Archivo del Autor: ANIBAL QUIROGA LEON

Acerca de ANIBAL QUIROGA LEON

Profesor Principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Profesor Principal de la Universidad de Lima, Profesor de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas - UPC

NI UNA MÁS

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blog aql niunamenosA despecho de la nominación #NiUnaMenos, este título pretende decir lo mismo con una semántica quizás más coherente con su significado. Finalmente, como bien dijo una valiosísima mujer, #NiUnaMenos ya es un valor por sí mismo simbolizando –sin ninguna duda- la necesaria protesta por el innegable maltrato, dejación, machismo y violencia moral y física contra la mujer desarrollados a lo largo de la historia de la humanidad y que, en pleno Siglo XXI, en la era tecnológica más avanzada de la civilización, cuando casi ha sido posible explorar el universo, cuando la ciencia y su avance han logrado sus más altas cotas, resulta intolerable que aún subsistan atávicas condiciones de agresión y minusvalía a la mujer tan solo por su género.

Nacemos fisiológicamente diferentes. Pero convivimos en la misma comunidad entrelazados de manera inseparable ya que los unos sin las otras no podríamos desarrollarnos, ni tener progenie, ni dar curso a la esencia de la vida que sólo se logra cuando los géneros se encuentran y –por igual- dan lugar a la maravillosa y permanente generación de la vida. Por eso la igualdad se da en el plano de los valores, de los derechos, de las obligaciones, de las oportunidades y de los beneficios. No existe razón que permita sustentar lo contrario.

Pero no ha sido así: en el Perú la mujer adquiere el derecho al voto recién en la década de los ’50. Por más de 120 años nuestro sistema constitucional las ignoró como si no fueran parte de la comunidad política, como si su participación, importancia y aporte valiera nada. La Constitución española de 1978 privilegia la sucesión real en el hijo varón, aunque sea menor, sobre las hijas mujeres del rey. Por eso Felipe VI, siendo menor a sus dos hermanas, fue coronado rey y no Elena de Borbón. Pero la Carta española grita que todos sus ciudadanos tienen exactamente los mismos derechos en plena igualdad. Son las groseras contradicciones de la hora actual.

Subsisten comunidades donde las mujeres no pueden tener permiso de conducir. Las hay en que no pueden salir de su casa sin taparse la cabeza, como con vergüenza.  En una de esas –hace poco- un hermano dio muerte a su hermana invocando el “honor familiar” ya que no le gustaba su exposición en las redes sociales. Por alguna razón solo se habla de “trata de blancas” y no de “blancos y blancas”. Y, cuando se refiere a la explotación sexual, sólo las mujeres son las víctimas, nunca los hombres.

Uno de los primeros casos que Gonzalo vio como practicante,   en 1978, se trató de una mujer que –estando embarazada- había sido masacrada con particular sadismo por su pareja, lesionándola severamente hasta provocarle el aborto. El juez en primera instancia fijó en apenas 10,000 soles -de esa entonces- la “justa” reparación. Apelado el fallo por el agresor, la Corte Superior rebajó la condena a 5000 soles.

¿Subsiste el machismo? Sin duda; muchas veces soterrado, muchas veces escondido en una supuesta broma o sarcasmo, muchas veces refinado en el doble sentido, cuando no de modo abierto con grotescas expresiones. Es la cultura en la que nos hemos criado y que hemos bebido junto –cruel ironía- con la tibia  leche materna.

UN VOCERO POR FAVOR

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AQL-BLOG VOCEROComo ya lo habíamos señalado no hace mucho tiempo desde estas mismas páginas, la consolidación de nuestra democracia constitucional pasa, entre varios aspectos, por la urgente necesidad de que la Presidencia de la República cuente con una vocería oficial, tal como ocurre en muchos países (Chile, para no ir muy lejos) de manera que las comunicaciones oficiales se canalicen por allí, institucionalmente, protegiendo al presidente de los diarios diálogos con la comunidad política haciéndole incurrir en dislates, yerros y metidas de pata que no solo afectan innecesariamente a su figura y gobierno, sino que logran un efecto paradojal y una perversión política: la discusión va por los detalles y la anécdota y se pierden los grandes mensajes o importantes anuncios de la línea de gobierno o de las relaciones con los demás poderes del Estado.

Ahí están los resultados.  En menos de una semana de gobierno el Presidente ya ha tenido que disculparse, por sí o interpósita persona, por sus excesos verbales en la política (que serían nimiedades u obvias verdades si fuera un político común y corriente) adquiriendo mayúsculas dimensiones cuando se trata nada menos que del Jefe de Estado.

