Francisco en Congo: “África no es una tierra que saquear”

11:00 a.m. | 4 feb 23 (AM/OPV).- En la primera mitad de su viaje al continente africano, el Papa llegó a la R.D. Congo, país que sobrevive años de conflictos internos y externos. A pesar de su riqueza en recursos minerales y naturales, su explotación cruel e ilegal ha degenerado en dramáticos índices de pobreza. En sus mensajes, Francisco ha condenado la corrupción y el saqueo ante autoridades, responsables y la comunidad internacional, y a los fieles y jóvenes llamó al camino de la reconciliación. Animó el importante rol de la Iglesia en el país con más católicos del continente. Presentamos un recuento completo de su visita.

——————————————————————————————–

El papa Francisco concluye mañana por la mañana su visita de cuatro días a la República Democrática del Congo (R.D.C.). Había prometido a la gente que vendría, y ha cumplido esa promesa, a pesar de sus limitaciones físicas. Ahora ha demostrado que su avanzada edad y sus problemas de movilidad física no han limitado su extraordinaria capacidad para consolar a los afligidos, denunciar la violencia y la corrupción, llamar a los delincuentes a la conversión y sostener a los fieles en la esperanza.

Desde el momento de su llegada a la R.D.C. ha sido recibido con una tremenda acogida. En el camino del aeropuerto hasta la ciudad, la gente se agolpaba en las calles: más de un millón de personas asistieron a su Misa al aire libre, 65.000 jóvenes vibraron de alegría cuando se reunió con ellos en el Estadio de los Mártires, y cientos se congregaron en las calles cuando se dirigió al clero y a las religiosas y religiosos consagrados en la catedral el 2 de febrero. Allá donde iba, la gente acudía a aclamarlo.

Jolette Kinabayu Ka, una joven enfermera que asistió al encuentro del Papa con los jóvenes en el Estadio de los Mártires, elogió su uso de la silla de ruedas. Con frecuencia, en este país y en otras partes de África, “se considera que las personas en silla de ruedas son discapacitadas, que no pueden hacer gran cosa”, dijo. “Pero el papa Francisco nos muestra de lo que realmente son capaces, y da esperanza a esas personas”. Transmitió un poderoso mensaje al pueblo de la R.D.C. cuando dejó claro que su principal preocupación era promover la reconciliación y la paz en esta tierra desgarrada por la guerra, y expresar a este pueblo profundamente religioso que Cristo y sus enseñanzas ofrecen el camino hacia la curación en la R.D.C. Ese fue el hilo conductor de los siete discursos que ha pronunciado en los últimos tres días.

En su discurso dirigido a las autoridades, Francisco utilizó el peso de su ministerio para llamar la atención del mundo sobre “el genocidio olvidado” que ha tenido lugar en esta tierra en los últimos 30 años. El genocidio en la R.D.C., a diferencia del genocidio en Ruanda, ha sido convenientemente pasado por alto por los gobiernos y la comunidad internacional y en gran medida ignorado por los medios de comunicación internacionales porque tuvo lugar durante décadas y no semanas. Al poner el foco papal en esta tragedia, el Papa está pidiendo que se reconozca y se aborde internacionalmente, pese a los años transcurridos.

Francisco dijo que pretendía, con esta visita, llevar consuelo a la gente, y eso es lo que hizo, con gran ternura y compasión, cuando se reunió con las víctimas de la violencia en el este del paísh. En su charla con los sobrevivientes, condenó “la violencia armada, las masacres, las violaciones, la destrucción y ocupación de aldeas”, que es la cara brutal del genocidio y de unos crímenes que, según sugirió, tienen causas tanto políticas como económicas.

Asimismo, condenó “la explotación homicida e ilegal de las riquezas de este país, y los intentos de fragmentar el país para controlarlo” y, dijo, “la inseguridad, la violencia y la guerra que afectan trágicamente a tanta gente son vergonzosamente alimentadas no sólo por fuerzas externas sino también desde dentro, en aras de intereses y ventajas privadas”. A lo largo de su estancia en Kinshasa, arremetió duramente contra la corrupción, tanto en su discurso ante las autoridades del país, el 31 de enero, como ante los jóvenes congregados en el estadio de los Mártires, que, al oír sus palabras, corearon: “¡No más corrupción!”.

