Arzobispo de Lima: “Maduremos y salgamos a servir a los demás”

11:00 a.m. | 12 jun 20 (AL).- En la homilía para la Solemnidad de la Santísima Trinidad, Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, resaltó actitudes que deben ser prioritarias para los católicos, más aún en tiempos de pandemia. Explicó que para ser una sola familia humana es indispensable “poder desechar todo aquello que impide la hermandad entre nosotros”.

También se refirió al asesinato de George Floyd, un caso de violencia exacerbada por el racismo. Nosotros “estamos llamados a defender la dignidad humana… a saber entender y comprender la grandeza de cada uno, y así construir un mundo distinto”. Ese mensaje se ve reflejado en iniciativas del arzobispado en plena pandemia, muchas dirigidas por laicos, como ayuda humanitaria a los más vulnerables, y también servicios de acompañamiento psicológico y espiritual.

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“Hermanos y hermanas, maduremos nuestra fe en el Dios que es Padre, Hijo y Espíritu porque es comunidad y nos exhorta a que cada uno de nosotros, penetrados por la fuerza del otro, acudamos a servir al otro”, comentó Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú durante la homilía en la Solemnidad de la Santísima Trinidad.

“Hermanos y hermanas, hemos empezado nuestra misa el día de hoy cantando ‘no vayas triste en soledad’ y eso no solamente es un aliento y una idea que nos brota a todos de no estar solos, sino que nuestro Dios no es soledad sino comunidad, el Dios que nos ha revelado a Jesucristo en forma definitiva, es un Dios comunidad solidaria, es una familia, y por lo tanto, como miembros de la familia, el Padre ama al Hijo, el Hijo ama al Padre, y los dos en ese amor hacen posible también que el Espíritu Santo pueda guiar toda la humanidad que ha sido creada a imagen y semejanza de ese Dios”, expresó Monseñor Castillo al inicio de su homilía.

Llamados a defender la dignidad humana y superar las injusticias

Para ser una sola familia humana es indispensable “poder desechar todo aquello que impide la hermandad entre nosotros, porque siendo creados a imagen y semejanza de Dios, estamos llamados a defender la dignidad humana, a procurar entre nosotros relaciones de amor y de amistad, a procurar superar las injusticias, a procurar superar el racismo, a procurar reconocer la dignidad de la mujer, a no prejuiciar de las personas, a saber entender y comprender la grandeza de cada uno, y así construir un mundo distinto, un mundo a imagen y semejanza del mundo que el Señor creó”.

Refiriéndose al Evangelio de Juan (3,16-18), el Arzobispo de Lima recordó que Dios no ha venido para juzgar al mundo: “piensen ustedes la cantidad de cosas que tendríamos para ser juzgados, la cantidad de cosas terribles que hacemos incluso en medio de esta pandemia, como el asesinato de George Floyd –’me falta la respiración, no tengo aire, necesito respirar’ qué curioso que en este mundo en donde necesitamos tantas máquinas respiradoras otro ser humano le quita la respiración cruelmente, eso es el pecado, eso es el sentido de ideología que nos destruye, los prejuicios que se acumulan en nosotros y que destruyen la capacidad de comprender y de tener misericordia, y por eso no puede ser un hecho ejemplar para nadie, tenemos que quitar ese ejemplo de nuestra historia y criticar duramente las actitudes de ese tipo”– señaló.

“En nuestra patria también hay cosas de esa forma que son crueles cuando, en medio de la situación de la pandemia, subimos los precios de las medicinas y las escondemos para encarecerlas, eso significa que todavía no entramos en lo profundo de lo que somos, y nuestro Dios, el Dios que es amor, que es comunidad y no soledad, es el Dios que viene en nuestra ayuda para hacernos comprender que tenemos que desistir de todas aquellas cosas que son egoísmo y que no piensan en los demás”, agregó el Primado del Perú.

Una actitud egoísta que no considera a los demás

Tenemos costumbres de adolescentes que solamente se miran el ombligo –indicó Monseñor Carlos Castillo– el adolescente empieza a ser adulto cuando encuentra sus heridas y las enfrenta, no cuando llora todo el día por la herida, y reconociendo entonces sus límites, los acepta y reconoce también sus pecados y sus errores. En nuestro país se ha acumulado tanto infantilismo y frivolidad que, en el fondo, nos estamos olvidando de Dios con ello”.