A contramano, en el estrenado gobierno se han decantado varios voceros(as) oficiales y oficiosos(as) que hablan de todo, que traducen todo y que todo explican.  Son un número indeterminado, logrando que -del otro lado- siempre haya una múltiple respuesta en una suerte de mata-gente con la figura presidencial al medio, a quien suben y bajan a su regalado gusto ya que sus propios adláteres, y su clamorosa falta de tacto político, le exponen como piñata.

A ello hay que sumarle el natural figuretismo que conlleva el ser “vocero” oficioso.  Todos los medios los llaman, la agenda de presentaciones siempre estará recargada y sus labores arrancarán muy temprano con los madrugadores  noticieros, continúan al medio día con los despachos, avanzan en la tarde con el resumen del día y culminan en la late show con las entrevistas nocturnas.  Total, dicen lo mismo y a cada rato, y se los puede ver todo el día desfilando de set en set, maquilladitos, creyéndose que así hacen la patria.  Y cuando se les acabe el rollo político, contarán sus intimidades, reales o ficticias, como para la ocasión.

Un importante productor periodístico se quejaba de dos personajes de la farándula política que todos los días le repasaban la plana antes de las 8 am, luego de revisar la prensa, autoinvitándose cotidianamente para comentar la noticia del día.  Ese es el síndrome que embarga la vocería oficial u oficiosa.  En verdad, flaco favor político y de imagen le hacen a quien creen representar.  Serán los que tengan la ultimita, que siempre despacharán “con el hombre”, el oráculo de la voluntad presidencial, los únicos que sabrán lo que pasa y los que siempre dirán: “mira, yo te voy a explicar cómo es la nuez…”

…la urgente necesidad de que la Presidencia de la República cuente con una vocería oficial, tal como ocurre en muchos países…

EL GRAN RETO

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AQL- BLOG EL GRAN RETOAl inaugurarse un nuevo gobierno democrático, hemos ingresado a un periodo histórico inédito en nuestra historia constitucional ya que –como lo señalamos hace tiempo desde esta tribuna, por primera vez entramos a un cuarto cambio constitucional consecutivo desde  el año 2000 en que el régimen autocrático y perpetuacionista –como varios en Latinoamérica con traza de seudorevolución- cedió paso a un gobierno de transición y, a partir de allí, a cuatro gobiernos democráticos pacifica y legítimamente elegidos por la mayoría del pueblo e instalados en el poder sobre la base de la Constitución.

Más allá de los infaltables sicosociales sobre alucinados “golpes de Estado” (incluyendo el no menos desopilante indulto a AFF de la semana pasada), lo cierto es que los periodos y protocolos constitucionales se han cumplido con rigor y, a despecho de las altas y bajas en el trabajo del JNE, nadie ha discutido los resultados oficiales que este año la ONPE entregó en tiempo récord, sobre todo contando con la dificultad geográfica del Perú y la diáspora de los compatriotas sufragantes en el extranjero.

Ahora en que pasó la embriaguez del la toma del poder, los saludos,  abrazos y sobonerías, se iniciará un gobierno que tiene por delante ingentes retos. En primer lugar, debe lidiar con un Congreso en que la oposición, picona por cierto, tiene una abrumadora mayoría y cuya demostración de poder se efectuó con la elección de su nueva presidenta: 87/130.  Con ese numeral esa sola mayoría, sin el Ejecutivo puede: modificar directamente y sin escalas la Constitución, nombrar al Defensor del Pueblo, a los Magistrados del TC y dar la legislación que le plazca.  También podrá acusar a cuanto funcionario desee, ya que el juicio en el Congreso no es jurídico, sino político; incluyendo la inhabilitación para la función pública, censurar Ministros, tumbarse por a un Gabinete, negar su investidura y hasta vacar al propio Presidente de la República por “incapacidad moral” para lo que no se requiere justificación ni fundamento, sino tan solo la fuerza del número de votos.  Que se los cuente el ex presidente Lugo en Paraguay, o la suspensa Presidenta Roussef en Brasil.

Ese es el gran reto: continuar nuestro desarrollo constitucional, profundizar nuestra democracia y sacar adelante al país con un eficiente Ejecutivo y una oposición híper mayoritaria que ya demostró su fortaleza y que se abstuvo -siquiera por cortesía- aplaudir las palabras del nuevo presidente constitucional.  Es decir, tiene sangre en el ojo.  A ello se sumarán los áulicos(cas) que, habiendo perdido su cuota de poder, ya empezaron a criticar ácidamente cuanto movimiento hace o hará PPK.

Luce difícil, sino imposible, pero estamos en el Siglo XXI con un país más desarrollado en su conciencia política y económica y que a diario tiene una mayor presencia fiscalizadora.  Habrá que hilar muy fino (el Ejecutivo) y andarse con mucha cautela (el Legislativo) si quieren tener viabilidad política en el recambio constitucional del 2021.

EL GOBIERNO DE LOS ECONOMISTAS

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AQL-BLOG EL GOBIERNO DE LOS ECONOMISTAS 20 JUL 2016Es sus clases un antiguo tributarista definía a los  economistas como “contadores sofisticados”. También decía: “los economistas dividen su tiempo en dos: en la primera parte pronostican el futuro; en la segunda se la pasan explicando por qué no acertaron en su vaticinio…”.

Maldades aparte, es cosa curiosa observar cómo en el gobierno que se instalará este 28 de julio sus principales autoridades son predominantemente economistas. Lo serán el Presidente de la República, su recién nombrado Primer Ministro, la segunda Vicepresidenta, y así…  Parecería que en la hora actual de la no política, de la ostensible debilidad de los partidos políticos, del declive de la ideología y de la presencia de un pragmatismo en que cuesta distinguir una opción de la otra y donde la izquierda ideologizada tiene un  espacio cada vez más acotado, prevalece una clara hegemonía economicista de la política, de la vida y de la sociedad, dejando de lado la retórica populistoide, el discurso inflamado, el verbo florido que parece decir mucho y no dice nada.  Hasta el metalenguaje de los abogados cuando trasuntan hacia lo político en nombre de la ciencia política.

Eso no es bueno ni malo. Tan solo es una realidad.  Hemos tenido gobiernos izquierdistas que fracasaron en sacar adelante al país. Gobiernos populistas que nos sumieron en el caos económico, la pobreza, la debacle de la inflación y la postración de nuestro desarrollo nacional.  Y gobiernos claramente ineficientes.

Se quiera admitir o no, desde se uniformizó el manejo económico hace un cuarto de siglo y desde que las reglas democráticas empataron con una estabilidad y rigor en el manejo de las arcas fiscales y el gasto público, el desarrollo ha sido sostenido, bien sea por la redefinición del rol del Estado en lo económico, bien sea por el impulso a la inversión privada, bien sea por la clarificación de las reglas esenciales para proteger la inversión privada, sea nacional o extranjera.

Mucho ha ayudado la llamada “constitución económica”, que no es otra cosa que el Capítulo Económico de la Constitución del ’93 que -casi transformado en cláusula pétrea- ha no ha podido ser tocado, modificado o manipulado, ni ha sufrido intento serio de cambio a despecho de quienes han hecho de su radical  alteración su principal bandera política.

Ahora la política doméstica y el manejo económico van a estar casi monopolizados por economistas como nunca antes se dio en nuestra historia.  Debemos suponer que los principales fundamentos de nuestra bonanza y riqueza serán maximizados en su rédito lográndose el ansiado desarrollo nacional sostenido y, sobre todo, un alejamiento tangible de los márgenes de pobreza, desigualdad y atraso que aún laceran nuestra realidad.

Claro, es con dinero que se compra la comida.  Y con dinero se compran los materiales -y se pagan los salarios de los profesores- para que se eduquen nuestros hijos.  Con dinero es que se provee la necesaria seguridad interna que tanta falta hace.  También con dinero se garantiza nuestra seguridad externa que, con 5 fronteras, nos debe tener siempre vigilantes para no repetir nuestra funesta historia del Siglo XIX, protegiendo nuestros recursos naturales, siempre apetitosos para los demás.

La oposición ha tenido la candidez de señalar que los líderes designados vienen de la “gran empresa”, a la que seguro beneficiarán; sin darse cuenta que una gran empresa significa un gran capital, grandes puestos de trabajo, mejores salarios, grandes impuestos, mayor tecnología, grandes mercados y un Estado más fuerte.  Una “gran rentabilidad” con la que ganamos todos.  ¿Tan difícil es entender de algo tan elemental?

No hay almuerzo gratis, se dice una en la economía moderna.  Y es verdad: en el mundo real nada es gratis, y la lucha contra la pobreza o la seguridad ciudadana tampoco.   Para lograr tan solo esos dos aspectos que nuestra sociedad clama necesitamos de una solidez patrimonial que solo un manejo adecuado de la cosa pública y de nuestra economía lo puede intentar con alguna posibilidad de alcanzarlo.

