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Kim Jong-un felicita a China por el aniversario de la fundación del país, pero sigue sin dejarse ver
Kim Jong-un ha enviado un mensaje de felicitación al presidente chino, Xi Jinping, por el aniversario de la fundación del país, mientras siguen las especulaciones sobre la salud del líder norcoreano tras ya casi un mes de ausencia mediática.
La agencia estatal norcoreana KCNA divulgó que Kim comunicó a su homólogo en un breve mensaje sus deseos de “desarrollo”, “prosperidad” y “éxito” con motivo del 65º aniversario de la fundación de la República Popular China, que se celebra este miércoles.
Sin embargo, la KCNA, altavoz del régimen norcoreano, no ofreció pistas sobre el paradero o el estado de salud de Kim Jong-un, que no ha protagonizado ninguna aparición pública desde el pasado 3 de septiembre en un fenómeno sin precedentes.
Desde que tras la muerte en diciembre de 2011 de su padre, Kim Jong-il, el “líder supremo” tomara el timón del régimen sus visitas a fábricas e instalaciones civiles militares y otras actividades públicas han sido divulgadas y ensalzadas con una alta frecuencia por los medios estatales.
De este modo, han surgido numerosas especulaciones sobre posibles problemas de salud de Kim, especialmente después de que la televisión estatal KCTV mencionara la semana pasada que el joven dirigente sufría algún tipo de “malestar” sin especificar.
Tal reconocimiento por parte de la cadena pública norcoreana es también un hecho sin precedentes, ya que el régimen siempre ha ocultado cualquier problema de salud de sus líderes.
De este modo, en la vecina Corea del Sur medios y expertos han formulado varias hipótesis para responder a la misteriosa desaparición pública de Kim Jong-un, entre ellas que tiene los tobillos fracturados o que sufre de enfermedades relacionadas con su aparente obesidad.
Una de las teorías que más ha circulado es que el joven líder padece de gota, aunque es imposible confirmarla debido al extremo hermetismo que rodea a la élite norcoreana y sobre todo a los miembros de la dinastía Kim.
En: 20minutos.es
Manifestantes de Hong Kong lanzan ultimátum a China
Hong Kong (DPA)
Los líderes de la protesta en Hong Kong amenazaron hoy con ampliar las manifestaciones a partir del jueves si hasta entonces no se cumplen sus demandas de una mayor democracia.
“Nos enfrentamos a tres opciones posibles. La primera es ampliar las áreas de protesta en la ciudad, la segunda convocar a una huelga y la tercera ocupar un edificio gubernamental”, dijo el secretario general de la Federación de Estudiantes, Alex Chow.
El líder del movimiento Occupy Central, Chan Kin-man, apoyó las demandas de los estudiantes e insistió en la renuncia del gobernador de Hong Kong, Leung Chun-ying.
“Sólo entonces podremos elegir a un nuevo gobierno y reiniciar el proceso de reformas políticas”, dijo Chan.
Ambos grupos quieren movilizar a decenas de miles de personas para que salgan a las calles mañana miércoles, cuando se celebra el Día Nacional de China.
El jefe de gobierno de la ciudad Leung había llamado antes a los manifestantes a acabar con la protesta “de inmediato”.
En: elcomercio
Una mesera prende fuego a una clienta en China
Una comida entre amigos terminó en una tragedia tras una imprudencia de una mesera. El suceso ocurrió en el noroeste de China en el condado de Weinan.
Los jóvenes se encontraban almorzando cuando la mesera, nueva en el restaurante, intentó mantener un mechero encendido tirando alcohol sin apagarlo primero. La imprudencia de la camarera generó una gran llama que tomó por sorpresa a los dos amigos.
Uno de ellos inmediatamente se levantó y logró apagar el fuego de su cuerpo. Sin embargo, la joven que lo acompañaba no pudo controlar las llamas. Al ver la situación, el amigo asistió a la mujer y logró terminar con el fuego . La joven de 20 años continúa hospitalizada y grave.
En: elpais.com.uy
Los nuevos amos de África
En medio de la nada, a 14 kilómetros de Maputo, un millar de operarios trabaja en la construcción del nuevo estadio nacional de la capital de Mozambique, que en 2011 albergará los Juegos Pan Africanos. Una cúpula de inconfundible estilo oriental corona la entrada del coliseo en obras, que recibe al visitante con varias frases en caligrafía china y en portugués. “Este proyecto será hecho con la mayor perfección para dar gloria a China”, dice una de ellas. Las mismas señas de identidad adornan la construcción de la terminal nueva del aeropuerto internacional, que ejecuta también una empresa china, con un crédito blando del banco de exportaciones e importaciones de China (EXIM Bank). “Estar unido, ser pragmático, pedir excelencia?Calidad, rapidez, eficiencia”. Son consignas que el nuevo amigo de África disemina por todos los rincones del continente.
Desde Argelia a Mozambique, de Sudán a Zambia, o de Mauritania a Congo, la huella de China es cada día más visible. La ecuación es simple: el gigante necesita materias primas para mantener un ritmo de crecimiento imparable (entre 7% y 9% de promedio en la última década). Petróleo, madera, cobre, hierro, níquel, aluminio, carbón?oro, diamantes y otras piedras preciosas, viajan desde África a Extremo Oriente para alimentar una maquinaria insaciable. A cambio, miles de obreros chinos trabajan a destajo en la construcción de carreteras, puentes, presas, centrales eléctricas, estadios, edificios públicos. La cara de muchos países africanos ha empezado a cambiar desde el aterrizaje masivo de la cooperación china. El presidente Hu Jintao prometió en el cuarto Foro de Cooperación China-África, celebrado en Egipto en noviembre pasado, un préstamo de 10.000 millones de dólares para poner en pie un sistema financiero robusto en el continente africano.
