Un “nuevo civismo” para proteger nuestro hogar común

11:00 a.m. | 22 jul 24 (PAV/NCR).- “De Laudato si’ a Fratelli tutti: No hay justicia social sin justicia climática”, es el título de un seminario organizado por la Santa Sede en colaboración con Greenaccord y Greenpeace. El llamado central fue a crecer en “una espiritualidad de la solidaridad global” que nos lleve a “una globalización del humanismo”. Y días después, se presentó el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de Oración por la Creación, este año inspirado en la relación de actuar (cambiar juntos) y la esperanza, resaltando la necesidad de involucrar a los jóvenes.

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“Todo está conectado”, vivimos “en una única casa, el planeta, que debemos cuidar” y formamos parte de “una única familia, la de los pueblos, de la que debemos ser responsables”. Y esta visión, presente en las dos encíclicas del papa Francisco, Laudato si’ y Fratelli tutti, es la pauta para construir una “civilización” de la Tierra que vaya más allá del simple hecho de la interdependencia planetaria. Con estas palabras, el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, inició el seminario de estudio-0 “De Laudato si’ a Fratelli tutti: No hay justicia social sin justicia climática”, celebrado en la sala de conferencias de la Academia Pontificia para la Vida.


El panorama de las guerras y el cambio climático

En su discurso, Paglia subraya que las dos encíclicas del Papa se inscriben en un panorama de guerras “desde la de Ucrania, a la de Gaza, pasando por la de Sudán del Sur y las otras 56 que están activas aunque sean ignoradas por la mayoría”. El futuro es oscuro, comenta, “estamos sin visiones, sin sueños” y el sueño “que todos teníamos en 1989: ‘por fin un mundo unido y universal’, se ha derrumbado miserablemente”. El “cambio de época” del que habla el Papa, “significa que el hombre, por primera vez en la historia de la humanidad, puede destruirse a sí mismo y a la creación” con armas nucleares, aunque sean “tácticas”, y después con el cambio climático. A esto se añade, para el arzobispo, una tercera frontera, “la de las tecnologías emergentes y convergentes con las que podemos manipular radicalmente lo humano (se habla de transhumano, posthumano, humano aumentado)”.


Por un nuevo humanismo planetario

La visión de las dos encíclicas, según Paglia, está ligada al testimonio de San Francisco de Asís, que en el verano de 1225, “enfermo y casi ciego, compuso el Cántico del Hermano Sol” llamando “hermanas y hermanos a las criaturas y a la creación, también llamó hermana a la muerte”. Es “la visión de una vida nueva para un mundo nuevo: todos hermanos y hermanas, personas y criaturas”. Para el arzobispo, las dos encíclicas “llaman a superar el viejo antropocentrismo y empujan hacia una nueva visión de lo humano”. Porque si es válida la consecución de un humanismo “que exalte el valor y la dignidad de todo ser humano, sea quien sea, venga de donde venga”, entonces “hay que perseguir una globalización de este humanismo: el humanismo de los derechos humanos, de los derechos de la mujer, de la libertad-igualdad-fraternidad, de la democracia, de la solidaridad global“.

Este es el nuevo humanismo para el tercer milenio, subraya el presidente de la Academia Pontificia para la Vida. Si “el viejo humanismo había producido un universalismo abstracto, ideal, marcado de hecho por un etnocentrismo sustancial y un antropocentrismo desviado”, el nuevo humanismo planetario “nace de la conciencia de tener que repensar al mismo tiempo las relaciones humanas y la relación de los hombres con la naturaleza”. Es un desafío, concluye Paglia, que, “para ser asumido, requiere coraje y la fuerza de la renovación mental y espiritual, para una nueva obra de edificación humana y de fraternidad, conscientes de que la humanidad siempre ha sido exaltada por la esperanza de la fraternidad”.