Confiemos en que nuestros actuales líderes políticos puedan afrontar con éxito el reto que se han autoimpuesto.  No quisiéramos que, al final, tan solo se la pasen explicando por qué no lograron cumplir sus metas que, al fin de cuentas, son también nuestros más grandes anhelos.

EL CONTROL CONSTITUCIONAL

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JURAMENTACION DE LOS SEIS NUEVOS MAGISTRADOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Nuestro control constitucional está repartido entre el Tribunal Constitucional (TC) y la Corte Suprema de Justicia de la República (CSJR) determinando un sistema mixto de control de la constitucionalidad.

Así fue perfilado por la Constitución de 1979(D), repetido con ajustes en la Carta de 1993 y desarrollado en el Código Procesal Constitucional (CPConst.). En los últimos 25 años, como consecuencia del notorio activismo del TC, su jurisprudencia y la herencia fujimorista (19902000), la posición de la CSJR ha declinado con evidencia y la faz del TC se ha levantado, como da cuenta la opinión pública. Eso no es bueno para nadie –aunque con algún infantilismo en el TC no se entiende así- ya que ninguna democracia constitucional se consolidará con un Poder Judicial (PJ) devaluado ante su sociedad, claudicante en el control constitucional.

Los constituyentes quisieron que el control sea mixto, entre un sistema americano de “judicial review” y un sistema europeo “concentrado”. Por eso tanto el PJ como el TC pueden hacer interpretación constitucional y ambos tienen posición en los instrumentos del control constitucional. El control de los reglamentos pertenece al PJ, en tanto que las contiendas de competencia y el control de las leyes pertenecen al TC. La mixtura resalta en las acciones de amparo, hábeas corpus, hábeas data y cumplimiento donde la responsabilidad es compartida: todas empiezan en sede judicial y pueden terminar en el TC.

Claro, el TC se ha irrogado ser el preferente intérprete de la Constitución pero, a despecho de lo que piensan sus magistrados, y lo que indebidamente dice su ley orgánica, eso no lo dice la Constitución. Y tanto los magistrados de la CSJR cuanto los del TC han juramentado, biblia en mano, cumplir el texto escrito de la Constitución.

Un connotado penalista al ver perdido un caso de extradición en que la CSJR autoriza el traslado del acusado al extranjero, acaba de “consultar” al TC si podía “revisar” la sentencia extradictoria del PJ. Un sonoro portazo fue la respuesta porque eso no es competencia del TC. Como tampoco es absolver consultas sobre diferentes tópicos de la constitucionalidad, como a veces políticos y funcionarios despistados suelen pedir.

El problema principal radica en que los magistrados de la CSJR no se sienten representantes de la defensa de la constitucionalidad y creen que ese terreno les ha sido parcialmente usurpado por el TC. Y los magistrados del TC –que suelen no tener experiencia forense ni en la justicia- se creen los únicos, exclusivos, excluyentes y omnímodos titulares del control de la constitucionalidad.

Esta interfase –entre la CSJR y el TC frente al control constitucional- es una tarea pendiente de construir apropiadamente. Ese es el reto de la academia, la docencia, la investigación y, ciertamente, de los propios actores en el PJ y en el TC.

Si a eso le sumamos el origen político en la designación congresal de los integrantes del TC que hacen aterrizar en el mismo a –algunos- sin preparación, sindéresis, madurez o cordura, y que luego generan una tormentosa la relación entre sí, complicándole la vida a su colegiado. ¿Quién paga los platos rotos de ello? El ciudadano común o las empresas, cuyos abogados simplemente representan sus derechos, que luego se verán afectados con sentencias dispares o fuera de la Constitución o con actuaciones manifiestamente arbitrarias, lo que evidentemente va contra la Constitución.

En un recientísimo caso, cuya sentencia ni siquiera se ha publicado, un voto singular fue filtrado a la prensa por los propios magistrados del TC interesados en petardear, al mejor estilo talibán, a sus propios colegas. Con una redacción inédita para un fallo constitucional y con lenguaje inapropiado, este voto singular más parece un ofensivo alegato de defensa del perdedor antes que una ecuánime e imparcial fundamentación jurídica. Allí se lee, con pésima redacción precedida de un huachafito epígrafe, que: “Con indignación, voto en contra de la (…) posición en mayoría del TC, porque considero con certeza, y sin ningún margen de duda, que por puros motivos subjetivos y amparándose en normas (…) citadas de modo incompleto, carentes de veracidad e irrelevantes para este caso, han otorgado un millonario beneficio tributario (…). No existe ley tributaria que así lo autorice, consagrando de este modo la “muerte” del legislador tributario(¿?), al haberse convertido el TC (…) en un legislador no diría activista sino irresponsable.” Y, así, otras lindezas. Tarea pendiente para el nuevo Congreso.

