23/10/10: EN DESACUERDO HASTA CON SU CARA

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Interesante y humoristico relato del Dr. Daniel Eskibel Consultor Poltico Uruguayo,que nos hara pensar en las proximas elecciones
Gianna

El escritor alemán Günter Grass fue Premio Nobel de Literatura en
1999. Cuando el Canciller Helmut Schmidt del Partido Social
Demócrata se postuló a la reelección, Grass lo apoyó aún sin ser
afiliado a su partido.

Y recorrió los lugares más conflictivos de Alemania, los de mayor
riesgo para la campaña electoral de Schmidt. Los lugares donde
podía encontrarse con las asambleas más ácidas, más duras, más
críticas. Allí fue a dar sus argumentos para la reelección.

En la boca del lobo
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El ex Presidente uruguayo Julio María Sanguinetti recorrió Alemania
junto con Günter Grass en aquella campaña por la reelección del
Canciller Schmidt. Y lo cuenta en una columna del diario El País de
Montevideo de octubre de 2009.

Sanguinetti se detiene especialmente a contar una intervención del
Premio Nobel en una gran asamblea universitaria. Y relata su eje
argumental. Allí, en medio de la polémica. En la boca del lobo.

¿Qué decía el escritor alemán?

1. Que al levantarse por las mañanas y mirar su cara al espejo no le
gustaba lo que veía.

2. Que escribía entre 8 y 10 horas diarias y que al final del día
apenas rescataba como aprovechable el 10 % de lo escrito.

3. Que por la noche se reunía con sus amigos y al discutir con ellos
concordaba en algunas cosas pero discrepaba en muchas.

4. Y remataba de un modo memorable: “Entonces…si no puedo estar
totalmente de acuerdo ni con mi cara, ni con lo que escribo ni con
mis amigos…¿cómo ustedes pueden pedir estar 100 % de acuerdo con
un partido político?”

5. Como conclusión Gunter Grass explicaba que a lo único que aspiraba
era a tener ciertas garantías de una actuación seria y razonable
por parte del candidato.

El Canciller Helmut Schmidt fue reelegido.

La crítica omnipresente
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Es cierto lo que dice Günter Grass. Nadie está completamente de
acuerdo ni siquiera con su propia cara. ¿Completa, total y
absolutamente? Nones. Ni con la totalidad de su trabajo, ni con
todas las opiniones de sus amigos y familiares.

Es la naturaleza humana.

Somos críticos, díscolos, rebeldes, inconformistas. Aprendemos a
decir NO antes que a decir SÍ. En buena hora, porque de no ser así
todavía estaríamos dibujando bisontes al interior de alguna cueva
oscura.

¿Quién podría, entonces, estar 100 % de acuerdo con un candidato a
Presidente, a Alcalde, a Gobernador o a Legislador?

La administración de la crítica
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Administrar esa crítica omnipresente pasa a ser, viendo las cosas
desde este ángulo, un elemento crucial en toda campaña electoral.

Nota: debe advertirse que donde dice administrar debe decir
exactamente eso. Administrar la crítica. No negarla ni perseguirla
ni extirparla ni confrontarla a cada paso.

Ahora bien: ¿qué es administrar la crítica en una campaña electoral?

Aceptar con naturalidad su existencia, sin enojos ni
desesperaciones.
Responder las principales objeciones de un modo razonable (dando
garantías).
No reclamar ni pretender una adhesión al 100 % de la propuesta
política como si de un inmenso e indivisible bloque de granito se
tratara.
Focalizar la campaña en unos pocos puntos clave, en unas pocas
ideas fuerza.

¿Simple? Sí.
Eso es bueno.
(aunque no sea tan fácil de hacer).

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