Polémica en Argentina por “despido” de cientos empleados de centro kirchnerista
La no renovación por parte del gobierno de Mauricio Macri de los contratos de 600 de las 710 personas que trabajan en el Centro Cultural Kirchner está causando revuelo político en Argentina.
Este jueves, un grupo de exempleados del Centro Cultural Kichner (CCK) llevará a cabo una manifestación en Buenos Aires para exigir “la continuidad del 100% de los trabajadores”, después de que los contratos de centenares no fueran renovados.
La medida fue anunciada el lunes y tomó por sorpresa a los empleados que acudieron a sus puestos de trabajo, pero no pudieron entrar al edificio.
El CCK, considerada la obra arquitectónica más ambiciosa de la expresidenta Cristina Kichner, abrió sus puertas en mayo de 2015.
El centro, que fue una iniciativa del fallecido expresidente Néstor Kichner, se ideó como “un espacio cultural capaz de albergar todas las expresiones del arte y la cultura”, en el que “todos los argentinos puedan acceder a la cultura, a través de una programación amplia, diversa y de calidad”, indica esa organización en su página web.
En declaraciones a la radio argentina Continental el martes, el director del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de Argentina (al que pertenece el centro), Hernán Lombardi, dijo que además de no renovarse el 85% de los contratos de los empleados de esa organización, las funciones del 15% restante se evaluarán cada tres meses.
31 de diciembre
De acuerdo con Lombardi, lo que se hizo fue no extender los contratos que se habían suscrito con las universidades que se vencían el 31 de diciembre.
“Los contratos dados de baja son contratos de asistencia técnica con las Universidades de San Martín, 3 de febrero y La Matanza. Involucraban al 85% de los designados que tenían su relación laboral triangulada con las universidades”, indicó.
Los demás contratos “serán renovados por entre uno y tres meses, de acuerdo a la normativa emanada del ministerio de Modernización. Cada caso será revisado por los nuevos responsables de la transición de cada área, evaluándose la pertinencia de su designación”, explicó Lombardi a la emisora.
“No quiere decir que no haya gente valiosa, pero será evaluada para ver su continuidad”, indicó.
Sin embargo, la explicación de Lombardi no satisfizo a todos.
“Es un artilugio técnico para despedir a los trabajadores”, dijo el delegado gremial del centro cultural, Nicolás Esperante, a la radio argentina Del Plata.
“Nuestros sueldos venían del Ministerio de Planificación, que los derivaba a las universidades para pagar nuestros sueldos y la operatividad del CCK”, indicó Esperante.
De hecho, el ex ministro de Planificación, Julio De Vido, se hizo eco de la polémica:
“Quiero pedirle a las nuevas autoridades del CCK que no usen esto como excusa para dejar en la calle a 800 trabajadores”, dijo, según informó el diario argentino La Nación.
Y añadió: “me solidarizo (con las personas afectadas) y me pongo a disposición”.
“Cada caso será revisado”
El 5 de enero, Lombardi había dicho en un mensaje en Twitter que “funcionarios salientes firmaron irresponsablemente falsas renovaciones de contratos para 2016 que carecen de legalidad y legitimidad”.
Sin embargo, los exempleados aseguran que la medida es injusta.
“No somos culpables del tipo de contratación que tuvimos. Podemos dar cuenta del trabajo que hicimos y que queremos seguir haciendo”, señaló uno de los delegados del centro en declaraciones de recogió el periódico argentino Clarín.
Mientras que otro le dijo al periódico La Nación: “Esperamos desde el primer día a Lombardi para entregarle informes de gestión, pero sólo recibimos el destrato”.
En su cuenta de Twitter, Lombardi indicó que “cada caso será revisado por los nuevos responsables de la transición de cada área, evaluándose la pertinencia de su designación”.
Luego de un accidentado período de transición con su antcesora y rival política, Cristina Fernández, el presidente Mauricio Macri ha empezado a dar marcha atrás a varias medidas de la exmandataria.
En.- bbc