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Una buena sorpresa

Quiero hablar de Radio Ciudad Perdida, una novela que ya tiene 9 años desde que salió a la venta pero que recién me decidí a leerla hace unas semanas.

Aunque lo tomé con desconfianza, ya que últimamente estoy algo alejado de la literatura, debo reconocer que estoy gratamente complacido. Si bien había escuchado y leído algunas cosas sueltas de Daniel Alarcón, Radio Ciudad Perdida es, sin temor a equivocarme, una de las mejores novelas que un escritor peruano haya podido producir.

Radio Ciudad Perdida

Radio Ciudad Perdida

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Lo que hacen los mejores profesores universitarios (1)

Ken Bain escribe Lo que hacen los mejores profesores universitarios para presentar de manera amigable, clara y sencilla los resultados de su investigación sobre las mejores prácticas docentes a nivel universitario.

Lo que hacen los mejores profesores universitarios

Lo que hacen los mejores profesores universitarios

Aun cuando el tema es sumamente complejo, Bain logra presentar las ideas fundamentales con sencillez pero sobre todo recurriendo a ejemplos concretos de lo que hacen los mejores profesores universitarios.

En esta oportunidad los dejaré con una breve presentación sobre como Arnold Arons, docente de la University of Washington, trabaja 10 habilidades de razonamiento y hábitos de pensamiento que, para él y para el autor de este libro, constituyen el pensamiento crítico.

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Hace unos días acabé de leer Antropología del cerebro La conciencia y los sistemas simbólicos de Roger Bartra y esta noche estoy reiniciando, El efecto Lucifer El porqué de la maldad de Philp Zimbardo.

Es curioso pero había olvidado este fragmento de Zimbardo:

“Si hubiera escrito este libro poco después de acabar el experimento de la prisión de Stanford, me habría contentado con explicar que las fuerzas situacionales tienen más poder del que pensamos para conformar nuestra conducta en muchos contextos. Sin embargo, habría pasado por alto el poder aún mayor de crear el mal a partir del bien: el poder del Sistema, ese complejo de fuerzas poderosas que crean la Situación.”

Que tiene mucho que ver con lo que propone Bartra. Para hacerla corta, este autor propone que en la discusión sobre donde se ubica la conciencia, esa manida dualidad mente-cerebro no logra dar cuenta de fenómenos como la música, el lenguaje y la cultura. Así que Bartra propone que debe existir algo que esté más allá de lo que hasta ahora se ha planteado. Él sugiere que ese algo es un exocerebro: una suerte de estructura cerebral que se ubica fuera del espacio craneano, que se apoya en una serie de mecanismos que expanden las capacidades mentales tal como lo simbólico dentro de un plano lingüístico, expande la capacidad de razonamiento del hombre; más aun cuando las neuronas no trabajan con símbolos sino con señales.

Bartra sugiere que hay que considerar lo cultural como un factor de vital importancia para comprender la constitución de aquel núcleo de identidad personal, es decir, de aquel aspecto que nos hace ser quienes somos: la conciencia reflexiva. Somos en la medida que reflexionamos sobre nosotros mismos.

Pero ojo que Bartra no señala que la mente crea o se crea desde lo cultural. Solo propone que existe una posibilidad de ampliar nuestra comprensión de la conciencia si se va más allá de lo orgánico.

Al otro lado Zimbardo propone una estrecha relación -que de ninguna manera es causal- entre ambiente y comportamiento. Su frase es clara: existe fuerzas situaciones poderosas que pueden influir en el despliegue de la maldad.

Así visto, ¿cuando entenderemos que en realidad no somos tan perfectos como creemos?

 

Pedagogías invisibles.

Pedagogías invisibles. El espacio del aula como discurso

María Acaso

Editorial Catarata

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Lo que ocurre en un salón de clases, en el encuentro del docente con sus estudiantes, es de tal complejidad que aun cuando haya sido observado por diversos autores y desde múltiples dispositivos teóricos no se agota. De hecho, a partir de la lectura de Pedagogías invisibles. El espacio del aula como discurso, podemos comprender que muchos de estos dispositivos se limitan a ofrecer un marco de comprensión del quehacer educativo pero sin llegar a brindar pautas o herramientas para transformarlo.