Todas las intervenciones del seminario

El seminario, introducido por el presidente de Greenaccord, Alfonso Cauteruccio, y moderado por el periodista Vincenzo Varagona, presidente de la UCSI (Unión Católica de la Prensa Italiana), prosigue con un análisis de los aspectos jurídicos, sociales y económicos de la justicia climática, a cargo de Enrico Giovannini, economista, estadístico y director científico de ASviS (Alianza Italiana para el Desarrollo Sostenible). A continuación intervienen Louise Fournier, del departamento jurídico de Greenpeace Internacional, y Antonello Pasini, físico climático del CNR, sobre “La crisis climática y los fenómenos extremos: una cuestión de equidad”.

El programa también ha incluido la presentación de los informes de Paola Michelozzi, epidemióloga medioambiental del Departamento de Epidemiología del Lacio, sobre “Clima, salud y desigualdades sociales”, y uno sobre justicia climática e impacto en la salud: solastalgia y ecoansiedad, a cargo de Rita Erica Fioravanzo, presidenta del Instituto Europeo de Psicotraumatología y Gestión del Estrés. El seminario finalizó con la mesa redonda “No hay justicia social sin justicia climática”, en la que participaron Andrea Masullo, director científico de Greenaccord, Simona Abbate, de la campaña de Energía y Clima de Greenpeace Italia, Antonio Tricarico, de la campaña de finanzas públicas y multinacionales de ReCommon, Domenico Giani, presidente de Misericordie, y Don Mattia Ferrari, de Mediterránea.

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VIDEO. “De Laudato si’ a Fratelli tutti: No hay justicia social sin justicia climática”

Un don de Dios para que la humanidad lo administre y no lo depreda

“La tierra se entrega al hombre, pero sigue siendo de Dios”, según la tradición judeocristiana, dice el Papa en su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación 2024. “Por tanto, pretender poseer y dominar la naturaleza, manipulándola a voluntad, es una forma de idolatría. Es el hombre prometeico, ebrio de su propio poder tecnocrático, que con arrogancia pone a la tierra en una condición ‘des-graciada’, es decir, privada de la gracia de Dios”, escribió en su mensaje, difundido por el Vaticano.

La difusión del Mensaje del Santo Padre ha sido confiada al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; el Tiempo de la Creación es una iniciativa ecuménica promovida por diferentes agrupaciones, entre las cuales se encuentran el Consejo Mundial de las Iglesias, la Federación Mundial Luterana (LWF), la Comunión Anglicana, el Movimiento Laudato si’. El Tiempo de la Creación dura del 1 de septiembre al 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, patrón de la ecología. El tema para 2024 es “Espera y actúa con la creación”, basado en la Carta de San Pablo a los Romanos (8:19-25), en la que el apóstol reflexiona sobre el destino de la creación al compartir la pena por la corrupción provocada por el pecado, concluyendo esta se beneficiará de la redención y la gloria futura que suponen la liberación definitiva del pueblo de Dios.

“¿Por qué tanta maldad en el mundo? ¿Por qué tanta injusticia, tantas guerras fratricidas que causan la muerte de niños, destruyen ciudades, contaminan el entorno vital del hombre, la madre tierra, violentada y devastada?”, dijo el Papa en su mensaje. “Al igual que la humanidad, la creación ―sin culpa alguna― está esclavizada y se encuentra incapacitada para realizar aquello para lo que fue concebida, es decir, para tener un sentido y una finalidad duraderosa”, escribió, reflexionando sobre la carta de San Pablo. “Está sujeta a la disolución y a la muerte, agravadas por el abuso humano de la naturaleza”.

Al mismo tiempo, San Pablo vio que “la salvación del hombre en Cristo es esperanza segura también para la creación”, que será “liberada de la esclavitud de la corrupción para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios”, escribió. “Esta conversión consiste en pasar de la arrogancia de quien quiere dominar a los demás y a la naturaleza ―reducida a objeto manipulable―, a la humildad de quien cuida de los demás y de la creación”, añadió.

“Esperar y actuar con la creación significa, en primer lugar, aunar esfuerzos y, caminar junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad”, dijo en su mensaje. También significa repensar el significado y los límites del poder humano, que ha “hecho impresionantes y asombrosos progresos tecnológicos”, escribió. Sin embargo, “un poder incontrolado engendra monstruos y se vuelve contra nosotros mismos” y es “urgente poner límites éticos al desarrollo de la inteligencia artificial“. En lugar de ser utilizada para dominar a la humanidad y la naturaleza, la tecnología debe ser puesta “al servicio de la paz y el desarrollo integral”, escribió.