China ha desplazado a Estados Unidos como mercado principal de diversos minerales y, en consecuencia, tiene mucho que decir en la configuración de los precios internacionales. Todo ha ocurrido muy rápido. La necesidad de materias primas determina en gran medida la política exterior de una potencia. Ha sucedido con Reino Unido y Estados Unidos desde el siglo XIX, y lo mismo ocurre con China.
Un marcador electrónico indica que faltan 154 días para la conclusión del estadio nacional de Maputo. Los trabajos avanzan a buen ritmo para cumplir el plazo de entrega. Setecientos mozambiqueños están en el eslabón más bajo de la cadena -pocos pasan de peones-, mientras que unos 300 chinos acaparan los puestos directivos y técnicos. “Ellos son los jefes, nosotros, los esclavos”, dice Eduardo Abrar, director de recursos humanos en un despacho destartalado. El idioma impide una comunicación fluida entre dos mundos tan distintos. Dos intérpretes del chino al inglés y del portugués al inglés poco pueden hacer para que todos se entiendan en este enjambre humano.
Los obreros chinos viven en pabellones dentro del recinto del estadio. A la entrada de muchas viviendas hay ropa colgada, monos de trabajo de color gris y rosa, y cascos. Aquí trabajan, comen y duermen los siete días de la semana. Sólo un grupo sale para comprar en el mercado alimentos frescos. Los demás productos llegan de China.
Es sábado por la mañana y una delegación oficial, encabezada por el ministro de Juventud y Deporte, visita el avance de las obras. La tensión sube varios grados cuando los representantes del Gobierno se quejan de la mala calidad del asfalto en la zona del aparcamiento, y de las maderas utilizadas en el interior del estadio. Caras largas de Deng Lai, director general de las obras, ante los lamentos del ministro.
Maputo vive un boom inmobiliario sin precedentes. Los edificios en construcción o en rehabilitación suman más de 140 en una ciudad de 1,4 millones de habitantes. En la mayoría de las obras están los chinos, que han instaurado una nueva filosofía de trabajo, con subcontratación de empleados y jornadas de trabajo interminables.
“La ley protege claramente a la mano de obra local. Sólo puede trabajar el extranjero especializado que no compite con un mozambiqueño”, explica Fernando Lima, presidente del grupo de comunicación Mediacorp. La realidad es bien distinta: “En la construcción civil los chinos ocupan hasta puestos de trabajo no especializado. Ningún medio informativo mozambiqueño ha publicado una línea del tema. Ni nosotros”, revela Lima.
Casi tres cuartas partes del territorio de Mozambique está cubierto de bosque y selva, que producen una amplia variedad de maderas de todas las calidades. China ha entrado en este sector con su voracidad habitual, con la complicidad de quienes otorgan las licencias, y se ha convertido en el primer comprador de madera en África oriental. Carlos Serra Jr., reputado ambientalista, fue uno de los fundadores de la organización Justiça Ambiental y trabaja actualmente en la formación de jueces en Derecho del Medio Ambiente. “Aquí hubo una época que parecía el Far West, depredación de bosques y selvas sin control”. Todo es posible cuando falla la fiscalización y el rigor a la hora de conceder licencias de explotación forestal. “Es un misterio y resulta que aceptamos a cualquier pirata”, lamenta Serra Jr. En la sede de Justiça Ambiental, la directora, Anabela Lemos, muestra fotos recientes de troncos cortados y abandonados en la provincia de Gaza para explicar las consecuencias de la crisis y de la caída del precio de la madera.
La ayuda a Mozambique, país al que España destina 40 millones de dólares al año, ha sido objeto de interminables debates entre los países donantes en los últimos seis meses. Una serie de naciones, encabezadas por el grupo nórdico, proponían un recorte drástico de la ayuda por considerar que Mozambique es un pozo sin fondo. Finalmente seguirá la ayuda, pero el debate está abierto. China ha actuado por su cuenta en toda la crisis. Eduardo López Busquets, embajador de España en Maputo, asegura que en las múltiples reuniones multilaterales sobre cooperación, el representante chino siempre ha brillado por su ausencia. Toda una señal.
Los intercambios comerciales de China con África se han multiplicado por siete desde el cambio de siglo. En 2008 alcanzaron 107.000 millones de dólares en valores absolutos, una cifra que queda lejos todavía del comercio de China con la Unión Europea (425.000 millones de dólares), y con Estados Unidos (334.000 millones). En el terreno político, el gigante asiático ha logrado un éxito más rotundo con el respaldo de la mayoría de naciones africanas al principio de “una China”, que implica el desconocimiento de la independencia de Taiwan.
Sólo cuatro de los 54 países del continente reconocen actualmente a Taiwan en lugar de la República Popular China. Uno de ellos, el reino de Suazilandia, antiguo protectorado británico, es el único que jamás ha tenido relaciones diplomáticas con Pekín. A cambio de este reconocimiento, el apoyo de la República de China (Taiwan) a Suazilandia es visible en grandes carteles con la bandera azul, roja y blanca que anuncian aquí y allá un proyecto agrícola, una planta de tratamiento de aguas, un tendido eléctrico, un centro de salud o la construcción de una autopista.