LO QUE LA CASA NO DA, LA POLITICA NO PRESTA

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AQL-BLOG LO QUE CASA NO DA...No cabe duda de que en la política los gestos cobran un importante valor, al punto que pueden preceder grandes éxitos o sonoroso fracasos.   El “manguerazo” de Belaúnde, el prolongado asilo de Haya de la Torre, la toma militar de la Brea y Pariñas a los 6 días del Golpe militar de Velasco, la inmediata devolución de los medios de prensa en el segundo mandato de Belaunde, los balconazos de Alan García y su floro, etc.

En este proceso post electoral mucho se ha escrito y especulado acerca de la tozuda negativa de Keiko Fujimori de reconocer y aceptar su derrota, saludando como corresponde a PPK, aún cuando su triunfo electoral haya sido apretado.  En el límite, en la rayita, con las justas, pero legítimo triunfo al fin de cuentas.

Su actitud da cuenta de una piconería, de una negación de la realidad, de falta de reflejos políticos y de la ausencia de esa madurez y solera que preceden a los verdaderos líderes políticos, ciertamente cuajados.  Ha quedado mucha sangre en el ojo y una gran frustración por haber perdido una elección en la línea de meta, por una nariz, cuando todos los hados parecían sonreír anunciando triunfo que nunca llegó.

Los extremos siempre se tocan. Es una paradoja. Los fujimoristas siempre criticaron que Mario Vargas Llosa no reconociera el triunfo de un desconocido rectorcito de una universidad nacional cuando le ganara al connotado escritor las elecciones de 1990, y que esa piconería dure más de un cuarto de siglo.  Ahora, al negarse a aceptar el triunfo de PPK, negándole un saludo personal -en gesto político que ennoblece más al derrotado que al triunfador- KFH termina haciendo lo mismo que ha criticado en MVLL respecto a AFF.

Si parafraseamos el dicho: “Lo que natura no da, Salamanca no presta”; podríamos decir también que lo que no se ha enseñado en casa, lo que no se ha aprendido en la escuela de la vida, la política activa (con sus connotados asesores) no presta.  La mezquindad del gesto noble y civilizado, la ausencia de una derrotada KFH estrechando la mano de un legítimo ganador como PPK solo termina rebotando contra élla y –aunque no lo quiera ver ni percibir- solo termina legitimando el ajustado triunfo de PPK demostrándole al elector que, finalmente, no se equivocó.

Cuando después de 3 intentos, finalmente el Partido Popular de Aznar le ganó las elecciones españolas al PSOE de Felipe Gonzalez –también dueño de un excelente floro-, éste expresó: “Nunca un triunfo ha sido tan amargo, ni una derrota tan dulce…”:.  Pero, en ningún caso, negó el saludo del triunfo a su oponente.

En la campaña electoral hubo un momento que pudo significar un punto de inflexión que bien pudo haber inclinado la balanza en uno u otro lado, y que ni PPK ni KFH vieron porque ambos tenían empañados los ojos con la sangre que dejó la virulencia del primer debate presidencial.  Fue cuando ambos coincidieron en el aeropuerto de Piura, cada uno hacia un nuevo destino, sin que ninguno de los dos ose saludarse, pese a estar separados el uno de la otra tan solo por escasos metros.

Si KFH se hubiera tragado el sapo y, dando un golpe de mano, le ganaba la iniciativa cruzando el hall del aeropuerto para estrechar la mano de un sorprendido PPK, hubiese enviado una imagen política imborrable e innegable.  Por otro lado, si un cazurro PPK, caballero él, cruzaba ese hall primero y le ganaba la mano a una sorprendida KFH estampándole un sonoro beso en el cachete, hubiese enviado, urbi et orbi, una imagen política inenarrable que le hubiese facilitado el angustioso triunfo final.  Piña;  los dos no la vieron y perdieron una oportunidad de oro de desplegar un gesto político de tolerancia, de democracia y del buen hacer que es, finalmente, lo que el político trasunta, como ejemplo de vida, hacia el ciudadano.

Al final de cuentas nada en la vida del político queda en la esfera privada y todo pasa a ser dominio público.  No se le permite ser rencoroso, ni vengativo, ni debe llorar en público. Sólo sonreir, aunque se cueza por dentro.  No debe permitir que sus filias o fobias se perciban fuera de su íntima esfera.  Así deben estar hechos los políticos, sobre todo si quieren tener perdurabilidad, verdadero liderazgo y desean intentar el campeonato el 2021.