El Papa, sin embargo, no se limitó a denunciar y condenar, también trató de inspirar a quienes tienen influencia en el futuro del país. Hizo un llamado a la buena gobernanza por parte de quienes ejercen la autoridad a nivel nacional y local, y les exhortó a ver el poder como un servicio. Les pidió, al igual que a la sociedad civil y a los colectivos humanitarios, que trabajaran por la eliminación de la pobreza y la desigualdad. Pidió a las autoridades estatales que hicieran inversiones significativas en educación y sanidad, y que garantizaran la protección del medio ambiente, sobre todo teniendo en cuenta que la R.D.C. alberga la selva ecuatorial, considerada uno de los dos “pulmones” del mundo.

Francisco también ofreció una hoja de ruta hacia la paz. Exhortó al millón de personas que acudieron a misa en las afueras de Kinshasa el 1 de febrero, y a los jóvenes y catequistas que se reunieron en el estadio al día siguiente, a superar el odio, el tribalismo y la venganza, a convertirse y verse como hermanos y hermanas, y a convertirse en artífices de la paz en su patria. El Papa ha convocado a sacerdotes, religiosos y religiosas consagrados, seminaristas, catequistas y jóvenes “para desarmar el corazón humano” y trabajar por la reconciliación y la paz.

“Sean un pueblo de reconciliación, capaz de apertura y diálogo, de aceptación y perdón, que haga fluir ríos de paz por las áridas llanuras de la violencia”, dijo dirigiéndose a sacerdotes y religiosos consagrados en la catedral de Nuestra Señora del Congo (Notre-Dame du Congo). Pero, sabiendo bien que se enfrentaban a “condiciones difíciles y a menudo peligrosas”, como dijo el cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa, al recibir al Papa en la catedral, Francisco trató de levantarles el ánimo. “No se desanimen, porque los necesitamos”, dijo. “Son muy valiosos e importantes. Lo digo en nombre de toda la Iglesia. Que sean siempre canales de la presencia consoladora del Señor, testigos gozosos del Evangelio, profetas de paz en medio de las tormentas de violencia, discípulos del amor, siempre dispuestos a cuidar las heridas de los pobres y de los que sufren”.

“La paz es un estado del espíritu. No se puede importar, se construye”, dijo a America Magazine el Sr. Faustin Kamba. “La reconciliación implica una toma de conciencia de que una comunidad aquí está llamada a vivir unida por el bien de todos”. Aunque el Papa ha centrado su atención en la dramática situación de la R.D.C., también ha dirigido sus pensamientos al continente africano en general, y ha pedido a sus habitantes que se conviertan en “protagonistas” de su propio futuro. “¡Manos fuera de la República Democrática del Congo! ¡Manos fuera de África! Dejen de asfixiar a África”, dijo en su discurso a las autoridades el 31 de enero, dirigiéndose a las potencias extranjeras y a las empresas multinacionales. “No es una mina que explotar ni un terreno que saquear”.

En su último día completo en la R.D.C., Francisco, que ya ha visitado nueve países de África, volvió de nuevo sobre la situación del continente en su discurso en la catedral. “Tristemente, la historia de muchos pueblos de este continente ha tenido que doblegarse ante la fuerza del sufrimiento y de la violencia”, dijo. “Si hay un deseo en el corazón de todos, es el de no tener que hacerlo nunca más, no tener que inclinarse nunca más ante la prepotencia de los poderosos, ni tener que someterse al yugo de la injusticia”.

A lo largo de su visita, Francisco ha transmitido el mensaje de que no hay razón para que un cristiano ceda al desánimo o al fatalismo, porque “el mal no tiene la última palabra”, se puede acabar con la violencia, la reconciliación y la paz son posibles. “Damos gracias a Dios por el Papa y porque haya venido a nuestro país a traer esperanza y paz”, declaró a America Magazine una joven de 20 años, Corady Magazimi, estudiante de hostelería en Kinshasa. “Pedimos a Dios que le proteja durante su estancia aquí, y consideramos su visita una bendición para nuestra tierra”.

¿Qué sucede en la República Democrática del Congo?
Recuento completo de actividades

Encuentro con las autoridades y la sociedad civil (31 de enero)

“Tras el colonialismo político, se ha desatado un ‘colonialismo económico’ igualmente esclavizador. Así, este país, abundantemente depredado, no es capaz de beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos (…) Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado suele cerrar los ojos, los oídos y la boca. Sin embargo, este país y este continente merecen ser respetados y escuchados, merecen espacio y atención. No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear. Que África sea protagonista de su propio destino. Que el mundo recuerde los desastres cometidos a lo largo de los siglos en detrimento de las poblaciones locales y no se olvide de este país y de este continente”.

