Opinión: La vana ilusión de un mundo sin Trump
A medida que aumenta el caos en la Casa Blanca, crece fuera de EE. UU. la esperanza de un impeachment contra el presidente Donald Trump. Pero esa idea no tiene asidero en la realidad, a juicio de Martina Buttler (WDR).
¡Basta de soñar! Quien todavía crea que Donald Trump se verá arrastrado ahora por este u otro escándalo o comentario a un proceso de destitución, haría bien en abrir los ojos a la realidad. La realidad es que las trabas para llevar a cabo un impeachment en Estados Unidos son muy grandes. No en vano en la historia del país ha habido muy pocos intentos de librarse de un presidente por esa vía. En los casos de Andrew Johnson y Bill Clinton no se llegó a una condena.
Mayoría republicana
Para iniciar un proceso de destitución se requiere la aprobación de la mayoría del Congreso. Pero la mayoría está en manos de los republicanos, y ellos están felices de encontrarse por fin de nuevo al timón, en el Congreso y en la Casa Blanca. Quieren gobernar, promulgar leyes, imprimirle su sello al país. Casi nadie quiere poner eso en juego. En consecuencia, aprietan los dientes y siguen adelante.
No obstante, en las últimas semanas los republicanos han bajado el tono en la defensa de su presidente. Demasiado drama los salpica desde la Casa Blanca. Pero todavía no se vislumbra un frente contra Donald Trump. Mientras eso no cambie, el presidente podría seguir como hasta ahora, aunque tenga rabietas, brille por su desconocimiento o cometa un desaguisado tras otro. De todos modos cuenta con el respaldo de sus electores, que no entienden todo el alboroto en torno al hombre que hace lo que les había prometido: desde la prohibición de entrada a musulmanes hasta la construcción del muro en la frontera mexicana.
Elecciones parlamentarias
Los detractores de Trump solo pueden soñar con el 6 de noviembre de 2018, fecha en que tendrán lugar elecciones parlamentarias en Estados Unidos. Si hasta entonces se acumula suficiente descontento con Donald Trump y los demócratas aprenden su lección, la correlación de fuerzas podría cambiar. Y entonces, si llega a existir algún motivo de peso, podría haber también una pequeña posibilidad de llevar a cabo un proceso de destitución.
En consecuencia, el mundo haría mejor en acostumbrarse a la idea de que Trump gobernará cuatro años. Y ya ha mandado a patentar su eslogan para la campaña electoral 2020: “Keep America great!”
Autor: Martina Buttler (ERS/DZC)
En: DW