¿AUN NO TE HAN LLAMADO?

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AQL-BLOG AUN NO TE HAN LLAMADOEn estos días de efervescencia post-electoral, es deporte nacional desentrañar quiénes serán los nominados para el Ejecutivo de PPK y, sobre todo, quién será su primer presidente del consejo de ministros.  No deja de llamar la atención la fruición con que la clase política, alimentada por la prensa, desea decodificar los enigmas de PPK en la conformación ministerial.   Se podría pensar que se quisiera determinar cuál será la línea a seguir o cuál el derrotero a emprender.  Pero lo que en verdad sucede es que se desea adivinar esos nombres para -por un lado- empezar el canibalismo político lo más prontamente posible rebuscando entre los esqueletos, propios y ajenos, escondidos en sus clósets y – por el otro- para quemar la nominación de los prematuramente adivinados, lanzando otros nombres.

Es una noria que se mueve inexorablemente en cada recambio ministerial y, con  mayor razón, ante un cambio de gobierno, lo que poco ayuda a nuestra frágil institucionalidad democrática.  Como provenimos de una sociedad de raigambre virreinal, los chismes y las bolas están a la orden del día.  Lo mismo ocurre con el desfile de currículums de quienes son vendidos, o se venden a sí mismos, como futuros ministeriales.  No son pocos los que sueñan, se ilusionan y se prueban ante el espejito el ansiado fajín ministerial sintiéndose imprescindibles en el círculo de la confianza de PPPK y sus adláteres.

Por ello, la pregunta de cajón que en los mentideros políticos resuena como sonsonete es: ¿Aún no te han llamado?  Si te han llamado del entorno de Mechita, o del grupete de Vizcarra, y de la collera de Gilbert estás en algo.  Si no lo han hecho, estás en nada. No pasa nada contigo y deberás contentarte con ver el recambio ministerial en la TV de la sala de tu casa y no desde el Hemiciclo o el Salón Dorado como protagonista de la noticia.  Esa es la diferencia: ser protagonista de la noticia o testigo amargado, silente y envidioso de la noticia.

Hay puntos intermedios en las escalas hacia el poder.  Está la influencia de Susana, que es cercanísima.  Chacho, que sin duda alguna lleva la vocería del grupo político, antaño con Toledo, hogaño desgañitándose por PPK,  fungiendo como su principal actor político y alfil del nuevo gobierno PPKausa.  Juanito, gran operador político de filuda lengua que habiéndose ceñido el fajín con Toledo, hizo oportuno mutis y abandono de una nave semihundida convirtiéndose en una political stars de PPK.

Eso es lo que mata nuestra política.  La gente no es buscada ni por su calidad, ni por su capacidad, ni por su preparación, a despecho de lo que siempre se esgrime y dice en todas las campañas, sin excepción.  Son buscados por ser cercanos al amigo, estrechos colaboradores de los colaboradores, amiguísimos de la mano derecha y oferentes de una lealtad que luego se verá entibiada conforme pase el tiempo y cambien los vientos.  Sin partido  ni institucionalidad, el movimiento político se convierte en un club de patas no necesariamente afín entre sí que empezará a fracturarse conforme afloren los intereses y las sempiternas mezquindades.

¿Y la patria? ¿Y la nación? ¿Y el gobierno del Bicentenario de la patria?  Bien gracias. Primero mis apetitos, mis filias y fobias, luego mi familia, siguiendo por mis intereses y finalmente, si alguito queda, para la sociedad a la que se prometió de todo en la campaña, pero a la pronto se abandonará una vez consolidado ese poderoso afrodisiaco que es el poder.

Hay que confiar en que, precisamente, la no experiencia partidaria de PPK, su larga y exitosa experiencia empresarial que de consuno otorgan una natural inteligencia, preparación y la sabiduría de sus años le permita alejarse de estos pequeños intereses, permitiéndole hacer un gran gobierno que será para beneficio de todos y no de unos cuantos aventureros de última hora.

Entretanto hay que dejar de esperar la llamada de Mechita, Susanita, Chacho, Juanito, Martín, Gilbert o cualquiera otro que se irrogue la titularidad del círculo de la confianza, dejando a PPK en la potestad de nombrar en su momento a quien deba hacerlo por sus capacidades y contribución, para lo que no le corre prisa alguna. Los apresurados (CV en mano) serán los desesperados interesados en su cuota del poder y los medios que quieren ganar primicias y necesitan llenar las  notas de cada día.