El mensaje del Papa señala que la teología cristiana y su comprensión de la esperanza desempeñan un papel importante a la hora de ayudar a las personas de fe a realizar la necesaria “conversión ecológica”. Con Dios como Padre amoroso, su Hijo como “amigo y redentor de todo hombre y Espíritu Santo que guía nuestros pasos por el camino de la caridad”, escribió, “La obediencia al Espíritu de amor cambia radicalmente la actitud del hombre: de ‘depredador’ a ‘cultivador’ del jardín”.

LEER. Mensaje completo del papa Francisco

VIDEO. Video del Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de Oración por la Creación 2024

El cuidado de la Creación: Hay esperanza si hay cambio

La conversión ecológica requiere una “inversión de dirección” de las conciencias de todos, porque la creación está íntimamente ligada a una revolución del espíritu: éste fue el núcleo de la conferencia de presentación del mensaje del Papa para esta jornada, celebrada en la Sala de Prensa del Vaticano. En el centro estaba el recordatorio del inminente Jubileo y la necesidad de implicar a los jóvenes en la salvaguardia del medio ambiente.

Una crisis climática que “está poniendo de rodillas a toda la humanidad” y que representa “una clara y dramática provocación a nuestra humanidad: si la creación sufre, también nosotros sufrimos; si hay armonía entre los hombres, también hay armonía en la creación”. En la Oficina de Prensa de la Santa Sede resuena con fuerza la admonición de los oradores llamados a presentar el mensaje de Francisco. Esta iniciativa por la creación fue instituida por el Pontífice en agosto de 2015, la cita -que además tiene carácter ecuménico- cumple su décima edición.

El tema del mensaje (“Espera y actúa con la creación”), presentado junto con un breve vídeo que resume sus puntos principales, es un título que -según sor Alessandra Smerilli, secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral- apunta ya hacia el Año Santo, centrado en el lema Peregrinos de la esperanza. “El tema de la ecología integral -subraya la religiosa- puede así profundizarse en el horizonte de redención y de reapertura de la historia que caracteriza cada Jubileo”. Esperanza y acción, por tanto, porque “hoy está dramáticamente más claro que hay esperanza si hay cambio en las condiciones actuales”.


Urgencia de un cambio en la conciencia de todos. El modelo de Asís

Pero para ser eficaz, ese cambio -añade la hermana Smerilli- debe generarse a partir de una “conversión ecológica que, como toda experiencia de conversión, es un acontecimiento espiritual con repercusiones visibles y concretas”. En esta perspectiva, la religiosa destaca el contenido “marcadamente teológico” del mensaje papal, precisamente para reafirmar que la esperanza es “casi un milagro de Dios en nosotros y a nuestro alrededor, una maravilla de la gracia que va mucho más allá del optimismo” y con la que se puede “responder a las circunstancias históricas”.

Esta respuesta, subraya a continuación, es urgente porque la llamada a la conversión ecológica es urgente y “exige un cambio de rumbo” en las conciencias de todos. El aire, el agua, la tierra y los pobres “gritan en su sufrimiento”, dice la Hermana Smerilli, y su grito está “conectado a una revolución del espíritu”. Sin embargo, aunque todos los seres humanos son responsables de este grito, no todos lo son “de la misma manera”: de hecho, señala la religiosa, “los que más han tenido de la creación, han tomado saltándose los equilibrios en los que se basa la justicia”.

LEER. Intervención completa de Sor Alessandra Smerilli HMA

El padre Daniel Rodríguez, director de la oficina de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) de la Curia General de los Hermanos Menores, también se detiene en el tema de la conversión: en el mensaje del Papa, explica, se menciona 19 veces al Espíritu Santo y 14 a la esperanza. Por tanto, no puede haber conversión de estilos de vida “sin la fuerza del Espíritu y sin el optimismo de la esperanza”. De cara a 2025 -año del Jubileo y el 800 aniversario del Cántico de las Criaturas, compuesto por San Francisco de Asís en 1225-, el padre Rodríguez invita a mirar al Poverello como modelo para descubrir “que la fraternidad no es solo humana, sino cósmica”: él, en efecto, supo escuchar “el gemido de la creación, el de la gente, el de los pobres de su tiempo y aprendió también a prestar atención al gemido del Espíritu”.

