisco ha estado activo, no ha habido exactamente ningún anuncio del Vaticano sobre qué obispos están siendo investigados. Gracias a algunas revelaciones por parte de las diócesis locales y al trabajo de los periodistas (descontando los artículos de los blogs que no tienen fuentes), sabemos de al menos seis investigaciones. Pero ninguna ha sido anunciada adecuadamente, y las actualizaciones de estado son escasas.
Esta escasez de apertura se debe probablemente a las estrictas disposiciones del Código de Derecho Canónico para la protección de la reputación de las personas contra los ataques ilegítimos. Y es posible que el Vaticano no quiera comentar las investigaciones hasta que no hayan superado su fase inicial, con un cierto conocimiento de los hechos. Pero, al pueblo de Dios se le debe un aviso cuando uno de sus pastores está en el banquillo de los acusados por posible abuso o encubrimiento. Y, paradójicamente, la falta de transparencia sobre las investigaciones en curso de obispos individuales perjudica la reputación de todos los prelados. Por el momento, cualquier página web puede afirmar que un obispo está siendo investigado, incluso sin pruebas. ¿Quién podrá decir que se equivoca?
La religiosa Sharon Euart, ex secretaria general asociada de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y destacada canonista, sugirió que la Santa Sede “hiciera uso de un cuerpo de expertos similar a las juntas de revisión diocesanas” que se utilizan en Estados Unidos. “En el caso del obispo Hart, el obispo delegado optó por no recurrir a expertos cualificados”, dijo. “Podría haber optado por hacer una investigación adicional o consultar a expertos. Como no lo hizo, es evidente que el lenguaje no es lo suficientemente fuerte. Al final, el proceso fue inadecuado, y la credibilidad de la Iglesia se vio comprometida”.
A lo largo del próximo año, se seguirá discutiendo sobre qué hacer cuando el documento llegue a su fecha de caducidad. Euart dijo que el proceso de revisión para el final del período experimental “normalmente implicaría algún tipo de consulta, especialmente con las diócesis, los obispos y los institutos religiosos que utilizaron los procedimientos del motu proprio sobre lo que hay que cambiar, lo que hay que mantener y lo que hay que eliminar”.
Le gustaría ver “una consulta global” para hacer un balance de la experiencia de los dos últimos años y cree que una modificación debería implicar un esfuerzo conjunto de la Congregación para los Obispos, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y la Congregación para la Doctrina de la Fe. “Creo que el documento es valioso”, dice Euart. “Pero, creo que se necesita trabajar en varias mejoras”.
Antecedentes Buena Voz Noticias
- Francisco: Normas antiabusos para la Iglesia universal
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- Manual paso a paso del Vaticano para casos de abuso sexual
Fuentes
Artículos “Pope Francis’ process for investigating accused Catholic bishops clearly requires reform” y “Vos Estis expires in one year. What works and what changes are needed in version 2.0?”. Publicados en el National Catholic Reporter / Foto: TRT