Este pequeño país de un millón de habitantes, enclavado entre Mozambique y Sudáfrica, vive esencialmente del turismo, la agricultura de subsistencia, una industria minúscula y las remesas de los trabajadores suazis en la vecina Sudáfrica, de la que depende económicamente. Y de la ayuda de Taiwan. “Suazilandia es nuestro hermano. Estamos muy contentos con la cooperación entre ambos países”. En su amplio despacho, el embajador Peter M. Y. Tsai, 57 años, se deshace en elogios al rey Mswati III, único monarca absoluto del continente, de 42 años, polígamo con 14 mujeres y 23 hijos.
El diseño de la embajada en Mbabane, capital de Suazilandia, recuerda una gran pagoda de tejado verde. Peter Tsai, estuvo destinado en Malawi hasta que este país rompió con Taiwan y reconoció a la República Popular China en enero de 2008.
A las seis de la mañana, la carretera desde Lusaka a la provincia minera de Copperbelt, en el norte de Zambia, está repleta de camiones. Aquí están las minas de cobre y cobalto, las mayores fuentes de riqueza y artífices del crecimiento económico del país, que en los últimos años ha superado el 5%. La producción de cobre (líder de África y séptimo del mundo) ha estado sometida a los vaivenes de los precios en los mercados internacionales. El año pasado alcanzó las 667.000 toneladas.
China es el mayor cliente de Zambia y primer consumidor mundial de cobre, que emplea en la construcción, electrónica, informática, automóvil y otros bienes de consumo, que exporta a gran escala. Tras el colapso de los precios de los años noventa, que desembocó en la privatización del cobre zambiano, el consorcio China Nonferrous Metal Mining (CNMC) compró en 1998 la mina de Chambishi, que estuvo cerrada durante varios años, y años más tarde, las minas de Luanshya y una fundición.
Bajo un intenso aguacero, la primera parada en la provincia de Copperbelt es en Kitwe, segunda ciudad del país e importante polo minero e industrial. En la sede de la Unión de Mineros de Zambia, el sindicato más poderoso que cuenta con 20.000 afiliados, espera el secretario general, Oswell Munyenyembe. “Llevo más de treinta años trabajando en las minas. He tenido jefes de muchas nacionalidades, y puedo decir que los chinos son los peores”, comenta. Chambishi es una localidad de 14.000 habitantes junto a la frontera con la República Democrática de Congo, poco agraciada. Mil mineros chinos viven a la entrada del pueblo, aislados del mundo. Los locales, en cambio, viven en el Zambia Compound, el peor barrio, sin luz ni agua corriente.
En el recuerdo de todos está el desastre de 2005 en una fábrica de explosivos de la CNMC, que saltó por los aires y mató a los 54 mineros que había en su interior. Todos eran zambianos. El accidente levantó las iras de la población y una manifestación de protesta fue reprimida a tiros por la policía, que causó cinco muertos. “La gente acusaba a los chinos de no haber evacuado el lugar”, cuenta Lilian Pungwa, funcionaria del Ayuntamiento de Chambishi. En cinco años no ha habido ni un detenido ni un procesado por el caso de la explosión.
Cuando la CNMC compró la mina, adquirió también varias casas en la calle principal del pueblo para los directivos. Todas menos una, de Kenel Tembo, que se negó a vender. “Nunca hicieron una oferta aceptable”, explica. Como representante de la Comisión Justicia y Paz de Chambishi, Tembo recibe numerosas denuncias sobre las condiciones laborales en la mina. “Al principio hubo muchos accidentes que no fueron reportados a las autoridades. Recuerdo casos de mineros que perdieron los dedos, nunca fueron indemnizados”.
A las cuatro de la tarde termina el turno de la mañana. Los mineros zambianos llegan a una plaza del pueblo en autobuses de las distintas compañías. La queja es unánime contra los salarios bajos, malas condiciones de trabajo y el maltrato de los jefes chinos. “¿Qué puede hacer con un salario de 500.000 kwachas al mes (107 dólares) un trabajador que tiene una familia que mantener?”, pregunta Katu, de 27 años, tres de ellos en la mina. Evans, de 32 años, trabaja como operador de una máquina. Lleva dos años en la mina y gana 700.000 kwachas mensuales (150 dólares). “No me gusta mi trabajo”, es su escueta respuesta. Kay Kabwela, 26 años, dos de ellos en la mina, es el único que no habla más del trabajo. Claro que como contable su salario es superior al de la mayoría, 1,8 millones de kwachas (385 dólares). “No es lo mismo trabajar y ver el sol, que hacerlo a 1.006 metros bajo tierra, colocando explosivos para extraer el mineral”.
En la entrada de la mina de Chambishi pido ver al director general, Xu Ruiyong. Un guardia de seguridad responde: “Tiene que enviar una solicitud por fax. En 15 días recibirá la respuesta”. Gracias, buenas tardes.
La llegada de los chinos a Zambia se remonta a los años setenta, cuando construyeron el Tazara, ferrocarril Tanzania-Zambia, la primera gran obra de infraestructura de África. Durante seis años, 25.000 chinos enviados por Mao Zedong instalaron 1.860 kilómetros de vía, perforaron montañas y cruzaron ríos. El tren recorre el trayecto desde la ciudad zambiana de Kapiri Mposhi hasta el puerto de Dar-es-Salaam, capital de Tanzania. Esta obra mastodóntica permitió una salida hacia el océano Índico para el cobre zambiano.
