Feliz cumpleaños a… ¿ti?

¡Era su cumpleaños! Sonreía, a veces se tambaleaba producto de tanto alcohol, bailaba de cuando en cuando pero… ¿era feliz?
Los cumpleaños tienen eso: un mandado a la felicidad. Es, si cabe la comparación, como la Navidad o el Año Nuevo. Uno tiene que estar feliz a toda costa. No estoy diciendo algo nuevo, de hecho la comparación debo habérsela robado a alguien más.
Tengo dos hipótesis en torno a toda la parafernalia cumpleañera: a) puede que sea honesta y se festeja un año más de vida, un acto de fe por así decirlo o b) es un esfuerzo maníaco por acallar las voces de la melancolía, por darle vida a eso que se va muriendo.
Varias veces me he topado con personas que, al acercarse la fecha de su cumpleaños, caen en ese punto melancólico que hace difícil decir la edad que vamos a cumplir, que señala lo viejo que estamos, el tiempo que perdimos, las cosas que nos faltan. El día de sus cumpleaños, con unos tragos de más, pueden llegar a ser el alma de la fiesta.
¿Qué súbita transformación se ha producido? ¿En donde ubico mi escepticismo? ¿En el feliz (cumpleaños) o en la persona (a ti)? Aunque no lo tenga en claro el próximo año te daré un abrazo más fuerte que el de ayer.
Pd. Por cierto Navidad y Año Nuevo suelen son las épocas del año con mayor frecuencia de intentos de suicidio, intentos exitosos y accidentes vehiculares. Sino habría que preguntarle a Moe Szyslak de The Simpsons.
Pd. Unas horas después ella me ha dicho que se tambaleaba por el taco 9 y no por el trago. También me ha dicho que esta completamente de acuerdo.

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