09/06/10: EL CANDIADTO IDEAL

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A continuación vamos a reflexionar juntos sobre cómo sería el candidato ideal, no olvidemos que el candidato es el recurso más valioso para las campañas políticas; él es el que está al centro de la campaña; él es la razón por la cual existe ésta y es el asunto principal a partir del cual el elector juzgará la campaña; un candidato inadecuado puede provocar la ineficacia de todas sus acciones y el desprestigio del partido por largo tiempo
Gianna

Que nos gusta más el candidato Autoritario o el Democrático, o una mezcla de ambos.
Enumeremos algunas características que nos darían confiabilidad den un candidato:
Credibilidad,
Experiencia en el cargo
Sinceridad
Capacidad de Comunicación
Seriedad
Transparencia
Integridad
Proximidad hacia el ciudadano
Sin embargo hoy con el boom del Marketing Electoral ,en las sociedades democráticas modernas, el problema de evaluar las virtudes de los candidatos que garanticen el mejor desempeño posible de los puestos públicos, se ha vuelto tan complejo como las propias tareas del gobierno, de modo que ahora las virtudes de un buen candidato no son necesariamente las mismas de un buen gobernante, pues la capacidad de comunicación persuasiva , determinante para el éxito de una campaña, no es suficiente para el manejo competente del gobierno. Por eso, en países como Estados Unidos y recientemente en nuestro país, han aparecido voces de alerta de que, más que políticos y estadistas, el sistema electoral se está produciendo muy buenos “campañistas”.
Deberá ser:”Un candidato que demuestre una absoluta firmeza al Estado de derecho,
a la legalidad
Todo país por intermedio de sus ciudadanos quiere alguien que represente unidad, reencuentro, concertación trato igualitario de todos los departamentos”.
Una persona que tenga identidad propia, discurso propio, que no base su liderazgo, en poses adoptadas o frases trilladas.
Existen detalles que nos acercan más a un determinado candidato. Algunos atributos: buen sentido del humor, capacidad para delegar, para hablar en público y para responder a preguntas difíciles; buenas relaciones con la prensa; facilidad para solicitar contribuciones; orientación hacia el trabajo duro; físicamente en buena forma; capacidad para el estudio rápido y habilidad para hacer sentir cómoda a la gente presentando una propuesta seria para el país o una alternativa. Pero no debe ser una persona que cree un instrumento electoral sobre la suela de sus zapatos, que fabrique un partido político para ser un caudillo.
Tendría que sumar a la mayor parte de los ciudadanos que hayan hecho oposición a en ese sentido, tendría que convocar a una parte del oriente y del sur del país tiene que tener una votación nacional. Pues la democracia en esencia es tener una pluralidad de visión y una audición para que haya una posibilidad de opción del ciudadano.
Sin embargo hoy con el boom del Marketing Electoral ,en las sociedades democráticas modernas, el problema de evaluar las virtudes de los candidatos que garanticen el mejor desempeño posible de los puestos públicos, se ha vuelto tan complejo como las propias tareas del gobierno, de modo que ahora las virtudes de un buen candidato no son necesariamente las mismas de un buen gobernante, pues la capacidad de comunicación persuasiva , determinante para el éxito de una campaña, no es suficiente para el manejo competente del gobierno. Por eso, en países como Estados Unidos y recientemente en nuestro país, han aparecido voces de alerta de que, más que políticos y estadistas, el sistema electoral se está produciendo muy buenos “Marketeros”. Un ejemplo cercano Cristina Kirchner
Mañana continuaremos con esta interesante reflexión para saber qué es lo que no queremos de un candidato

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