Tras la inauguración del Tazara, los chinos se marcharon y no regresaron a Zambia hasta los años ochenta, en una nueva oleada de expatriados. Como la doctora Kenan Gao, de 61 años, que llegó a Lusaka en 1988 para trabajar en el hospital militar, primero, y abrir un consultorio de dentista más tarde. “Los zambianos ven hoy a los chinos con otros ojos. En la época comunista, China construyó el ferrocarril, carreteras, sin pedir nada a cambio. Ahora vienen con los bolsillos llenos para seguir llenándolos. Su actitud es otra: negocio, negocio, negocio”.
La presencia china en Lusaka es visible en restaurantes, tiendas de productos baratos, motocicletas Jialing y numerosos edificios en construcción bajo licencia china. Según la embajada en Lusaka, hay registradas unas 300 empresas chinas en minería, construcción y agricultura, con una inversión total de 1.500 millones de dólares.
Jack Ni llegó a Zambia a finales de 2005 como director general de la empresa china Wah Kong Construction Limited. La sede de la compañía en Lusaka está en una extensa propiedad que alberga las oficinas y las viviendas de los empleados. Curiosidades de la transición china, el señor Ni, empresario agresivo como el que más, es miembro del Partido Comunista. “Pero soy un hombre de negocios. China vive una situación especial”, puntualiza.
Un ejemplo de la importancia que los dirigentes de ambos países otorgan a la relación bilateral es la visita que realizó el presidente de Zambia, Rupiah Banda, a China en febrero pasado. Después de 10 días en el país, regresó a Lusaka con un préstamo millonario y cinco contratos firmados.
El enemigo público número uno de los chinos en Zambia es el líder de la oposición, Michael Sata, 72 años, del Frente Patriótico, apodado Rey Cobra, que prometió reconocer a Taiwan y romper con Pekín si ganaba las elecciones de 2006. Perdió por escaso margen. “Los chinos no aportan ningún valor añadido, ocupan empleos que deberían ser para los zambianos”, dice en el salón de su casa. Sata, que fue ministro durante 10 años, acusa al Gobierno de dar un trato privilegiado a los ciudadanos chinos y de permitir que dilapiden los recursos del país.
El modelo chino de intercambio de minerales por infraestructuras ha sufrido un revés, quién sabe si momentáneo, en la República Democrática de Congo, vecino del Norte de Zambia. El Gobierno del presidente Joseph Kabila ha dado marcha atrás al principio de acuerdo que había firmado con un consorcio de compañías estatales chinas, de construcción de carreteras, vías férreas y hospitales a cambio de la licencia de explotación de una mina de cobre y cobalto. La operación, valorada inicialmente en 9.000 millones de dólares, fracasó tras intensas presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y países donantes occidentales.
Siguiendo camino hacia el Norte, Sudán es el aliado más incómodo de China y, probablemente, el que tiene peor imagen. Omar al-Bashir, el presidente reelegido en los comicios del pasado 11 de abril que fueron boicoteados por la oposición, tiene una orden internacional de captura del Tribunal de La Haya por crímenes de lesa humanidad. La guerra entre el Norte y el Sur, y posteriormente el conflicto de Darfur han causado millones de muertos y de desplazados. Las denuncias de violaciones de derechos humanos contra el régimen de Bashir son una constante, y el país sigue sometido desde 1997 a sanciones económicas de Estados Unidos.
El petróleo es un elemento esencial en la política de Sudán, primera fuente de ingresos y motor del crecimiento económico. China aprovechó la retirada de muchas empresas occidentales y llegó a Sudán con inversiones millonarias. Según el Gobierno de Jartum, ha desembolsado más de 6.000 millones de dólares en 50 proyectos, que incluyen oleoductos, refinerías, la mayor presa de África (Merowe, en el Nilo), plantas eléctricas, carreteras y todo tipo de obras públicas. Con las nuevas infraestructuras, Sudán ha aumentado la producción de petróleo, por encima de los 500.000 barriles diarios. A cambio, el 43% del crudo que se extrae de los pozos sudaneses navega rumbo a China en los petroleros que zarpan de las terminales de Port Sudán y Port Bashir, en el mar Rojo.
Con Sudán, la cooperación no es sólo económica. China ha suministrado aviones de combate, helicópteros de transporte de tropas y otro material militar al régimen de Bashir, y desde su puesto en el Consejo de Seguridad ha maniobrado para evitar sanciones de la ONU a Sudán.
En la polvorienta Jartum las cosas se ven con otros ojos. “China vino sin imponer condiciones. Los occidentales se meten en todo, en nuestras tradiciones y nuestras constumbres”, dice el doctor Abdelrahman Ibrahim Elkhalifa, que intervino en el proceso de paz que puso fin a la guerra Norte-Sur.
Diversos interlocutores me remiten a la Embajada de la República Popular China para obtener datos más precisos de la ayuda, inversiones y proyectos. Una larga espera en una sala con un cuadro de Mao Zedong rodeado de niños, y numerosos folletos de empresas chinas con inversiones en África, termina con la llegada de un joven diplomático. “No tenemos la información que busca. Puede preguntar en la Cámara de Comercio China. Gracias por su visita”.
Qian Zengde es el presidente de la Cámara, director general de una empresa constructora y accionista principal del hotel Plaza de Jartum. Recita cifras con muchos ceros para explicar la presencia de China como primer inversor en Sudán. Quince mil millones de dólares desembolsados hasta la fecha, 15.000 chinos trabajando y unas 120 empresas instaladas en el país.