JEFE DE ESTADO-JEFE DE GOBIERNO

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AQL-JEFE DE ESTADO - JEFE DE GOBIERNOLa Constitución de 1993 en vigencia, repitiendo y mejorando el modelo de su antecesora de 1979(D), recoge un modelo presidencialista atenuado donde el Presidente de la República es, al mismo tiempo, jefe del Poder Ejecutivo, jefe de Estado, representa y personifica a la Nación. Pero, al mismo tiempo, reconoce la figura del presidente del Consejo de Ministros (premier) quien, como jefe del gabinete ministerial, es designado libérrimamente por el Presidente de la República y propone a éste el nombramiento de los demás ministros. Por lo menos, es lo que en papel dice…

El premier debe pedir el voto de investidura al Parlamento dentro de los 30 días siguientes a su nombramiento a fin de exponer y debatir la política general que el Ejecutivo habrá de desarrollar describiendo las principales medidas que adoptará su gestión, haciendo de ello “una cuestión de confianza”. Alcanzada esta, proseguirá su camino hasta que sea renunciado o censurado.  De no lograrlo se produce una “crisis total del gabinete” debiendo renunciar de inmediato, dando paso a que el Presidente nombre a un nuevo Premier y, con éste, a un nuevo gabinete en el que algunos ministros pueden repetir el plato, no así el Premier ya que en él recae la negación de confianza.

Esto tampoco nos hace un régimen parlamentario pero nos acerca a los controles inter-órganos (al decir de Loewenstein) activados por la Constitución entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Esto pone nuevamente sobre el tapete la necesidad de contar con un “Jefe de Gobierno” diferente del Jefe de Estado. Es decir, la necesidad de tener a un Premier empoderado con más control y protagonismo en el manejo del Ejecutivo, dejando en una línea posterior, para las grandes decisiones, al Presidente, preservando y protegiendo su figura y evitándole un innecesario desgaste ya que no debe estar en la inauguración de un caño de agua, ni en la primera piedra de una escuela rural, tampoco en la remodelación del Estadio Nacional, ni para la bendición de un nuevo avión de una línea aérea, ni –menos aún- en la apurada y falseta inauguración de un hospital inconcluso.

En la historia del Perú no ha sido fácil que nuestro presidencialismo aliente la figura del “Jefe de Gobierno” que proteja y sirva de eficaz pararrayos político de la labor presidencial. Desde los celos de Belaunde por la eficiente labor proactiva de Ulloa en su segundo mandato, hasta los diferentes primeros ministros anodinos, sin brillo ni lustre, escogidos (desde Fujimori en adelante) precisamente para no hacerle “sombra” al presidente, para no “opacar” su figura ni gestión, evitando crear un potencial competidor político y futuro candidato presidencial.

Ahora que es seguro que PPK será presidente tan solo un quinquenio, sin posibilidad legal ni real de continuación, en lo que será su último acto en la política activa (only one shoot), y habiendo madurado en algo nuestra clase política, es la oportunidad de replantearnos la necesaria y perentoria presencia de dos personajes: (i) Un “Jefe de Gobierno” que efectivamente sea tal, preservando y protegiendo al Presidente, siendo su principal ejecutor político, dejando la figura presidencial para los grandes tópicos del Estado evitando así su prematuro desgaste; y, (ii) Un “vocero presidencial” que evite que todos los días el presidente se vea asaltado por micrófonos, prensa e imberbes preguntones(as) que, siendo necesaria la labor de la prensa y la comunicación con el Presidente, ordene este trabajo, de parte y parte, precisamente para preservar la dignidad presidencial no solo de aquellas posiciones intransigentes y faltosas, sino también de exabruptos, molestias y naturales fastidios que luego le obliguen, de tanto en tanto, a pedir disculpas y a recular, o a alejarle, lo que también horada la prestancia del despacho presidencial. Como ocurre en lares democrática y políticamente más desarrollados.

Esto está perfectamente permitido y definido por nuestra Constitución, ¿Por qué no se ha hecho? Básicamente por el gran egocentrismo  narcisista que rodea el cargo presidencial y por los terrenales celos que hacen que el líder siempre esté rodeado, como Gulliver en Liliput,  de enanos que no le hagan sombra ni le opaquen, cuando precisamente el arte de gobernar es saber explotar del mejor modo, eficiente e inteligentemente, las potencialidades de los principales colaboradores haciendo resaltar las propias dotes de un verdadero líder. De eso se trata.

