18/02/20: Comentario sobre los principios y los intereses y el desarrollo humano

COMENTARIOS AL ARTÍCULO: LOS PRINCIPIOS Y LOS INTERESES Y EL DESARROLLO HUMANO.

Por: Maria F. Garzón

Estoy de acuerdo con que el estado no es capaz de mantener el equilibrio intereses/principios, por las razones que se expone en el artículo. A riesgo de simplificar demasiado las cosas, me parece que el verdadero problema de fondo es la explosión de la posverdad (“storytelling”) que es la narración de juicios sobre hechos u opiniones que no se ajustan a la verdad, que ni el estado ni quienes defienden principios pueden controlar. Por un lado, quienes defienden principios ni siquiera están conscientes de que ese “storytelling” es precisamente el gran poder que deben controlar o enfrentar para promover eficazmente dichos principios. En cambio, se desgastan desarrollando buenos argumentos, completos, bien documentados y racionales que desgraciadamente no ven realmente la luz pública.  Por otro lado, los principistas carecen de recursos y experiencia para controlar el “storytelling”. En realidad, el mayor control lo ejercen los que tienen y defienden intereses particulares (corporaciones y los elementos del estado con intereses específicos). Ellos si están muy conscientes del poder absoluto que tiene el “storytelling” y tienen los recursos económicos y la experiencia que usan para maximizar este poder.  Para complicar las cosas, en el contexto en que vivimos, con millones de mensajes diarios, solo aquellos mensajes sobre-simplificados, ”sanitizados” y minimizados— es decir sólo aquellos mensajes que cuentan la verdad a medias o tergiversada y que sirven a intereses particulares bien limitados— alcanzan visibilidad y son realmente “consumidos”.

De hecho, el mayor poder sobre el “storytelling” incluye la capacidad de suprimir contenidos. En mi opinión solo este poder puede restablecer (establecer por primera vez?) el equilibrio entre principios e intereses.

Tratando de entender este problema lo he identificado en la educación moral y académica de los niños en general, en las retoricas políticas, en la confusión que el macro-contexto le genera a los adultos en cuanto a lo que es moral y, en realidad, en la forma como los humanos estamos interactuamos unos con otros. Es decir, tengo una profunda preocupación sobre la moral social en estos tiempos.

El gran problema es ¿qué hacer? Siendo un tema complejo, modestamente, creo que es necesario condensar de manera deliberada y sistemática, lo más fundamental y elemental de los principios (sea como un todo, o uno por uno, si es necesario).  Es decir, es necesario obtener las piezas de información mínimas y completas de los principios, , para convertirlas en módulos de contenido consumibles de información y distribuirlas como “productos”. Desafortunadamente tal vez la forma para hacerlo sea a través de la maquinaria tradicional de publicidad y mercadeo y redes de “influencers” desarrolladas con este propósito. Es imprescindible atacar las fallas morales de la posverdad o storytelling.

 

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