En Al Dbagair, unos 40 kilómetros al norte de Jartum, Qian Zengde compró 100 hectáreas de tierra desértica que ha convertido en un vergel, gracias a la canalización del Nilo desde 10 kilómetros de distancia. “Hemos plantado de todo, hasta árboles de Australia”, explica, mientras 20 empleados sudaneses y dos ingenieros chinos trabajan en la construcción de una piscifactoría. Lleva gastados dos millones de dólares y piensa invertir hasta cinco. Es un ejemplo del poderío de los nuevos ricos chinos.
El viaje llega a su fin y el debate sobre las implicaciones de la presencia china en África sigue abierto. Entre las opiniones recogidas y fuentes consultadas, las siguientes reflexiones resumen con lucidez la situación del continente: “Los africanos, las élites, los líderes, están más educados y mejor preparados que en el pasado para hacer frente a un eventual neocolonialismo chino” (Abdelrahman Ibrahim Elkhalifa, consultor político sudanés). “En los últimos 50 años, los países ricos transfirieron un billón de dólares en ayuda a África. ¿Ha mejorado esta asistencia la vida de los africanos? No”. (Dambisa Moyo, economista zambiana, autora de Dead aid). P
En: elpais.es
Ver: China da un giro a su política exterior en África
Expertos chinos: cautas aperturas sobre las relaciones con el Vaticano
Para Zhuo Xinping de la Academia de las Ciencias sociales de Beijing, el Papa Francisco “mejorará” las relaciones, siendo él un “jesuita” y un “latinoamericano”. Li Xingping habló de una “nueva atmósfera”. Pero ningún medio del Partido comunista reportó las frases del papa ni sus telegramas. Un sito web recuerda “a las dos montañas” que hay que superar: la relaciones diplomáticas con Taiwan y “la injerencia en los asuntos internos de China” La genérica declaración del vocero del Ministerio de exteriores.
Beijing (AsiaNews)- Ser un “jesuita” y “latinoamericano” son dos cualidades del Papa Francisco que podrían mejorar las relaciones entre China y la Santa Sede. Es cuánto afirma un experto chino de religiones después de las aperturas hechas por el pontífice durante su viaje a Corea del Sur. En un artículo firmado por Huo Liqiang, publicado en el China Daily ayer el director del instituto para las religiones mundiales, perteneciente a la Academia de ciencias sociales, el profesor Zhuo Xinping, afirma que el Papa Francisco estuvo muy “activo en el mejorar las relaciones entre el Vaticano y China” desde el día de su elección. Por esto el cree que el pontífice tendrá un rol siempre más positivo en el incrementar las relaciones entre la Santa Sede y Beijing. Entre las cualidades a él atribuidas están de hecho que es un jesuita, una orden religiosa “que tiene una larga tradición de relaciones con China. Mateo Ricci, un miembro de la sociedad, visitó China hace centenares de siglos”.
Otra cualidad es ser argentino, “amigo de las economías en vías de desarrollo”, con “sentimientos especiales hacia sus pueblos, a causa de su ser latinoamericano”.
Otro periódico, el Global Times,cita a un profesor de la East China Normal University de Shanghai, Li Xiangping, que habla de la “nueva atmósfera para una posible distención” que se creó con “el ramo de olivo” ofrecido por el Papa a china y “con gran gentileza”.
El artículo cita la entrevista que Francisco ha dado a los periodistas en su viaje de retorno a Roma la entrevista que Francisco dio a los periodistas en su viaje de retorno a Roma, donde él expresa su deseo de visitar China también “mañana”, y donde subraya que la Iglesia pide sólo “libertad para su ministerio, para su trabajo. Y ninguna otra condición”.
El articulista, Li Yan, hace notar que en esto el Papa Francisco “reafirma la posición del Vaticano sobre el nombramiento de los obispos” y China “podría considerar la posibilidad de un encuentro”.
Otra publicación que cita al Papa y las relaciones China-Vaticano es el sito web China net. En el artículo firmado por un cierto Joke, se habla de “dos montañas” que hay que superar: las relaciones diplomáticas con Taiwan y la injerencia en los asuntos internos de China. El mismo autor reconoce que el problema de Taiwan es secundario y que “la injerencia” (sobre todo en el nombramiento de los obispos) es debida a la concepción que la Iglesia católica tiene sobre sí.
Joke alaba la “diplomacia del espacio aéreo” inaugurada por Francisco y por China y admite que el mejoramiento de las relaciones con la Santa Sede daría a China una mejor “imagen internacional”.
Ningún órgano del Partido comunista, ni siquiera Xinhua, han publicado noticias sobre las palabras del Papa en Corea- a proposito del dialogo con los Países que no tienen relaciones diplomaticas – y en los telegramas enviados a Xi Jinping
El Global Times, en el artículo citado, recuerda una declaración de Hua Chunying, vocero del Ministerio de Exteriores, publicada el 19 de agosto, según la cual “China fue siempre sincera y ha trabajado mucho para mejorar las relaciones con el Vaticano”. Tal genérica declaración es hasta ahora la única palabra semi-oficial por todos los gestos y las aperturas del Papa Francisco.
En: asianews
Imagen: aciprensa
Dinastía Xia
El establecimiento de la dinastía Xia (21-17ac.), es un hecho importante en la historia de la civilización de China y marca el final de la sociedad primitiva y el comienzo de la sociedad de clases. Esta fue la primera dinastía en la historia de China, que gobernó alrededor de 500 años, incluyendo a los reinados de 17 emperadores.
