Sínodo – Jóvenes: Se debatirá “abiertamente y sin prejuicios” temas controversiales

5:00 p m| 29 jun 18 (VI/VATN).- Se presentó el documento de trabajo, Instrumentum Laboris, para la próxima Asamblea del Sínodo de los obispos, dedicada a los jóvenes. Parte de un análisis del actual contexto en el que viven las nuevas generaciones, para dar voz a las situaciones más difíciles y problemáticas. Los planteamientos se han elaborado desde varias fuentes, entre ellas destaca un cuestionario en línea que agrupa las respuestas de más de 100 mil jóvenes.

En el documento de 67 páginas y 214 puntos se reconoce una necesidad de abordar “abiertamente y sin prejuicios” temas controvertidos como jóvenes LGBT, el aborto, el matrimonio o la cuestión de género, sobre los que “los jóvenes ya discuten libremente y sin tabúes”. También se mencionan otras problemáticas que van desde el desempleo a las nuevas tecnologías, pasando por los desafíos de las migraciones, el trabajo precario y las drogas.

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El martes 19 de junio, tuvo lugar en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la conferencia de prensa de presentación del Instrumentum laboris de la XV Asamblea General ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 3 al 28 octubre, sobre el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. La conferencia contó con las intervenciones del Card. Lorenzo Baldisseri, Secretario General del sínodo de los Obispos, y Mons. Fabio Fabene, sub-secretario.

ENLACE: Conferencia de presentación del Instrumentum laboris

A continuación algunas nociones generales del documento. Luego, 20 líneas de acción que la revista Vida Nueva propone a partir del texto.

Los temas que aparecen en el Instrumentum laboris son los mismos que los jóvenes indicaron mediante el cuestionario en línea enviado en los últimos meses por la Secretaría del Sínodo. Todas las respuestas representan las fuentes primarias para el documento, además de las observaciones de las Conferencias Episcopales del mundo, de los resultados del Seminario internacional sobre la condición juvenil que se llevó a cabo en Roma (del 11 al 15 de septiembre de 2017) y del material reunido durante la Reunión pre-sinodal (del 19 al 24 de marzo de este 2018), en la que participaron alrededor de 300 jóvenes de los cinco continentes, a los que se sumaron otros 15 mil gracias a internet y las redes sociales.

-“Reconocer, interpretar, elegir”

El resultado es un texto de más de 70 páginas, dividido en tres partes (“reconocer”, “interpretar”, “elegir”), que configuran un único camino para identificar propuestas para los jóvenes de hoy y ofrecer sugerencias “no preconcebidas”. La premisa del documento, firmado por el secretario general del Sínodo, el cardenal Lorenzo Baldisseri, es muy clara: “No se trata de acumular datos y evidencias sociológicas, sino de asumir los desafíos y las oportunidades que surgen en los diferentes contextos a la luz de la fe”.

-Peligros y oportunidades del mundo digital

Entre los primeros desafíos indicados está, naturalmente, el del mundo digital. Son los mismos jóvenes los que afirman que “el impacto de las redes sociales en la vida de los jóvenes no puede ser infravalorado”. Claro, no se niega que “el acceso a instrumentos de formación en línea ha abierto oportunidades educativas para los jóvenes que viven en áreas remotas y ha hecho posible el acceso al conocimiento al alcance de un click”.

Sin embargo, la red a menudo representa “un territorio de soledad, manipulación, explotación y violencia, hasta el caso extremo de la dark web” o de las “falsas noticias”, la “difusión incontrolable de noticias inventadas mediante los medios de comunicación”, que crean confusión y desorientación. Sufren las consecuencias las relaciones humanas y sociales: “La maduración de la capacidad de una serena confrontación y de un diálogo con las diversidades queda obstaculizada”. Y no hay que olvidar que “los pastores y, en general, los adultos no logran comprender plenamente este nuevo lenguaje y tienen bastante miedo, al sentirse frente a un enemigo invisible y omnipresente que a veces es demonizado”.

-Las consecuencias “inhumanas” de una vida en línea: el caso de los “hikikomori”

Precisamente en relación con el “uso superficial de los medios digitales” y el consecuente “riesgo de aislamiento, incluso extremo”, se cita el fenómeno conocido con el término japonés “hikikomori”: casi desconocido en el Occidente, está bastante extendido en Asia e indica al número cada vez mayor de jóvenes que deciden auto-excluirse de cualquier relación social y de la vida pública, encerrándose en la propia habitación y pasando la vida detrás de una pantalla.

