Hace 3 años presenté W. Unos días antes había colgado mi primer post sobre el último libro que había leído. Sin embargo, para mí W nació ese 4 de octubre.
He escrito bastante y he dejado de escribir muchísimo más. He perdido la noción del tiempo y la he vuelto a recuperar hoy, mientras revisaba libros, correos y noticias. Ya han pasado 3 años, me he dicho, ¿cuánto tiempo más voy a poder con esto? Si por mí fuera no dejaría de escribir nunca. Hay tantas cosas que quiero decir que no me alcanzaría el tiempo.
Y al decir esto inmediatamente me he preguntado ¿A dónde apunta W actualmente? No lo sé. Para mí siempre ha sido un espacio personal, como un cajón de sastre en donde entra todo. Una conversación privada para todos. Es cierto que hay temas a los cuales vuelvo mucho: opino de todo un poco y me encantan los libros. Si veo una gran película me sentaré a escribir de ella. Muy pocas veces subo estos textos. Generalmente me quedo con lo que suele ser más cotidiano, como en las últimas elecciones.
A veces, muy pocas, algún amigo o amiga me pregunta si sigo escribiendo. Claro, respondo. Entonces me dicen que a veces entran a mi blog y no encuentran algo nuevo. Es cierto y me disculpo. Sucede que en ocasiones las palabras se quedan atrapadas en mis dedos y no salen. No puedo escribir.
Siempre me sorprendo por el número de visitas que tengo a diario. ¿Quiénes serán esas 80, 90 o hasta 100 personas que entran a mi blog? ¿Qué rostro tendrán? ¿Volverán? ¿Qué pasaría si les doy voz y palabras? Debo confesar que mis esfuerzos por entrar en contacto con quien entra a mi blog han sido un rotundo fracaso. Eso a veces me desconcierta porque me hace sentir que escribo en una habitación oscura.
Sin embargo, a veces recibo comentarios. Y me sorprenden, debo añadir, porque son muy amables y me invitan a seguir pensando y escribiendo. ¿Quién sabe? Quizá algún día cumpla con escribir mi novela.
3 años han pasado y quería tomarme la licencia de hablar sobre ello.
A veces pienso en cambiar de aires, en cerrar W y empezar un blog distinto.
También me apena leer –en algún lugar lo hice- que los blogs han muerto, que el Twitter lo ha matado. Aunque me han comentado que a veces escribo cosas en formato twitter no quiero ni pensar que estoy constreñido a unos cuantos caracteres. Y aunque no suela escribir mucho, quiero sentirme en la libertad de escribir poco.
En este ambiente le regalo un año más a mi blog.
Saludos,
J