Para responder, primero se debe entender lo que es una predicción, una profecía y un pronóstico, cualquier científico sabe que la única que responde a una epistemología es la última, y esto es lo que intentare desarrollar (los otros, tómenlo de tarea para la RAE, o hagan como los “poderosos nulos” de la radio, prensa y televisión, que con sus afiebradas explicaciones responden un ¿porqué?, con su “porque”).

El Pronóstico, en el ámbito de las operaciones, inspirado en Disney S. & Lambrecht M (2008), permite preveer y por lo tanto planificar los recursos a ser requeridos en los procesos de flujo de ingreso, operación y salida de las actividades necesarias en manufactura y servicios. En el ámbito de las Finanzas, inspirado en Knigth J. (2002) y sus referencias, el pronóstico permite preveer dos estados, el valor de los instrumentos financieros (precio de los activos, pasivos y derivados) y el tiempo en que se darán dichos valores. En el ámbito de la meteorología, inspirado en Harper K. (2008), el pronóstico permite preveer las condiciones atmosféricas y su impacto en el hábitat. Así pues, estimar el valor del resultado, el mismo que para el caso de una catástrofe, como un terremoto, no sera en si misma el movimiento telúrico, (pues en algunas partes, al día se tienen decenas y en otras cientos de movimientos de tierra) sino el desastre producido. Un desastre solo adquiere esta categoría cuando escapa al manejo del sistema convencional de crisis (entiéndase sistema como los procesos, protocolos y acciones de respuesta) y tiene un impacto significativo en valor cuantificable al territorio y habitat expuesto. Dicho esto, entonces ¿cómo predecir un terremoto que causara un desastre?, pues como se hace en todos los casos de aplicación antes mencionados, con experticia, data histórica y un modelo matemático, el problema es que en todos esos casos se conoce relativamente bien, la dinámica y ejercicio de esas actividades pronosticables, en el caso de los terremotos, NO, PUES NO SE CONOCE al planeta Tierra aún como entidad viva, por lo tanto cualquier pronóstico sera con un alto grado de incertidumbre, con modelos parciales o limitados. 2136.