Día: 24 julio, 2013

Es la condición natural del ser humano como ser social, aunque muchas veces irracional, hacer al otro lo que le hicieron a él (hasta me recuerda el excelente mensaje de “daughters” de John Mayer). No obstante, imaginemos una sociedad donde aquel “ojo por ojo, diente por diente” se aplique en un sentido totalmente contrario. Apuesto a que sacaría lo mejor de nosotros, aquella bondad hacia el otro sin importar apariencias, credo, raza, condición social, etc. Eso es a lo que infructuosamente se quiere llegar formalmente a través de las leyes, pero que en la práctica nos falta mucho por concretar o materializar en nuestras sociedades y, principalmente, en nosotros mismos.

Conmover a través de las buenas acciones, impactar con el ejemplo, hacer sentir especial al otro y sacarle una sonrisa a él/ella y a todos los que te rodean. Esas son las claves para que seamos mejores seres humanos cada día. Hacer crecer nuestra luz interior debe ser lo que nos impulse para hacer que otros también intensifiquen su propia luz.

Seamos esas personas que iluminen la vida de todos aquellos que encontremos a lo largo de nuestro camino. Seamos primero los protagonistas en nuestras vidas, para luego serlo en la de los otros. Vale el esfuerzo porque la bondad es lo que mantiene este mundo a flote. Conmueve a los demás con tu ejemplo.

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