Se cree que la mayoría de la población de la dinastía Xia, vivió probablemente en la zona occidental de la provincia de Henan y al sur de la provincia de Shanxi.
Historia política de la Dinastía Xia
Fue Yu, el grande, el primero en establecer la dinastía bajo el sistema de abdicación (eligiendo el líder en función de sus capacidades). Tras su muerte, su hijo Qi eliminó este sistema y pasó a ser el emperador de la dinastía Xia. A partir de ese momento, el sistema de abdicación dio paso al hereditario.
Siguiendo este sistema de herencia, 15 descendientes de Qi lo sucedieron después de su muerte. Entre ellos, había emperadores como Shao Kang y Huay que hicieron grandes contribuciones al desarrollo de la sociedad china.
Sin embargo, hubo también muchos emperadores tiranos durante este periodo, como Taikang, Kongjia y Jie.
Economía y artesanía
Durante esta dinastía se hicieron muchos avances. La población vivía principalmente de la agricultura utilizando herramientas de piedra o hueso. Los artículos de jade por aquel entonces eran bastante delicados y las vasijas de bronce fueron bien fundidas. También apareció artesanía hecha de bronce con jade incrustado. Se desarrolló la bolsa del mercado y se creó un tipo de calendario que utilizaba tanto los movimientos del sol como los de la luna.
Declive
La dinastía Xia se acabó bajo el reinado de Jie, un muy famoso emperador tirano de la historia de China.Tras haber heredado el trono, vivió una vida extravagante día y noche sin pensar en su país y su gente. Además, mató a aquellos ministros patriotas que se acercaron a darle buenos consejos. Todas sus acciones enfurecieron tanto a la población que finalmente se alzaron bajo el mando de Tang ( el líder de la tribu Shang que posteriormente estableció la dinastía Shang y derrocó a Xia.)
Emperadores de la Dinastía Xia
1 Xiayu También llamado Yu; Nombre de la familia: Si; Nombre de pila: Wenming; El tatara-tatara-nieto de Huangdi. Conocido por resolver el problema de las inundaciones para el pueblo. Tiempo de reinado: 45 años.
2 Qi, hijo de Xiayu; Él abolió el Sistema de Abdicación y estableció el sistema hereditario. Tiempo de reinado: 29 años.
3 Taikang, hijo de Qi. Tiempo de reinado: 29 años.
4 ,Zhongkang, hermano menor de Taikang. Tiempo de reinado:13 años.
5 Xiang, hijo de Zhongkang. Tiempo de reinado: 28 años.
6 Shaokang, hijo póstumo de Xiang. Tiempo de reinado: 21 años.
7 Zhu, hijo de Shaokang. Tiempo de reinado: 17 años.
8 Huai, hijo de Zhu. Tiempo de reinado: 44 años.
9 Mang, hijo de Huai. Tiempo de reinado: 18 años.
10 Xie, hijo de Mang. Tiempo de reinado: 21 años.
11 Bujiang, hijo de Xie. Tiempo de reinado: 59 años.
12 Jiong, hermano menor de Bujiang. Tiempo de reinado: 21 años
13 Jin, hijo de Jiong. Tiempo de reinado: 21 años.
14 Kongjia, hijo de Bujiang. Tiempo de reinado: 31 años.
15 Gao, hijo de Kongjia. Tiempo de reinado: 11años.
16 Fa, hijo de Gao Jie. Tiempo de reinado: 11 años.
17 hijo de Fa; el emperador tirano que puso fin a la dinastía Xia.
En: globalasia
Tiananmen, la plaza que estremeció China
Entre abril y junio de 1989, millones de personas se movilizaron en China en un intento de que el país se uniera a la ola de apertura que vivía entonces Europa del Este, pero aquel movimiento, del que 25 años después aún se sabe poco, terminó en tragedia.
Aquellos hechos, que fuera de China son un hito del siglo XX pero dentro son un tabú, hicieron temblar los cimientos del régimen, mostraron al mundo los excesos del comunismo chino y dieron al régimen un talante cerrado y paranoico aún vigente.
La prensa internacional recuerda cada 4 de junio la matanza que acabó con las protestas en Pekín, pero un cuarto de siglo después pocos se detienen a rememorar el origen de aquel descontento o a desmentir los tópicos.
Y es que, por ejemplo, la mayoría de las muertes fueron lejos de Tiananmen. La mayor represión no la sufrieron los estudiantes, sino los obreros, pues no sólo hubo revueltas en Pekín, y el movimiento no acabó el 4 de junio, ya que continuó en otras urbes.
El origen de las protestas
El acontecimiento detonante de las protestas fue la muerte, el 15 de abril, de Hu Yaobang a causa de un ataque al corazón tres años después que fuera purgado por su talante reformista y su simpatía a otras protestas registradas en Pekín en 1986.
Hu, que había sido el secretario general del Partido Comunista de China (PCCh), fue un gran crítico de las reformas económicas emprendidas por el entonces máximo líder, Deng Xiaoping.
Éstas habían tenido efectos positivos en el país, pero también algunos negativos, como una fuerte inflación (del 30 % a finales de los 80) y una alta corrupción.
Esta corriente crítica fue la que el 17 de abril comenzaba en la plaza de Tiananmen, la primera concentración en homenaje a Hu, liderada por universitarios que pedían el fin del nepotismo, mayor libertad de prensa o mejor inversión en educación.
Estas primeras concentraciones, moderadas y que no reclamaban la caída del régimen, dividieron a los líderes chinos, ya que algunos, como Zhao Ziyang -sucesor de Hu en la secretaría del PCCh- las veían como algo positivo, mientras el “Pequeño Timonel” Deng y el primer ministro Li Peng las consideraban ya una amenaza.
Proyección internacional
Síntoma de esta división interna es el hecho de que Deng y Li esperaron a que Zhao saliera del país, en un viaje oficial a Corea del Norte, para tomar una decisión que marcaría un antes y un después en el movimiento.
El 26 de abril, con Zhao en tierras norcoreanas pese a que su entorno le había pedido que no dejara China, el ala conservadora del PCCh ordena la publicación en el Diario del Pueblo de un demoledor editorial contra los estudiantes de Tiananmen, calificándolos de enemigos del Estado.
El texto indignó al movimiento, que se radicalizó, aumentó en número y lanzó un órdago al régimen a mediados de mayo, cuando varios estudiantes comenzaron huelgas de hambre aprovechando la mayor presencia de medios internacionales en Pekín con motivo de la visita del líder soviético Mijaíl Gorbachov.
El mayor conocimiento mundial de las protestas causó cierta humillación al régimen, que comenzó a pensar ya en la supresión de éstas, primero de forma pacífica, con negociaciones de Li Peng con los estudiantes, el 18 de mayo. Un día después, Zhao osó reunirse con los manifestantes en Tiananmen, y aunque pidió que abandonaran la huelga de hambre también mostró una vez más simpatía con sus peticiones, lo que le costaría el cargo (fue su última aparición pública).
El fracaso en las negociaciones con los manifestantes, por entonces muy divididos, provocó la declaración, el 20 de mayo, de la ley marcial en Pekín, que duraría siete meses.
Cerrojazo del régimen
Unos 300.000 soldados chinos llegaron de todo el país para preparar el desalojo de la plaza, donde en los últimos días de protesta se erigió con cartón la icónica “Diosa de la Democracia”, inspirada en la Estatua de la Libertad.
En la tarde del 3 de junio, la televisión china ordenaba a los pequineses que no salieran de sus casas, mientras tanques y vehículos acorazados avanzaban hacia el centro de Pekín.
Fue en ese avance donde se produjeron muchas de las muertes en aquella fatídica noche, cuando muchos pequineses intentaron impedir el paso de los tanques, lo que produjo grandes matanzas en el oeste de la ciudad.
El número de fallecidos en esos enfrentamientos sigue siendo un misterio, y oscila, según diferentes fuentes, entre los 300 y los 2.600, de los que apenas una decena son soldados.
En Tiananmen, donde se encontraba entre otros el escritor que 20 años después recibiría el Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, el desalojo fue menos sangriento, aunque nadie sabe a ciencia cierta lo ocurrido en una noche de caos y ausencia de prensa internacional.
Con una notable excepción, ya que el único medio que pudo grabar esa noche imágenes de la plaza fue Televisión Española.
Represión y muerte
En días posteriores, las protestas por la masacre en varias ciudades chinas fueron reprimidas, mientras el régimen comenzaba una campaña de detenciones y juicios sumarios, sobre todo a huelguistas obreros.
Algunos de los principales líderes de las protestas, como Wuer Kaixi, Chai Ling o Feng Congde, lograron huir del país, muchos de ellos en barcos financiados por las mafias de Hong Kong, en la llamada “Operación Pájaro Amarillo”.
Era el fin de 48 días que estremecieron China, el fracaso de un movimiento que podría haber conseguido un país más libre, pero que tras la represión dejó un régimen más criticado internacionalmente, e impregnado de uno de los problemas que el movimiento más denunciaba, la corrupción.
Antonio Broto (EFE)
En: RTVE
Dinastía Shang
La historia de China y su cultura es milenaria. Originariamente una tribu que vivía en las regiones del sur del Río Amarillo durante la dinastía Xia (del siglo XXI a.C al XVII a.C), los Shang fueron instaurados por el Rey Tang en el 1675 a.C después del derrocamiento del tiránico gobierno de Jie (el último emperador Xia). Esta dinastía permaneció más de 600 años y fue liderada por treinta emperadores distintos. La capital de los Shang siempre estuvo situada en Yin (la actual Xiaotun en la ciudad de Anyang, en la provincia de Henan), también conocida como Yin Shang. En este artículo de Todo China repasamos la dinastía Shang.
Historia política de la Dinastia Shang
Adaptando de las enseñanzas de Jie, los Tang implementaron una serie de medidas innovadoras con la ayuda de de sus dos ministros. Es conocido por la abolición de la opresión y la persecución de la gente llevada a cabo por Jie, y por gobernar a su gente con benevolencia y compasión. Durante su reinado, los conflictos disminuyeron, la gente vivía bien, y el país prosperó.
La dinastía floreció durante el reinado del noveno emperador. Sin embargo durante el reinado del décimo emperador, las condiciones empezaron a deteriorarse y hubo muchos intentos, llevados a cabo por la propia familia del emperador, de destituirlo y tomar el control de reino. Comenzaron a surgir problemas sociales y el poder del emperador fue disminuyendo gradualmente.
