Efraín Gonzales de Olarte.
“La economía peruana pos-ajuste estructural funciona en base a dos ejes: la exportación de materias primas y a un conjunto de servicios comerciales, financieros y turísticos. Este modelo primario exportador y de servicios (PESER) es en buena parte el resultado de la estructura productiva del estado previo a las reformas. Este modelo explica en buena medida porque hay crecimiento sin mejoras en la desigualdad socio-económica”
Los países que realizan reformas drásticas de sus estructuras productivas e institucionales siempre conservan elementos de la situación anterior, aunque cambien radicalmente otros. Este es el caso del Perú, que hizo una de las reformas neoliberales más radicales de América Latina, sin embargo pese a los drásticos cambios de propiedad, desregulación y la liberalización de mercados los sectores productivos siguieron siendo los mismos y fueron gestados durante el capitalismo de estado que tuvo el Perú en la época de los militares. Las principales empresas privatizadas o dadas en concesión eran de propiedad del Estado y estaban ubicadas en los sectores primarios como la minería, la agricultura, el comercio, los bancos, las compañías eléctricas y la telefónica. Si bien cambiaron de propiedad, los sectores siguieron siendo los mismos: de exportación primaria y de servicios.
El problema es que la exportación primaria minera o petrolera no genera eslabonamientos internos, en consecuencia sus efectos multiplicadores de empleo e inversión van más bien al exterior. Así mismo, los servicios que no se pueden almacenar ni trasladar, generan efectos multiplicadores sólo locales o, en el mejor de los casos, regionales. En consecuencia, así la economía exportadora y los servicios crezcan a tasas altas, sus posibilidades de transmitir crecimiento hacia otros sectores o hacia otras localidades y regiones son bastante limitadas. El resultado ha sido que no se han dado mejoras distributivas por falta de articulación económica entre sectores y entre regiones.
Sin embargo, en aquellos sectores como la agroindustria o regiones como Ica y el norte, donde se han generado nuevos sectores que transforman productos agrícolas o ganaderos, los efectos multiplicadores son mayores, pues los mercados de trabajo son más dinámicos, la pobreza ha retrocedido más que en el resto y la desigualdad debe estar disminuyendo.
Al Perú le hace falta un modelo con tres ejes, primario-exportador, manufacturero y de servicios, para tener crecimiento con equidad.
Lima, 03.12.09
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