El veto ruso a las importaciones agrícolas europeas es una respuesta a las sanciones impuestas por Bruselas. Toneladas de productos perecibles (frutas, verduras, carrnes, lácteos, etc.) que Rusia rechaza están a la búsqueda de mercados alternativos. El país más extenso del mundo muestra un acercamiento hacia américa latina que muchos empresarios europeos han criticado sin razón suficiente. Dado que este veto tiene tintes políticos, será tarea de la diplomacia actuar para su solución.
Reuters
Moscú/Estambul, 10 de agosto de 2014
Turquía y países de América Latina como Brasil podrían ser los principales beneficiados de la decisión de Rusia de vedar la mayor parte de las importaciones de alimentos de la Unión Europea y de Estados Unidos en respuesta a las sanciones aplicadas por su rol en la crisis de Ucrania.
El primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, anunció la veda por un año el jueves contra todas las importaciones de carne, pescado, lácteos, fruta y verdura de Estados Unidos, de los 28 Estados miembros de la UE, Noruega -uno de los principales exportadores mundiales de salmón-, Canadá y Australia.
El Servicio de Vigilancia Veterinario y Fitosanitario (VPSS, por su sigla en inglés) de Rusia dijo el viernes que se reuniría con importadores de alimentos para discutir los suministros desde nuevos mercados.
“América Latina -Brasil, Perú- está preparada para entregar volúmenes sustanciales de carne. Brasil y Chile quieren proveer más leche y productos lácteos, Ecuador quiere suministrar mariscos, y Perú y Chile, pescado”, dijo Yulya Trofimova, portavoz del VPSS.
Trofimova agregó que tendrían una reunión con representantes de Turquía, que expresó su voluntad de aumentar sus envíos de frutas y vegetales.
Desde la caída de la Unión Soviética, Rusia se ha convertido en el mayor consumidor mundial de fruta y vegetales de la UE, en el segundo mayor comprador de productos avícolas, y un importante consumidor de pescado, carne y lácteos, por lo que la veda abre buenas oportunidades para otros países.
Por causa de la restricción, los consumidores de Moscú y de otras ciudades podrían comprar carne brasileña en vez de estadounidense, y pescado de Turquía y Chile en lugar de Grecia y Noruega.
El jueves, el secretario de políticas agrícolas de Brasil dijo que alrededor de 90 nuevas plantas en el país ya habían sido aprobadas para exportar carne de res, pollo y cerdo a Rusia.
El VPSS dijo que algunos de los productos brasileños que habían sido aprobados recientemente empezarían a llegar a Rusia en septiembre, y que el servicio evaluaba ampliar la lista de proveedores.
En Chile, que ya hace exportaciones de fruta a Rusia, representantes de la industria del salmón dijeron que estaban “listos para satisfacer el aumento en la demanda en el mercado (ruso)”.
En: infolatam
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