Trabajadores del Congreso podrían tener mejoras de salario en el 2016

Presupuesto. Además, servidores administrativos y jurisdiccionales del Poder Judicial y del Ministerio Público recibirán bonificaciones especiales

En la madrugada del sábado, con 54 votos a favor, 33 en contra y 4 abstenciones, el Congreso decidió aprobar el Presupuesto para el 2016, el cual asciende a S/. 138 mil 490 millones.

Tal como se adelantó, los estatales no tendrán ninguna mejora salarial y sus aguinaldos seguirán en S/. 300.

No obstante, se exoneró al Congreso del artículo 6 de la Ley de Presupuesto, a fin de que pueda aprobar mejoras remunerativas a sus servidores.

Además, se aceptó el pedido del presidente de la Comisión de Presupuesto, Teófilo Gamarra, quien solicitó que se incluya una bonificación especial para los trabajadores administrativos y jurisdiccionales del Poder Judicial (se encuentran en huelga) y el Ministerio Público.

También se aceptó la modificación del artículo 37º, mediante el cual se autoriza transferencias de recursos para atender requerimientos del Sistema Integral de Salud (SIS).

Respecto a la aprobación del Presupuesto, el economista Pablo Secada comentó que el presupuesto del 2016 es 6,4 veces mayor al de hace veinte años. “Gastamos mucho más, no mejor. ¿Se promueve más bienestar? Ciertamente no”, dijo.

Indicó que el Estado no promueve la competencia, ni corrige las fallas de mercado, tampoco promueve la equidad e incurre en todas las fallas de Estado que sistematizan la teoría económica.

“El proceso político que terminó la madrugada del sábado es uno de las más gráficos de la naturaleza del Estado. que genera y distribuye rentas. Una inmensa mayoría de congresistas actúa como si los fondos públicos fueran maná caído del cielo y hay que arranchárselos en juegos de suma cero”, criticó.

Otro que mostró su descontento fue el congresista Manuel Dammert, quien opinó que esta una ley de presupuesto privatista de los bienes públicos ya que endeuda más al país a favor de la plutocracia financiera.

Según el congresista, se desnacionaliza las fuentes estratégicas, como el gas y petróleo, acentúa la reprimarizacion de la economía y se recentraliza el 75 % del presupuesto en el Gobierno Nacional, que es manejado desde el MEF por los grandes grupos empresariales privados y debilita a municipios y regiones, así como congela las remuneraciones en la administración pública e impide los derechos laborales.

“No se contempla el fondo de promoción del gas natural domiciliario, lo que ahora quedará en manos del Ministerio de Energía y Minas”, señaló.

Claves

El cuarto tramo del incremento de remuneraciones para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se hará efectivo en diciembre del 2016.

Cabe resaltar que la serie de incrementos remunerativos empezó en diciembre del 2012.

En: larepublica

La reforma desde dentro: mejoras en el sector público [INFORME]

La calidad del servicio civil en el Perú ha mejorado en los últimos años, pero aún quedan grandes retos

El funcionamiento del Estado es tan bueno como la calidad de sus servidores públicos. Esta es, de cierta forma, la lógica detrás de la tantas veces demandada reforma del servicio civil. Desde el empleado de menor rango de una municipalidad distrital hasta el ministro de Economía, todos los funcionarios públicos son piezas fundamentales de la relación –explícita e implícita– entre el Estado y los ciudadanos. Por ello la competencia de los servidores estatales, los procesos que determinan sus labores y los sistemas en que se desempeñan tienen un impacto directo en los niveles de corrupción, pobreza, confianza gubernamental y servicios básicos de los que dispone cualquier sociedad.

En el Perú, la reforma del servicio civil ha sido una demanda constante a lo largo de diversas administraciones, pero es recién en los últimos años en que se ha empezado a adoptar un enfoque sistemático y de mediano plazo al respecto. En la medida en que el 41% de los ingresos tributarios se destina al pago del más del millón de trabajadores públicos distribuidos a lo largo de todo el país, el impacto de un cambio estructural positivo en la profesionalización del servicio civil no puede ser sino formidable.

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Infografía en: elcomercio.pe

Infografía en: elcomercio.pe

En primer lugar, es justo reconocer que la creación de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir) en el 2008 fue un paso en el camino correcto. Como menciona Mercedes Iacoviello, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “en un país en el cual habían primado históricamente reformas institucionales que no prosperaron y apoyos inestables en los procesos de implementación, se vislumbraba en aquel momento una reforma coherente, sostenida y progresiva con importantes avances en un breve período”.

Esta investigadora publicó en agosto del presente año un informe en el cual detalla que el Índice de Desarrollo del Servicio Civil (IDSC) en el Perú –el cual mide la calidad de esta función en una escala del 0 al 100– subió de 29 a 41 puntos entre el 2011 y el 2015, ubicándose por primera vez por encima de la media regional de 38 puntos. La mayor parte del progreso se explica gracias a mejores puntajes en los índices de eficiencia y de consistencia estructural –entendida como el grado de solidez e integración del servicio civil para, por ejemplo, jerarquizar los puestos, administrar salarios de manera predecible, invertir en capital humano, etc.–. Ambos indicadores subieron 15 puntos debido a “la disciplina fiscal en un sólido contexto macroeconómico, y a la creciente orientación estratégica que imprime un área rectora con alto nivel de capacidad y legitimidad”.

Aparte de Servir, la Ley del Servicio Civil (Ley 30057) de julio del 2013 ha sido también clave para fortalecer el proceso de reforma de la administración pública. Esta norma establece un régimen único para las personas que trabajan para el Estado que debe ser aplicado de manera progresiva. Entre sus puntos más importantes destaca el máximo de 20% de puestos de confianza como directivos en cada entidad.

Por: Diego Macera-Economista

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