Durante el final de este período, el país se encontraba agitado y los vasallos de otros países empezaron a rebelarse. A pesar de la agitación y de los inmediatos alzamientos, el Emperador Zhou (el último emperador Shang) llevó una vida lujosa y torturó tanto a sus ministros como a su gente. Esto intensificó los conflictos por todo el reino y el imperio fue derrocado finalmente por Wu (jefe de la tribu Zhou), acabando con el largo reinado de la dinastía Shang en la historia china.
Economía
Los gobernantes Shang le daban una gran importancia a la agricultura. La pesca empezó a crecer como un sector de gente que pesca en agua fresca.
En el sector de la manufactura, el trabajo fue sutilmente asignado a muchos trabajadores y los trabajos fueron producidos en grandes cantidades y variedades, mostrando las diferentes técnicas usadas durante este periodo. Las mercancías de bronce en particular, alcanzaron un alto nivel artístico que demostró el avance de su civilización. La obra más famosa de bronce de este periodo es el cuatrípode de Simuwu, que pesa uno 833 kg y el jarrón de bronce chino más pesado y grande. Los objetos de porcelana fueron inventados durante ese periodo, las técnicas de talla de jade eran de la más alta calidad y los tejidos de seda mostraban la gran habilidad y capacidad de sus artesanos.
Con el crecimiento de la agricultura y la industria de manufacturera, el intercambio de mercancías fue impulsado y el papel del mercader empezó a aparecer a finales de la dinastía Shang.
Cultura y arte
En el campo de la música, hubo también un gran progreso. Las mejoras en las técnicas de trabajo del bronce permitieron la creación de instrumentos musicales más delicados. En Yin Xu (Yin Yuins) en el pueblo Xiao Tung de la ciudad de Anyang, los arqueólogos descubrieron instrumentos musicales de la dinastía Shang, entre ellos: Xun (ocarina hecha de arcilla cocida), tambores y címbalos de cobre.
Los grandes avances también pueden verse en los caracteres escritos de la dinastía Shang, los cuales son considerados la forma de comunicación escrita china más antigua. Los caracteres eran tallados en concha de tortuga, huesos de animales, objetos de bronce y otros utensilios. Algunas piezas de los escritos del Oráculo que han sido encontradas en las ruinas de Yin nos han ofrecido algunos de los eventos más importantes que sucedieron durante ese periodo.
La escultura producida durante esa época también era soberbia. Varios tipos de patrones fueron tallados en bronce, jade y utensilios de cocina. En otros objetos como piedras, huesos de animales y cuernos también se pueden ver imágenes detalladas.
En términos de creencias, los Shang creían que Dios dominaba el mundo. También adoraban a sus ancestros, el Sol, la Luna, el río y la tierra y los sacrificios ceremoniales eran grandes eventos. Además, el arte de la adivinación fue muy popular en esa época.
Ciencia
Los escritos del Oráculo contienen anotaciones sobre eclipses lunares y solares, las estrellas y otros sucesos celestes. Las anotaciones demuestran claramente grandes progresos en astronomía. Durante ese periodo, el sistema de calendario continuó avanzando y en el área de las matemáticas, la gente empezó a hacer distinciones elementales entre los número impares e impares que recientemente habían aparecido.
En: Globalasia
China toma medidas contra los operadores de bitcoin
El Banco Central de China ha ordenado a los bancos comerciales y las empresas de pagos del país que cierren las cuentas que operan con bitcoins en dos semanas, según un artículo publicado por The Wall Street Journal. Las cuentas deben cerrarse para el 15 de abril.
El Banco Popular de China prohíbe que los bancos comerciales ofrezcan servicios de compensación, apertura de cuentas y otros servicios a los operadores de bitcoin. La medida busca reforzar el hecho de que la moneda virtual no es una divisa con “valor real” y no tiene el mismo estatus legal que una divisa, aunque la gente es libre de comprar y vender bitcoins en Internet siempre que acepten el riesgo.
El precio de las bitcoins han caído un 8% desde que se anunciaron las nuevas medidas financieras en la publicación Caixin la semana pasada. Estas normas afectan a más de una docena de operadores de bitcoin y suponen un endurecimiento de las normativas que implementó el banco central el año pasado.
Las autoridades han seguido de cerca la expansión de la moneda virtual en China porque suponen una amenaza a la estabilidad financiera y atraen a inversionistas minoristas especulativos que buscan maneras de lograr ganancias rápidas. Las bitcoins podían burlar los duros controles de capital y divisas del país.
Los operadores de bitcoins podían aceptar depósitos directos en cuentas corrientes bancarias y los volúmenes de negociación y precios del bitcoin se dispararon al recuperar los inversionistas la confianza en la moneda electrónica, ya que el Gobierno no la había prohibido completamente.
A los reguladores les preocupa la seguridad de los operadores de bitcoins tras el cierre de su impulsor, la empresa japonesa Mt.Gox, por un robo de la mayor parte de sus monedas, que desaparecieron sin dejar rastro.
BTC China, OKCoin y Huobi, todos ellos operadores de bitcoins en China, han dicho que no han recibido ninguna orden oficial sobre las nuevas normativas ni por parte del banco central ni de los bancos donde tienen sus cuentas. Estos operadores habían crecido en el país gracias a la sólida demanda interna y a que no necesitaban licencias especiales para operar en el país, a diferencia de países como Estados Unidos que necesitan licencia.
Según la consultoría de bitcoin Kapronasia, habría dos docenas de operadores en China intentando beneficiarse de la fuerte demanda local, en un país con estrictos controles de capital y sobre las divisas.
En: Globalasia
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