Es el mayor y más dramático ejemplo de “refugio en una felicidad ilusoria e inconsistente que genera formas de dependencia”. “A menudo –se lee en el documento– los jóvenes tienden a separar sus comportamientos en línea” con la manera en la que se comportan en la vida real.

“Es necesario ofrecer formación a los jóvenes sobre cómo vivir la propia vida digital”, porque, no hay que olvidarlo, “las relaciones en línea pueden volverse inhumanas”, puesto que pueden volvernos “ciegos a las fragilidades del otro” e “impiden la introspección”. Inhumanas porque provocan, a largo plazo, serios déficits cognitivos, como la “pérdida de memoria, cultura y creatividad y concentración”.

Otros efectos son la imposición de “una cultura y una dictadura de la apariencia”, “una engañosa realidad paralela que ignora la dignidad humana”, la fácil difusión de materiales pornográficos, “que distorsionan la percepción de la sexualidad humana por parte de los jóvenes”.

-El sexo y el cuerpo en todos sus matices

El Instrumentum laboris se refiere a la pornografía en el párrafo dedicado a la corporeidad y sus matices. La reflexión es profunda y, además de la sexualidad, se afrontan temas como las “perspectivas de integración cada vez más fuerte entre cuerpo y máquina”, cuyo ícono son los “ciborgs”, o bien la donación de óvulos y la maternidad subrogada (que involucra “preferiblemente” a las mujeres jóvenes), e incluso la “difusión de la fascinación por experiencias extremas”, incluso corriendo el riesgo de perder la vida, “como ocasión de reconocimiento social o experimentación de fuertes emociones”.

Se indican algunos fenómenos sexuales relativamente nuevos, como “la sexualidad precoz, la promiscuidad sexual, la pornografía digital, la exhibición del propio cuerpo en línea y el turismo sexual”, que pueden “desfigurar la belleza y la profundidad de la vida afectiva y sexual”.

-La Iglesia y la moral sexual: ¿quién la sigue?

Probablemente serán temas que encontrarán un amplio espacio en las discusiones sinodales de octubre, considerando que también los diferentes enfoques de los tantos jóvenes católicos y las indicaciones de la moral sexual de la Iglesia. Muchos, explica el documento citando estudios sociológicos, no siguen tales enseñanzas, otros las indican como “fuente de alegría” a pesar de “su impopularidad” y presionan para que se afronten “con mayor profundidad”.

-Teoría de género y homosexualidad

Las Conferencias episcopales, a pesar de que no ofrecen “soluciones o recetas” al respecto, afirman que “la cuestión de la sexualidad debe ser discutida más abiertamente y sin prejuicios”. Porque, como insistieron los jóvenes durante la reunión pre-sinodal, “las enseñanzas de la Iglesia sobre cuestiones controvertidas, como la anticoncepción, la homosexualidad, el aborto, la convivencia, el matrimonio, son fuente de debate entre los jóvenes, tanto dentro de la Iglesia como en la sociedad”. Entre estos temas también está la teoría de género, sobre la que los jóvenes “discuten con libertad y sin tabúes”.

En particular, “algunos jóvenes Lgbt”, se lee en uno de los puntos del texto, “desean beneficiarse de una mayor cercanía y experimentar un cuidado mayor por parte de la Iglesia”, mientras algunos Episcopados se interrogan sobre qué proponer “a los jóvenes que, en lugar de formar parejas heterosexuales, deciden construir parejas homosexuales y, sobre todo, desean estar cerca de la Iglesia”.

-La familia, entre dificultades, divisiones y fragilidades

En un contexto de constantes cambios, la reflexión se concentra también sobre el tema de la familia, entendida tanto como núcleo original que sigue “representando una referencia privilegiada en el proceso de desarrollo integral de la persona”, como uno de los “deseos y proyectos que los jóvenes tratan de realizar”, pero con esfuerzos debido a muchos factores externos económicos y sociales (como, principalmente, la falta de trabajo).

En el documento queda claro que hay “diferencias significativas en la manera de considerar a la familia”, entre quienes todavía están acostumbrados a los valores y a los roles de sus antepasados, quienes asisten a un “declive” de los modelos tradicionales y quienes viven un profundo “sufrimiento” debido a “dificultades, divisiones y fragilidades” de las familias. Al respecto, el documento alude al “aumento de familias monoparentales” y a la cuestión de la figura paterna, “cuya ausencia o evanescencia en algunos contextos, en particular occidentales, produce ambigüedades y vacíos que afectan también el ejercicio de la paternidad espiritual”.

-Jóvenes y adultos, una relación al revés

Una reflexión sobre la relación entre adultos y jóvenes, teniendo en cuenta los numerosos análisis sociales que se refieren a una inversión en la relación entre generaciones. “A menudo –se lee en el texto– son los adultos los que toman a los jóvenes como referencia hoy para el proprio estilo de vida, dentro de una cultura global dominada por un énfasis individualista sobre el proprio yo”. “Hacen falta adultos tout court“, pues “no están interesados en transmitir los valores fundamentales de la existencia a las jóvenes generaciones, que los sienten más como competidores que como potenciales aliados”. Y esto provoca que sea “más difícil para los jóvenes tomar decisiones definitivas”.

-Abusos y dependencias

Gran preocupación expresa el documento por la difusión “entre los jóvenes de abusos y dependencias de diferentes tipos (drogas tradicionales y sintéticas, alcohol, ludopatía y dependencia de internet, pornografía, etc.)”, así como de comportamientos nocivos como “el acoso escolar, la violencia y los abusos sexuales”. La causa la identificó el papa Francisco, citado en el texto: “en muchos casos, estas formas de dependencia no son consecuencia del ceder al vicio, sino un efecto de las dinámicas de exclusión”.

-El drama del desempleo y el fenómeno de los “ninis”

En relación con el tema del trabajo, cuya falta, según ha afirmado a menudo el Papa, es una de las graves plagas del mundo moderno, el Instrumentum laboris indica que para los jóvenes de los cinco continentes “tener un trabajo estable es fundamental (el 82,7%), porque implica estabilidad económica y realización, y posibilidad de realización personal (el 89,7%)”. El trabajo resulta “el medio necesario, aunque no suficiente, para realizar el propio proyecto de vida, como tener una familia (el 80,4%) e hijos”.

“En los contextos más pobres, el trabajo adquiere un mayor significado de rescate social, mientras su ausencia es una de las principales causas de la emigración al extranjero”. Pero también existen los llamados “ninis”, los jóvenes que ni estudian ni trabajan: el fenómeno en algunas zonas de Europa y del mundo es “alarmante”, indican los obispos, y exige “atención incluso en términos pastorales”.

-El trabajo informal y forzado: una nueva esclavitud

Como sea, las principales preocupaciones surgen cuando la tasa de desempleo es particularmente elevada. En algunas regiones del mundo se alcanzan picos que son “dramáticos”. “La consecuencia más grave no es de tipo económico, porque a menudo las familias, los sistemas de bienestar o las instituciones caritativas logran de alguna manera proveer las necesidades materiales de los desempleados.

El verdadero problema es que el joven que está sin trabajo tiene la utopía anestesiada, a tal punto que puede perderla”. Se instaura de esta manera ese mecanismo que lleva a “aceptar un trabajo que no respeta su dignidad: es el caso del trabajo informal –a menudo sinónimo de explotación–, del tráfico de personas y de las tantas formas de trabajo forzado y de esclavitud que afectan a millones de personas en el mundo”.

-La cultura del descarte: acoso, racismo, discriminación

Marginación, acoso, desigualdades y “discriminaciones debido al género, a la clase social, a la pertenencia religiosa, a la orientación sexual, a la posición geográfica, a la discapacidad o a la etnia” son temas recurrentes en el Instrumentum laboris, que denuncia la cultura del descarte de la que a menudo están impregnados los jóvenes que tienen comportamientos que producen “el “descarte” de otras personas o la degradación del medio ambiente” como consecuencia de “decisiones de consumo irresponsables”.

Sin olvidar que “a veces incluso algunos responsables eclesiales” aceptan tales maneras de “pensar y de actuar, contribuyendo a generar indiferencia y exclusión”. Los jóvenes son muy sensibles a estos temas, porque, señalan muchas Conferencias episcopales, “el racismo, en diferentes niveles, los afecta en diferentes partes del mundo”.

-Las mujeres discriminadas (también en la Iglesia) y los cristianos perseguidos

En el documento se acusan las “formas de discriminación que afectan a las jóvenes mujeres, incluso en ámbito eclesial”. Los jóvenes indican además que siguen existiendo “discriminaciones con base religiosa, en particular en contra de los cristianos”, tanto en contextos en los que representan una minoría, expuesta a violencias y presiones de quienes pretenden que se conviertan, como en situaciones “de elevada secularización”. La Iglesia, también mediante el Sínodo, se siente, por lo tanto “llamada a dedicar una atención específica a los jóvenes víctima de la injusticia y de la explotación “para reafirmar su dignidad personal “en contra de cualquier pretensión de negación”.