EL DELICIOSO PLACER DE TRAGAR SAPOS

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AQL COMER SAPOSEn tiempo relativamente rápido la ONPE ha validado el triunfo de PPK en la segunda vuelta que le llevará al Sillón de Pizarro (periodo constitucional 2016-2021). Mucha gente se ha quejado la presunta lentitud en la contabilización de los votos pero, en verdad, habiéndose cerrado el proceso electoral el domingo pasado, tener todas las actas procesadas para el jueves por la noche es tiempo récord. Lo que ocurre es que al ser tan estrecho el resultado, se genera natural expectativa para definir si la ventaja se ampliaba, si el suspenso continuaba o si la candidata lograba remontaba el inicial resultado adverso.

Como diosito es peruano, pese a no haber sido un candidato portentoso,  PPK recibió el mayoritario apoyo de la ciudadanía y –con una mínima diferencia- terminó ungido con el legítimo mandato de presidente constitucional a partir del 28 de julio. Pero apunta ser excelente estadista y ya se evidenció desde la noche del jueves mismo al dar su primera declaración como presidente electo.

Muchos se habrán de atribuir el éxito. En verdad la suerte, su calidad personal y el evidente antifujimorismo (más del que se había calculado tanto en el Bucaré, cuanto en la DIROES) han definido la balanza a favor de PPK. ¿Le hipoteca a los grupos que le han dado su apoyo? De ninguna manera, en la medida en que no ha pactado y ha sido un voto tan espontáneo como legítimo. ¿Le debe algo a alguien? A nadie, excepto a su electorado, que suma aritméticamente más de la mitad de los votos válidos. Y eso es suficiente para tener tras de sí un triunfo legítimo.

Algunos querrán ver en la ajustada diferencia una crisis de legitimidad, pero como enseña la experiencia del “balotaje”, de ordinario el segundo caza al primero y la tortilla se voltea en la segunda vuelta. Tal cual ha sucedido. Y si alguien cree que su legitimidad está afectada, no hay que olvidar que entre la primera y segunda vuelta PPK subió casi 30 puntos en la preferencia del electorado, así que su legitimidad es  indiscutible.

¿Qué hacer? Hay que llegar al consenso, que deja de ser necesario para convertirse en vital para nuestra democracia. Las elecciones terminaron y es hora de restañar las naturales heridas de toda campaña política. Finalmente la política no trata (no debiera tratar) de deglutir apetitos personales, sino del bienestar común que, al fin de cuentas, es el bienestar de nuestra nación y de la democracia.

Para ser un verdadero estadista se debe tener preparado el estómago para tragar con dulzura todos los sapos necesarios. En la historia reciente, luego de la cruenta persecución odriísta sobre los apristas -Haya de la Torre estuvo 2 años asilado en la Embajada de Colombia- pactaron en 1963 la Coalición APRA-UNO que le hizo la vida a cuadritos a Belaunde desencadenando el Golpe de Estado de de 1968. Luego de que Lourdes Flores en los ’80 acusara al presidente García en Diputados, y contendiera electoralmente, terminó dentro de su plancha presidencial dando lugar a la alianza APRA-PPC del 2016. Después de que tanto Rafael Rey, como Antero Flores, acusaran en el Hemiciclo a Alan García, terminaron arrodillados ante él aceptándoles carteras ministeriales. Y así por el estilo.

Cuentan que al finalizar una pasada segunda vuelta en que también un candidato se impuso a otra candidata, aquél pidió llamar a quien postulaba a la vicepresidencia en la fórmula opositora, ya que quería verlo de portero del Estadio Nacional. El opositor terminó aceptando la jefatura del IDP de manos de su contendor.

Los sapos también deberán de tragarse, quizás con menor entusiasmo pero en mayor cantidad, en la tienda de quien acaba de perder. Se avecina “la noche de los cuchillos largos” y quienes fueron postergados o no escuchados se levantarán de sus lápidas para exigir cuentas. PPK deberá agradecer la inicial intervención de Trelles, si bien en la pasada campaña, dejó en el inconsciente colectivo la frase de antología “nosotros matamos menos”. A renglón seguido una unánime estrellita para la Chacón (“AFF saldrá por la puerta grande” inaugurando la segunda vuelta), siguiendo por Ramírez y sus cuentas poco claras a pesar de la cual KFH lo tenía de llavero, continuando con Chlimper y sus audios truchos con que quiso quitarle hierro a la denuncia de “Cuarto Poder”. La cereza del pastel está reservada para Kenji quien, tampoco tampoco, terminó por sepultar las ilusiones de quien era nada menos que su lideresa (al menos en el papel) pero, antes que eso, su propia hermana. Qué bonita familia.