J.A. Pagola: ‘Jesús nos libera de imágenes mediocres y poco humanas de Dios’

6.00 p m| 26 jun 14 (VIDA NUEVA/BV).- El libro “Jesús. Aproximación histórica” del teólogo José Antonio Pagola, recibió el Premio a la Excelencia Editorial 2014 que fue concedido por la Association of Catholic Publishers (ACP) de los Estados Unidos. Siete años después de su publicación, Pagola revela en una entrevista de la revista Vida Nueva, que lo que más le conmueve son “los cientos y cientos de correos” de personas que le cuentan cómo, gracias a su libro, el encuentro con Jesús ha transformado sus vidas. Respecto a él, afirma, lo hizo más creyente.

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¿Aquí se cumple también aquello de que “nadie es profeta en su tierra”? ¿Qué supone este reconocimiento que acaba de recibir su Jesús por parte de la Asociación de Editores Católicos de los Estados Unidos?

Creo que no. En primer lugar, porque yo no soy profeta; y, segundo, porque mi libro ha sido muy bien acogido entre nosotros, sobre todo por la gente sencilla.

Este último reconocimiento me llena de alegría porque contribuirá a que la Buena Noticia de Jesús pueda ser difundida en lugares como Australia, Canadá, India… Al menos, eso me han dicho. Me alegra también por Convivium Press, que, siendo una editorial modesta, ha logrado en poco más de tres años llegar a la quinta edición de mi libro en un mercado tan complejo como el de los Estados Unidos.

¿Cómo asimila el éxito de una obra traducida ya a una decena de idiomas y con más de 120.000 ejemplares vendidos en todo el mundo?

Mira, yo soy hijo de mi madre. Sé quién soy. Eso que llamáis “éxito” me da mucha alegría y me estimula a seguir trabajando, pero no pasa de ahí. Lo que me conmueve son los cientos y cientos de correos que sigo recibiendo de todas partes, sobre todo de Latinoamérica, de personas que me dicen cómo se han encontrado con Jesús y cómo Jesús ha trasformado su vida, después de muchos años de indiferencia, agnosticismo e, incluso, de ateísmo militante.

Por ejemplo, me ha llegado el testimonio de alguna persona que había intentado quitarse la vida y ahora vive anunciando el Evangelio; prostitutas que, al terminar su jornada, se lavan y le dicen a Jesús que solo hacen su trabajo para alimentar a sus hijos; enfermos terminales que han muerto abrazados al libro y me dan las gracias por medio de sus viudas…

Anteayer recibí un correo de un ateo que me dice que, seguramente, no abandonará su ateísmo, pero que llora cada vez que lee el capítulo de la crucifixión y se pregunta por el misterio que se encierra en Jesús: me dice que Jesús le está haciendo más humano y más compasivo.

Más allá del fenómeno editorial en que se ha convertido, ¿a qué achaca esa gran acogida y el impacto que produce entre los lectores?

A Jesús. Su poder de atracción es increíble. A veces, los cristianos no sospechamos su fuerza humanizadora y liberadora, cuando es presentado de manera sencilla, con un poco de frescura y autenticidad. Jesús nos libera de imágenes mediocres y poco humanas de Dios, nos atrae a vivir como Él, haciendo la vida más humana, llena nuestra vida de alegría y de paz inconfundibles.

Es apasionante seguirlo de cerca. La crisis de las religiones cristianas no arrastrará a Jesús. Liberada de adherencias poco cristianas, la figura de Jesús crecerá. Solo Jesús salvará la fe cristiana. Esto es lo que yo siento por dentro.

¿Todo su atractivo reside en la figura de Jesús de Nazaret que nos descubre? ¿Qué parte de responsabilidad tiene también en ello la aproximación que nos hace el autor?

Lo más importante es que el autor no estropee mucho su figura. Al escribir el libro, he pasado muchas horas en silencio “conversando” con Jesús. A veces, como historiador, le he preguntado: “¿Quién eres tú, que has dejado tras de ti tantos interrogantes y conflictos? ¿Qué misterio se encierra en ti para provocar tanto amor y tantos rechazos?”.