LEER. Intervención completa de Fra Daniel Rodríguez Blanco OFM


La importancia de implicar a los jóvenes

El padre Alberto Ravagnani, que trabaja en la pastoral juvenil de la Arquidiócesis de Milán, explicó que los jóvenes, tanto creyentes como no creyentes, tienen un importante papel que desempeñar en este sentido. “La actual crisis climática”, explica el sacerdote, “se cierne sobre su futuro como una amenaza cada vez más ineludible”. Luego, precisó que es importante ayudar a los jóvenes católicos a ser capaces de abordar las crisis ecológicas y el cuidado de la creación desde la fe y la esperanza, y no desde el miedo. “El tema del cuidado de la creación no siempre se plantea adecuadamente a los niños y jóvenes como un tema de fe”, es decir, vinculando el medio ambiente con “nuestra identidad como criaturas, como niños, como hermanos y hermanas”.

En respuesta a una pregunta sobre los activistas que recurren a métodos violentos o dañinos para concienciar sobre el cambio climático y cuestiones relacionadas, afirmó que la mayoría de los jóvenes buscan formas positivas de comprometerse y ayudar a cambiar las cosas, “no destruyendo, sino formando algo nuevo”. Por eso es importante crear posibilidades reales para que los jóvenes tomen la iniciativa en proyectos constructivos e incluso ayuden con la financiación, dijo el sacerdote.

La mayoría de los jóvenes tienen la impresión de que la Iglesia intenta obstaculizar el progreso tecnológico o de que “Dios es insignificante” o “poco fiable”, dijo. Los jóvenes necesitan ver que la Iglesia cuestiona el desarrollo que amenaza la dignidad humana y la creación, y promueve el progreso que es “para el verdadero bien de la humanidad”.

Central, al mismo tiempo, tendrá que ser el uso de Internet y de las redes sociales para sensibilizar sobre el tema sobre todo a los jóvenes. Es en la red, de hecho, recuerda el sacerdote, donde los jóvenes “comparten sus sueños y sus batallas” y es por tanto a través de la web como la Iglesia “puede proponer al mundo la ecología humana integral”, interceptando “la esperanza y la acción de las nuevas generaciones, incluso no creyentes, respecto al cuidado de la creación”, para tener un impacto real en la sociedad de hoy y orientar el desarrollo de la de mañana.

LEER. Intervención completa de Don Alberto Ravagnani


El valor ecuménico de la Jornada del 1 de septiembre

Por su parte, María Lía Zervino, de la Asociación Servidora (que, por iniciativa del sacerdote argentino y siervo de Dios, Luis María Etcheverry Boneo desde 1952, reúne a mujeres consagradas) y miembro del Consejo del movimiento Laudato si’, recuerda que la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación marca el inicio del Tiempo de la Creación, que concluye el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís. Este periodo “es celebrado por todas las confesiones de la familia cristiana” y tiene, por tanto, un valor ecuménico, especialmente en la promoción de la justicia y la paz en el mundo.

En este sentido, Zervino aboga por “apoyar políticas que pongan límites al poder incontrolado del hombre” sobre el medio ambiente, con el fin de perseguir el bien común”. “Una de esas políticas”, explica, “es el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, que ha sido apoyado por muchos líderes religiosos y naciones vulnerables a la crisis climática”. La esperanza que se abrigará en vísperas del 1 de septiembre, por tanto, será también la de “un mundo libre del monopolio de los combustibles fósiles“.

LEER. Disponible el “kit pastoral” para la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación

VIDEO. Conferencia de prensa – Presentación del Mensaje


VIDEO. Estudio 9: Esperanza para poder adoptar una conversión ecologica

Información adicional
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Fuentes

Vatican News (2) / National Catholic Reporter / Pontificia Academia para la Vida / Videos: Greenpeace – Vatican IHD – Vatican Media / Foto: UNICEF

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