Bienaventuranzas del empresario cristiano
6:00 p.m. | 15 jul 21 (RM).- Como resultado de una dinámica de reflexión entre el arzobispado de Santiago (Chile) y un grupo de empresarios católicos, se ha presentado este conjunto de bienaventuranzas, difundido por la revista Mensaje. Se busca acercar el camino de la fe y la doctrina social de la Iglesia al ámbito empresarial, y que sea una guía en el trabajo diario. En el momento actual gana relevancia por los desafíos que encaran las empresas en medio de la crisis por la pandemia, y con un panorama complicado en los meses por venir.
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En el año 2014, desde el arzobispado de Santiago se invitó a un grupo de empresarios, ejecutivos y personas vinculadas a la actividad empresarial y al pensamiento social de la Iglesia. El objetivo fue invitar a la reflexión y aplicación concreta del pensamiento social de la Iglesia en el ámbito de la empresa, agregándole humanización. El aporte de estas bienaventuranzas se ve enriquecido por algunas reflexiones que ayudan justamente en la línea de integrar fe y vida en este espacio, en el cual las personas permanecen al menos ocho horas diarias.
Después de varias reuniones, el grupo decidió orientar estos contenidos bajo el esquema de un conjunto de bienaventuranzas, siguiendo el modelo de otras formulaciones ofrecidas a los dirigentes políticos entregadas por el cardenal Francois-Xavier Nguyen van Thuan, fallecido presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, quien actualmente está en proceso de canonización.
Las diez bienaventuranzas se resumen en las siguientes expresiones:
1. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que asume su labor como una vocación a la que fue llamado por Dios, para colaborar en su obra creadora.
2. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que tiene hambre y sed de justicia, y que la practica con los trabajadores, clientes y con la sociedad a quien sirve.
3. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que reconoce la dignidad de los trabajadores, los considera como socios y co-construye el bienestar y el desarrollo integral de ellos y sus familias.
4. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que, junto con los trabajadores logra crear una verdadera comunidad de personas, manteniendo un diálogo transparente y franco velando para que en la empresa reine un clima laboral armonioso.
5. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que vive en forma coherente entre lo que cree, lo que piensa, lo que dice y lo que hace en sus negocios; y actúa según valores éticos, testimoniando su fe en Cristo en sus decisiones empresariales.
6. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que respeta y promueve el cuidado del medioambiente en su actividad productiva y que con su estilo de vida procura siempre el bien común de la sociedad.
7. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que se esfuerza por crear riqueza y distribuirla en forma justa entre sus accionistas, empleados, proveedores y sociedad.
8. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que actúa correctamente, lucha contra la corrupción y paga los impuestos establecidos para contribuir a una sociedad más justa.
9. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que piensa en el servicio a la sociedad tanto como en la rentabilidad de la empresa.
10. Bienaventurado el empresario y ejecutivo que educa su juicio, pensando siempre “qué haría Cristo en mi lugar”, para lograr una empresa más solidaria, integrada, fraterna y feliz.
Reflexión y apoyo personal
El sentido de estas bienaventuranzas es plantear la labor de los empresarios y ejecutivos católicos bajo un patrón que permita evaluar en forma frecuente cómo desarrollan su trabajo, integrando su fe, su rol en la empresa, la importancia de sus trabajadores, sus clientes y el rol en la sociedad. Para cada una de estas bienaventuranzas, se desarrolló un conjunto de puntos que ayudan a la reflexión y autoevaluación y permiten ir acompañando el desarrollo personal a lo largo del tiempo. Por ejemplo, para la primera bienaventuranza, los puntos son los siguientes:
• Bienaventurado el empresario y ejecutivo que asume su labor como una vocación a la que fue llamado por Dios, para colaborar en su obra creadora.
• Entiende que la Misión y Visión de la empresa es ser colaboradora y cocreadora del Plan de Dios y sabe que su vocación social y de emprender es un regalo recibido de Él.
• Realiza y cumple su misión al amparo de las directrices que reconoce en su frecuente diálogo con Dios, auscultando las voces del tiempo y las circunstancias que le toca vivir.
• Da espacios para reflexionar, orar, agradecer, meditar y evaluar a fin de interpretar correctamente el querer de Dios al decidir y actuar.
• Se siente partícipe -personal y comunitariamente- de la obra creadora de Dios en la generación de riqueza, nuevas empresas, innovación, proyectos, bienes, servicios, para así también crear mejores empleos, bienestar social y comunitario.
Como se puede ver, la bienaventuranza se baja en puntos de reflexión, que pueden ser usados en forma personal como parte conversaciones al interior de la empresa o en discernimientos a nivel de colegio, parroquia o comunidades en las que participen los empresarios o ejecutivos. Para cada una de las bienaventuranzas hay un conjunto similar de puntos de reflexión, que por extensión no se publicaron en el artículo. Quienquiera recibir el conjunto completo, puede escribir a marcelo.energici@gmail.com. El documento completo también está incluido en el epílogo del libro “Las manos humanas son las manos de Dios”, de Guillermo Sandoval.
Antecedentes en Buena Voz Noticias
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Fuentes
Revista Mensaje / Foto: Construnoticias