Otras veces, como creyente, le he dicho con toda sencillez: “Jesús, y ahora ¿qué puedo contar de ti a la gente de hoy? ¿Qué es lo más importante? Enséñame a encontrar palabras buenas, claras, sencillas, para tocar el corazón de los hombres y mujeres de hoy, tan necesitados de aliento y de esperanza”.

Han pasado siete años ya desde que el libro viera la luz. ¿En qué medida estas “buenas noticias” de ahora resarcen de los malos momentos de sospechas y condenas vividos tiempo atrás?

Aunque casi nadie me lo cree, ya no recuerdo apenas nada de ese pasado tan sorprendente y curioso. Seguramente, es lo mejor que me podía haber pasado. No tengo por dentro ninguna herida. Es bueno sufrir alguna vez un poco por Jesús. Te identifica para siempre con Él.

¿Qué le ha dado (o le ha quitado) este “hijo” que no lo hayan hecho los demás?

Este libro me ha hecho más creyente. Ya no soy el mismo que empezó a escribir esta obra hace doce años. Jesús ha centrado totalmente mi vida. Solo me quiero dedicar a contagiar su Buena Noticia. Estoy convencido de que solo Jesús salvará a su Iglesia.

Así que sus futuros proyectos siguen pasando por la figura de Jesús…

Quiero contribuir con todas mis fuerzas a que en la Iglesia vivamos un proceso de conversión a Jesús y a su Evangelio. La renovación evangélica de la Iglesia a la que nos llama Francisco dependerá, en buena parte, del desarrollo de pequeños grupos y comunidades que se comprometan a actualizar hoy la experiencia primera que vivió junto a Jesús aquel primer grupo de discípulos y discípulas que escucharon su llamada y le siguieron. Para ello, estoy impulsando ahora los llamados ‘Grupos de Jesús’.

¿Y qué son estos grupos?

Su objetivo principal es vivir juntos un proceso de conversión individual y grupal a Jesús, el Cristo, ahondando de manera sencilla en lo esencial del Evangelio. Esto es lo primero y decisivo. Hacer juntos un recorrido que nos lleve a conocer mejor a Jesús, a reavivar nuestra adhesión total a su persona y a seguirlo colaborando con Él en el proyecto humanizador del Reino de Dios.

¿Se imagina por un instante que, como ha sucedido con otros títulos o autores, el Papa Francisco sugiera un día en público la lectura de su Jesús?

El Papa está haciendo algo mucho más importante. Todos los días, con sus gestos, con sus palabras y con su vida entera, nos está arrastrando hacia Jesús y su Evangelio. Me sé sus palabras de memoria. En octubre del pasado año, decía: El Papa no habla de aggiornamento o adaptación de la Iglesia a los tiempos de hoy. No se queda tampoco en recuperar el espíritu y las líneas de fuerza del Vaticano II. Nos dice que hemos de volver a Jesucristo, que “puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo”. Dice también que “hemos de volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio”.

Dicen que el Papa ha leído su libro…

De Argentina me llegan noticias de que Jorge Bergoglio fue uno de los primeros en comprar mi libro en la librería Claret de Buenos Aires, y sé que se lo regaló a un obispo amigo suyo, mientras aquí estábamos distraídos con la polémica. Si es así, me alegra profundamente.

Pagola reconoce la lucidez y valentía del Papa Francisco

A inicios de mayo, durante un foro sobre “Evangelii Gaudium” y el desafío pastoral de la Iglesia, Pagola en su intervención mostró su admiración por la “lucidez y valentía” del Papa Francisco ya que ha cumplido expectativas que hasta ahora eran “insospechadas” y ha creado “un clima nuevo”. En este sentido, recordó las palabras del Papa para advertir sobre la necesidad de participar en esta reforma: “Si no, seremos simplemente espectadores de un estancamiento infecundo de la Iglesia”.

Pagola explicó también que “el verdadero motor para volver a Jesús es volver a la fuente y recuperar la frescura del Evangelio para que el mensaje no se enrede en doctrinas”. En esta línea, recalcó una vez más las palabras del Papa sobre “los cristianos buenos que conocen el Evangelio de muy segunda mano, a través de predicadores y catequistas” y pidió “darle al Evangelio una oportunidad de contacto directo con los miedos y las esperanzas de la gente de hoy”.

Fuente:

Revista Vida Nueva

Puntuación: 4.67 / Votos: 6

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