-Los jóvenes migrantes

En las categorías de marginación también están los migrantes, y un elevado porcentaje está constituido por menores no acompañados y chicos de edad escolar avanzada. “Muchos corren el riesgo de acabar como víctimas del tráfico de seres humanos y algunos desaparecen literalmente en la nada”, denuncia el Instrumentum laboris. A ellos se suman “los jóvenes de las segundas generaciones que experimentan dificultades en términos de identidad y de mediación entre las culturas a las que pertenecen”.

Si, por una parte, los obispos afirman que el fenómeno migratorio puede convertirse en “una oportunidad para un diálogo intercultural y para la renovación de comunidades cristianas que corren el riesgo de la involución”, por otro, muchos religiosos sostienen que “la migración de los jóvenes representa un empobrecimiento de capital humano, emprendedor y valiente en los países de origen”, así como “una amenaza para su desarrollo sostenible”.

-Desinterés y apatía por la Iglesia; los escándalos que le restan credibilidad

En el Instrumentum laboris se registra un general “desinterés” y una “apatía de los jóvenes en tema de fe (y del menor atractivo de las Iglesias)”, ambos debidos a las “dificultades de las grandes instituciones religiosas para sintonizarse con la conciencia moderna”, así como a los escándalos “sexuales y económicos” que han creado representantes eclesiásticos. Un gran obstáculo, por lo que los jóvenes “piden que la Iglesia refuerce su política de tolerancia cero en contra de los abusos sexuales dentro de las propias instituciones” y que apueste por la sobriedad y la transparencia financiera.

ENLACE: Instrumentum Laboris para el Sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional (completo)

 

20 líneas de acción del Instrumentum Laboris para el Sínodo de los jóvenes

Estructurado en tres partes, el Instrumentum Laboris para el Sínodo de los Jóvenes juega con los verbos “reconocer”, “interpretar” y “elegir” para analizar el contexto actual en el que se mueven tanto la Iglesia como la juventud para, a partir de ahí, presentar posibles líneas de acción que centren el diálogo de los obispos que se reunirán en Roma el próximo mes de octubre.

Entre estos temas que se ponen ya sobre la mesa de la asamblea sinodal se encuentran, desde la posibilidad de crear un Observatorio Permanente de la Juventud a promover una pastoral integrada que supere las parcelas que se pueden generar a la hora de trabajar en lo cotidiano.

1. Apostar por los jóvenes no es opcional

El documento señala en su primer punto cómo “el cuidado de los jóvenes no es una tarea opcional para la Iglesia, sino una parte sustancial de su vocación y de su misión en la historia”. Por eso, “se invita a la Iglesia a acompañar a todos los jóvenes, sin excepción, a la alegría de amor”.

2. Mirar más allá de la secularización

Aunque al hacerse eco de la realidad, se hace eco de la creciente secularización en distintos lugares del planeta, el texto plantea que “la secularización no parece afirmarse como el destino ineluctable de la humanidad”. Es más, se hace eco de una tendencia de “retorno a lo sagrado” que plantea como oportunidad ante lo que denomina “un nuevo paradigma religioso, descrito como poco institucionalizado y cada vez más líquido”.

3. Atender a los no creyentes

El Instrumentum Laboris valora el trabajo de las Conferencias Episcopales por recopilar las opiniones y reflexiones de los jóvenes. Sin embargo, se lamenta que de que “en general, se presta atención a los jóvenes que pertenecen a las realidades eclesiales y que están activos ahí, con el riesgo de considerarlos representativos de todo el mundo juvenil”, por lo que invita a tener una mayor amplitud de miras.

4. La pastoral vocacional no es “reclutar” sacerdotes

“Existe la necesidad de sentar las bases de una amplia pastoral vocacional juvenil capaz de ser significativa para todos los jóvenes”, sugiere el documento, después de ser consciente del “imaginario eclesial compartido” de que el discernimiento vocacional suele tener una “visión reductiva” que se dirige “exclusivamente al reclutamiento de sacerdotes y religiosos”.

5. Reflexionar sobre los “singles”

Resulta significativo y novedoso que el texto de la Santa Sede repare en aquellos jóvenes que “eligen permanecer solteros sin ninguna referencia a una consagración particular o al matrimonio”. “Dado su aumento numérico en la Iglesia y en el mundo, es importante que el Sínodo reflexione sobre este tema”, plantea.

Leer aquí las demás líneas de acción propuestas en una publicación de la revista Vida Nueva.

 

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Fuentes:

Vatican Insider / Vida Nueva

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