“En este país ‘ensantando’ en donde todos rezamos y estamos muy unidos gracias a Dios, tenemos que profundizar esa fe para que madure, y madurar significa tener capacidad de pensar en el otro, de reconocer el valor del otro, como lo estamos aprendiendo estos días con todas esas disciplinas que tenemos que hacer para no contagiarnos, eso una manera de amar también”, precisó el Arzobispo de Lima.

Central Telefónica para el acompañamiento espiritual durante estado de emergencia

De lunes a sábado, el Arzobispado de Lima viene ofreciendo su Central Telefónica para la escucha y el acompañamiento espiritual. Son alrededor de 40 voluntarios al día, entre sacerdotes, religiosas y laicos, que atienden las llamadas del público para brindar un soporte espiritual en esta situación de incertidumbre que viven miles de familias por la pandemia del coronavirus.

Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar de Lima y responsable general de la Pastoral de escucha durante el tiempo de pandemia, ofreció detalles de la Central Telefónica de acompañamiento espiritual:

“Atención espiritual mediante llamadas atendidas desde la central telefónica del Arzobispado de Lima y transferidas automáticamente y con confidencialidad a teléfonos celulares de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos. Este sistema operaría desde una red de asesores y asesoras espirituales convocados por el Arzobispado, al cual podrían articularse otras iniciativas que ya se están en curso. Los asesores y asesoras serán convocados y tendrán protocolos y guías de acción pastoral que les den unidad y orientación común”, explicó en la carta que dirigió a la Iglesia de Lima.

La campaña que tiene como principal lema: “Lima ¡Levántate! Estamos contigo”, busca atender las necesidades espirituales de nuestro pueblo. En estos momentos de dolor, la Iglesia de Lima se levanta una vez más y se identifica con todos los cristos sufrientes afectados por la pandemia del coronavirus, y con todos los héroes anónimos que curan a nuestros enfermos, barren nuestras calles, y vigilan nuestra ciudad.

Parroquias de Lima: Iglesia de laicos y laicas, acción solidaria y acompañamiento psicológico

Desde charlas virtuales de acompañamiento psicológico hasta la implementación de un comedor popular dentro de la parroquia. Las comunidades de laicos de las Parroquias de la Arquidiócesis de Lima vienen trabajando arduamente y de forma organizada para repartir ayuda en las zonas más afectadas por la expansión de la COVID-19 en nuestra ciudad.

Parroquia San Roque: acción organizada con las comunidades de laicos y el Municipio

La Parroquia ubicada en Santiago de Surco viene trabajando conjuntamente con la comunidad de laicos que mantiene un registro de las zonas menos favorecidas: “las señoras de la comunidad ‘Legión de María’, por ejemplo, nos apoyan haciendo un mapeo de las zonas para reportar aquellas zonas y familias que tienen dificultades para llevar las donaciones. Hasta la fecha tenemos un padrón de 60 familias donde se reparten víveres donados por la comunidad y las entregas que reparte Cáritas Lima”, señala el Padre Ruben Enrique Risco.

El modo de organización también es importante en la Parroquia San Roque: “un representante de cada familia empadronada recogen sus canastas de víveres en intervalos de cinco minutos para evitar cruces o aglomeraciones – aclara Ruben Risco – también hacemos entregas a aquellos que no pueden venir por motivos de edad o salud”.

De igual manera, la Parroquia San Roque ofrece charlas virtuales vía zoom para todas las personas interesadas en recibir asistencia psicológica: “pensando en las palabras de aliento del Arzobispo de lima y en el bienestar de la comunidad, hemos iniciado un ciclo de charlas denominados ‘Palabras que sana’ a cargo de la psicóloga Alicia Salcedo Cárdenas, todos los jueves a las 8p.m.”.

Parroquia Santa Rita de Casia: organización con instituciones locales

El párroco Ignacio Reinares Pablo recurrió a la experiencia de sus laicos para organizarse en la recepción y distribución de víveres. Para ello se designó a una responsable de la acción solidaria, Diana Caldas, Secretaria del Consejo de la Parroquia Santa Risa de Casia.

Diana nos cuenta que con el apoyo de unos 15 voluntarios lograron preparar unas 520 bolsas de víveres para las familias más necesitadas de la zona: “nos comunicamos con la Presidente de la Apafa del Colegio Santa Rosa de Collanac para que nos facilite un padrón de familias de la comunidad campesina. Para evitar cualquier tipo de aglomeración decidimos solicitar el apoyo de la Comisaría de la zona y la Municipalidad, quienes garantizaron el orden para la repartición”.

Otras iniciativas:
Fuente:

Arzobispado de Lima

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Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

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