El pecado capital de ‘Belleza Americana’

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4.00 p m| LONDRES 20 mar 12 (BV/THINKING FAITH).- Nuestro pecado capital en la cuarta película es a menudo considerado como un “pecado menor”, dice Rob Marsh SJ, pero haríamos bien en prestar más atención a la naturaleza real de la pereza y a los peligros de caer en su trampa. La Mejor Película de 1999, American Beauty (Belleza Americana) narra una existencia indolente y nos muestra una transformación ignaciana en su personaje central

Entre los pecados capitales, la pereza parece algo llevadero. ¿Que daño puede ocasionar un poco de pereza, el dormir frente al televisor con algún snack en la mano?

La pereza es un pecado realmente menor. Comparelo con la avaricia, la lujuria o la ira; realmente la pereza no va a ganar ningún premio como el pecado del mes. Los adictos a la televisión no buscan la dominación del mundo. No hacen la guerra o torturan inocentes. Ellos no traen abajo las economías mundiales. La pereza parece en el mejor de los casos un pecado de omisión. Incluso su correspondiente virtud, la diligencia, suena aburrida. ¿Quién quiere eso en su lápida – “Él fue diligente” ?

¿Por qué la pereza es un pecado capital?
Los monjes cristianos primitivos conocían la pereza por su nombre griego, la acedia (Trastorno mental caracterizado indistintamente por apatía o melancolía) y la acedia es un tipo muy parecida a la indolencia (Incapacidad de conmoverse o sentirse afectado por algo). En sentido espiritual, es evitar la alegría dada por Dios. En un sentido psicológico, es evitar al verdadero “yo” a favor de cualquier otra persona.

American Beauty empieza con Lester Burnham (Kevin Spacey), un ejecutivo de publicidad de Chicago y padre de familia de 42 años, narrando: “En menos de un año, estaré muerto. Por supuesto, todavía no lo sé. Y en cierta manera, ya estoy muerto”. Pronto nos damos cuenta del porqué: no se siente feliz. Su esposa Carolyn (Annette Bening) es una ambiciosa vendedora inmobiliaria a la que sólo le importa el éxito profesional (“Mi compañía vende una imagen y es parte de mi trabajo vivir esta imagen”), su hija Jane (Thora Birch) de 16 años es una típica adolescente apática que se queja de su padre por su falta de apoyo y está pensando en hacerse una cirugía de pechos, para levantárselos y dejar ambos a la misma altura. Lester comenta de ella: “Jane es una típica adolescente: enfadada, insegura y confusa. Me gustaría decirle que se le pasará, pero no quiero mentirle”. Jane y Lester no se han hablado durante meses. Lester se autodescribe como un perdedor, aburrido, alguien fácil de olvidar.

El climax de la película aparece cuando Lester se despierta del estado de acedia en el que se encuentra al ver a Ángela Hayes (Mena Suvari), la mejor amiga y compañera de colegio de su hija Jane. A pesar que las fantasias de ver a Angela desnuda y solo cubierta de petalos rojos, se pareciera mas a la lujuria, Lester comenta:”Es la cosa más rara”, dice. “Me siento como que he estado en coma durante veinte años, y estoy ahora está despertando”

La reacción de despertar ante la belleza de Angela es profundamente irresponsable. Renuncia a su trabajo, comienza a fumar droga, se compra un auto. Su esposa está furiosa y su hija avergonzada. Parece un paso más en la pereza, pero con la diferencia de que él comienza a disfrutar de la vida, se empieza a cuidar.

Me recuerda en algo a la conversión de San Ignacio de Loyola que después de leer sobre los santos y Cristo, quedaba en paz y satisfecho. Pero cuando terminaba de soñar despierto con una mujerque no correspondía su amor, se sentía inquieto e insatisfecho. Esto no sólo fue el inicio de su conversión, sino también al comienzo de su discernimiento espiritual, o discernimiento de espíritus, que se asocia con Ignacio y se describe en los Ejecicios Espirituales.

Los Ejercicios reconocen que no sólo la inteligencia, sino también las emociones y sentimientos nos pueden llevar al conocimiento de la acción del Espíritu en nuestras vidas.

Ignacio aprendió a confiar al sentir atracción, atracciones propias de Lester. No es casual que American Beauty se detenga en el papel revelador de la belleza.

A su manera, cada uno de los personajes de la película experimentala atracción por la belleza, que trata de diferentes maneras con la atracción, y el deseo – todos excepto el coronel que tanto ha suprimido su atracción hacia los hombres que cuando, por un malentendido, emerge, se vuelve violencia.

La redención de Lester viene en el momento preciso. Él tiene la oportunidad de cumplir su fantasía sexual con Angela, pero de un momento a otro despierta en él, un sentimiento paternal y descubre lo que realmente desea. Lo mismo cosa que ha estado evitando: su vocación de padre y esposo.

Este momento de epifanía ocurre cuando le han disparado, se ve su rostro muerto sobre un charco de sangre. Los momentos de belleza y felicidad en su vida aprecen narrados por la voz de su espíritu, expresando su gratitud por cada instante de su “poca vida”. Estas imagenes alternan con planos breves que muestran el impacto que su muerte tiene sobre cada uno de los personajes que lo rodean.

http://www.youtube.com/watch?v=DR0k51Gv7M0

Todos tenemos que despertar. Todos tenemos que cuidarnos. Los manuales de la pereza son creados en oposición a la virtud de la diligencia, pero American Beauty sugiere que el antídoto contra la pereza puede ser el deseo, incluso el deseo inadecuado, el deseo prohibido, francamente mal deseo. Lester Burnham se salva de la pereza por el deseo irresponsable que finalmente lo conduce a algo más delicado. ¿Es una visión demasiado optimista del deseo? Tal vez. Supongo que depende de la cantidad de fe que tenemos en “nuestra vida” y en el poder ver la gracia de Dios a través de la belleza para despertar nuestra alma.

Puntuación: 5.00 / Votos: 1

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