LEER. Reseña en Vatican News / Discurso completo

 

 

Encuentro con las víctimas del este del país (1 de febrero)

“Causa vergüenza e indigna saber que la inseguridad, la violencia y la guerra que golpean trágicamente a tanta gente, son alimentadas no sólo por fuerzas externas, sino también internas, por intereses y para obtener ventajas (…) es la guerra desatada por una insaciable avidez de materias primas y de dinero, que alimenta una economía armada, la cual exige inestabilidad y corrupción. Qué escándalo y qué hipocresía: la gente es agredida y asesinada, mientras los negocios que causan violencia y muerte siguen prosperando”.

LEER. Reseña en Vatican News / Discurso completo

 

 

Santa Misa en el Aeropuerto de Ndolo (1 de febrero)

“Jesús resucitado no se dirige a los discípulos individualmente, sino que se reúne con ellos; les habla en plural, y a la primera comunidad le entrega su paz. No hay cristianismo sin comunidad, como no hay paz sin fraternidad. Pero, como comunidad, ¿hacia dónde hemos de caminar, hacia dónde hemos de ir para encontrar la paz? (…) Gracias al Espíritu Santo, ya no mirarán lo que les separa, sino lo que los une; ya no irán por el mundo para sí mismos, sino para los demás; no para ganar visibilidad, sino para dar esperanza; no para obtener aprobación, sino para gastar su vida con alegría por el Señor y por los demás”.

LEER. Reseña en Vatican News / Homilía completa

 

 

Encuentro con los jóvenes y los catequistas (2 de febrero)

“Amigos, para crear un futuro nuevo necesitamos dar y recibir perdón. Esto es lo que hace el cristiano: no ama sólo a aquellos que lo aman, sino que sabe detener con el perdón la espiral de las venganzas personales y tribales (…) La República Democrática del Congo espera de sus manos un futuro distinto, porque el futuro está en sus manos. Que su país vuelva a ser, gracias a ustedes, un jardín fraterno, el corazón de paz y de libertad de África”.

LEER. Reseña en Vatican News / Discurso completo

 

 

Encuentro con obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y seminaristas (2 de febrero)

La gente no necesita funcionarios de lo sagrado o profesionales distantes del pueblo. Estamos obligados a entrar en el corazón del misterio cristiano, a profundizar la doctrina, a estudiar y meditar la Palabra de Dios; y al mismo tiempo a permanecer abiertos a las inquietudes de nuestro tiempo, a las preguntas cada vez más complejas de nuestra época, para poder comprender la vida y las exigencias de las personas; para entender de qué manera tomarlas de la mano y acompañarlas (…) como afirmó Benedicto XVI al dirigirse a los sacerdotes africanos: ‘su testimonio de vida pacífica, por encima de los confines tribales y raciales, puede tocar los corazones’ (Africae munus, 108)”.

LEER. Reseña en Vatican News / Discurso completo

 

 

Encuentro con el episcopado de la R.D.C. (3 de febrero)

“Les ruego que no descuiden el diálogo con Dios y no dejen que el fuego de la profecía se extinga por cálculos o ambigüedades con el poder, ni tampoco por la vida tranquila o por la rutina. Ante el pueblo que sufre y ante la injusticia, el Evangelio nos pide alzar la voz. Cuando alzamos la voz, según Dios, nos arriesgamos”.

LEER. Reseña en Vatican News / Discurso completo

Información adicional
Fuentes

America Magazine / Vatican News / Oficina de Prensa de la Santa Sede / La NaciónVideos: Rome Reports / Foto: Gregorio Borgia (AP Photo)

Puntuación: 5 / Votos: 1

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Un pensamiento en “Francisco en Congo: “África no es una tierra que saquear”

  • 6 febrero, 2023 al 3:08 am
    Permalink

    En realidad, las luchas encarnizadas y tribales no han sido importadas en el Congo por influencias externas. Tampoco se olvida a sus víctimas, bastaría ver qué países financian el apoyo humanitario a los congoleños refugiados internos en campamentos de las Naciones Unidas, por ejemplo, Kivu y otras regiones, masacrados y violadas ellas por sanguinarias guerrillas que reclutan niños soldado. El papa ignora quizás que en países como Suecia podría encontrar a familias de Kivu que han tenido que refugiarse huyendo las matanzas y crueldades de sus propios connacionales. Aquí podría hablar con jóvenes y adolescentes que han contemplado horrores y están construyendo su vida escolarizados y apoyados en Suecia. La República Democrática del Congo es independiente desde 1960 y sigue presa de las luchas entre sus diferentes etnias. No hay que olvidar por ejemplo que los saqueos de Kinsasa en 1991 y 1993 y la larga crisis económica que siguió no fueron obra de influencias externas.

    Responder

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *