Quizá uno de los mayores inventos que trajo consigo el siglo XXI, fue el avance de las tecnologías de información y con ello, la aparición y proliferación del internet. Sin duda un paso importante, que se sumó al paso previo que había dado la informática en el mundo.
Un país que apunta al desarrollo debe planificar adecuadamente y preparar sus bases en diversos sectores como educación, salud, trabajo, entre otros; pero históricamente la educación está muy ligada a la información, y hoy en día, la información está muy ligada a la tecnología, la informática y la conectividad. Está ultima debe ser una prioridad. El Perú debe tener objetivos de desarrollo vinculados a generar mayor conectividad, y esto implica un hacer que involucre a varios sectores como: el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, los Organismos Reguladores, los gremios empresariales y por supuesto, las empresas teleoperadores.
El Perú ha hecho sus esfuerzos, se ha convocado, se realizado licitaciones, pero los resultados aún son prematuros y lentos. Muchos de los contratos de concesión con empresas nacionales e internacionales, tienen numerosas adendas, a tal punto que no se ha podido avanzar con los proyectos de conectividad, y constantemente se solicitan nuevos plazos de finalización a razón de falta de coordinación con los gobiernos locales, regionales o las mismas comunidades nativas, respecto de las zonas por donde pasarán las redes.
Por otro lado, las nuevas modificaciones también responden al avance tecnológico, de tal manera que se realizan adendas con la finalidad de traer mejor tecnología o adaptar las tecnologías empleadas a las nuevas necesidades. Es importante señalar que las adendas no han implicado un incremento económico del proyecto (tal como ocurre en otros sectores) lo cual es saludable y transparente entre las autoridades correspondientes, las empresas y la población.
Por lo demás, no tenemos un horizonte cercano, material y consistente, por el contrario, todo lo explicado ha generado que estemos rezagados en la conectividad y esto tiene un impacto negativo porque nos retrasa los objetivos de desarrollo como país, sobretodo en la educación, porque solamente la educación siembra nobles aspiraciones en la gente, rompe grilletes y cadenas para poder seguir, para poder construir, para poder avanzar como país. En este sentido, la conectividad se convierte en un servicio básico que deberíamos tener todos los peruanos.
Es cierto que en la actualidad, no todos podemos acceder a la conectividad, pero por lo menos es importante, que el Estado muestre que se ha realizado algo. Esto debería ser un reto y desafío del gobierno actual, de las autoridades responsables. Habrá que poner manos a la obra para que dentro de poco el Perú alcance los niveles de conectividad que permitan impulsar un mayor desarrollo, nacional, pero sobretodo, que permita llevar más y mejor educación a todas las zonas del país.
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