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La guerra no tiene rostro de mujer

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“Yo he memorizado muchas de sus historias, para los nietos. Suelos contarles su guerra, la de ella, no la mía. Me he dado cuenta de que les parece más interesante. –Saul Guénrijovich desarrolla su argumento-: Yo tengo más conocimientos bélicos concretos, ella tiene más sentimientos. Los sentimientos son más vivos, más fuertes que los hechos…”

La guerra no tiene rostro de mujer  – Svetlana Alexiévich

Para la reciente ganadora del Nobel de Literatura, Svetlana Alexiévich, la historia sobre la II Guerra Mundial ha dejado de lado un fragmento importantísimo: el de la participación de los millones de  mujeres en los diversos cuerpos militares.

Esta participación constituye una memoria única pero con alto potencial disruptivo porque la experiencia de un evento tan cruel y desgarrador como los que ocurrieron en el frente oriental entre 1941 y 1945, dista mucho de la rigidez y estrategia militar que ha impregnado el relato oficial. Todo lo contrario. Las mujeres entrevistadas por Alexiévich ofrecen una mirada capaz de rescatar lo bello, lo sensible y lo humano en medio de las trincheras. Mención aparte merece los relatos sobre el amor en los tiempos de guerra.

Aquí un paréntesis.

En la historia del feminismo existe cierto consenso que reconoce dos grandes momentos de su desarrollo. En sus inicios, el movimiento feminista pugnó por alcanzar la igualdad en el plano de los derechos civiles. Las sufragantes, película que analicé en el post anterior, hace una buena presentación de esta etapa. El segundo momento, impulsado desde el psicoanálisis y el arte, se centra en la búsqueda de una voz propia, en la caracterización de la experiencia de ser mujer para darle un lugar en los diversos ámbitos del quehacer humano.

Entiendo que el trabajo de Alexiévich se enmarca en este segundo momento y por ello he de recomendar este libro.

Cartografías del pensamiento

¿Para qué sirve la filosofía?

Esta es la pregunta que guía la obra de Alejandro León Cannock y que intenta responder desde dos frentes. El primero se centra en la reflexión filosófica como herramienta para cuestionar y construir sentido a partir de observaciones cotidianas sobre la corrupción, el amor, el quehacer docente, la memoria y los viajes, entre otras. La segunda cuestiona los cimientos de la filosofía como discurso académico, enfatiza el potencial aporte de ésta a la vida misma y esboza los principios de la filosofía pop.

El mismo autor plantea que éste es un libro de filosofía para no filósofos. En este sentido se enmarca en la tradición de textos cuyo objetivo es iniciar al ciudadano de a pie o simple mortal en un campo de conocimiento especializado. Quien tenga una formación en filosofía, podría encontrar esta colección de ensayos como poco interesantes e incluso hasta aburridos. Quien no, también y es que Alejandro León Cannock comparte sus reflexiones que, en ocasiones y para ser amables, son poco interesantes. Algunas pocas son para el recuerdo. Recomiendo con especial énfasis las que he mencionado en el párrafo anterior. En todo caso hay que reconocer que el autor es coherente de principio a fin. En ningún momento hay una intención de cerrar ideas sino abrir interrogantes. Yo usaré la expresión de restar obviedad, de sospechar de lo transparente.

Cartografías del pensamiento

Me ha llamado la atención la mención a la filosofía pop y el esbozo de ésta como un discurso válido en la construcción de sentido. Coincido con el autor cuando señala que la filosofía ha perdido capacidad de aportar a la vida misma desde que pretendió constituirse en un discurso cerrado que valora al autor antes que a la idea, que prefiere ir por el camino seguro de la fundamentación de lo ya sabido antes que por su cuestionamiento. Encuentro las referencias del trabajo de filósofos como Deleuze, Onfray y Zizek acertada.

Si León Cannock logra lo que se propone, es algo que deberá responder cada lector. La intención con la que el libro ha sido escrito y publicado es obvia y se evidencia desde el inicio hasta el fin: hay que cuestionarse todo porque es la única forma de pensar. El resto es pura ilusión.

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