Nuevos hitos en la lucha contra los abusos

5:00 p.m. | 28 ene 20 (LN/VN).- Francisco cerró el 2019 con una medida histórica: a través de una nueva ley abolió el secreto pontificio en casos de abuso de menores, violencia sexual y pornografía infantil. Con eso, queda a disposición de la justicia civil todas las denuncias, testimonios, informes y sentencias eclesiales archivadas en Dicasterios vaticanos y diócesis locales.

Además, con otra ley, amplió la definición de pornografía infantil para que cubra a víctimas de hasta 18 años (antes solo hasta 14); y permitió por primera vez que laicos puedan defender en tribunales de la Iglesia a personas involucradas en delitos sexuales sin tener que pedir autorización. Antes, solo sacerdotes podían hacerlo. Reunimos también reacciones y reflexiones de especialistas.


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El Vaticano difundió el 17 de diciembre dos nuevas normas como “rescriptum ex audientia”, un término técnico en latín que indica que el Papa toma una decisión que se convierte en ley en una audiencia con uno de sus máximos colaboradores.

Francisco ha dado vía libre para levantar el secreto pontificio ante “las denuncias, los procesos y las sentencias” concernientes a los delitos de abusos sexuales a menores y adultos vulnerables. Así lo recoge una instrucción sobre la confidencialidad de las causas relacionadas con la pederastia en el seno de la Iglesia que se contemplan en el motu proprio “Vos estis lux mundi”, aprobado en mayo.

Rubricado por el secretario de Estado, Pietro Parolin, ya está vigente e incluye todos los informes, testimonios e investigaciones realizados por el Vaticano y por las diócesis que tengan como objeto todo hecho relacionado con el encubrimiento, la posesión de pornografía infantil o los casos en sí de abusos de poder y violencia sexual.

El “secreto pontificio” es algo distinto del “secreto de confesión”, que sigue siendo absoluto e inviolable. El “secreto pontificio” eliminado por Francisco se refiere a la confidencialidad en el manejo judicial de los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes y otros delitos graves de este tipo, normalmente manejado en el Vaticano en la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) y también en las Iglesas locales. Hasta ahora el “secreto pontificio” en estos casos había representado un problema enorme para los abogados de las víctimas de abusos que, bajo ese paraguas, no podían tener acceso a información.

ENLACE. Diferencia entre sigilo sacramental y secreto pontificio

Más allá de la eliminación de lo que representaba un verdadero escollo, seguirá existiendo el “secreto pontificio”, es decir, la más alta confidencialidad y reserva, como si se tratara de un secreto de Estado, en muchas otras áreas, como por ejemplo en todo lo que tiene que ver en la designación de cardenales y obispos, según informa el diario La Nación.

Con un segundo rescripto, firmado por el mismo Parolin y por el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Luis Ladaria Ferrer, se dieron a conocer también las modificaciones de tres artículos del motu proprio “Sacramentorum sanctitatis tutela” (de 2001, ya modificado en 2010). Se establece que sea considerado como uno de los delitos más graves reservados para el juicio de la Congregación para la Doctrina de la Fe “la adquisición o posesión o divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de menores de dieciocho años por parte de un clérigo, de cualquier manera y por cualquier medio”. Hasta ahora ese límite se fijaba en los 14 años.

En el mismo rescripto, en otro artículo, se permite que en los casos relativos a estos delitos más graves, el papel de “abogado y procurador” pueda ser desempeñado también por fieles laicos con un doctorado en Derecho Canónico y no solo por sacerdotes.

ENLACES. Rescripto sobre secreto pontificio / Rescripto sobre delitos graves (pornografía)

El arzobispo maltés Charles Scicluna, el máximo experto de pedofilia del Vaticano, secretario adjunto de la CDF y prelado famoso por haber viajado a Chile en misión especial y por haber investigado a los Legionarios de Cristo en México, dijo que la abolición del secreto pontifico en el tema abusos representa “un cambio de gran trascendencia para que haya transparencia” en la respuesta de la Iglesia católica a los abusos. Además, destacó que se trata de otro gran “fruto” de la cumbre sin precedente que hubo en febrero pasado en el Vaticano para tratar este escándalo, que dañó como nunca la credibilidad de la Iglesia, que después de décadas de silencio e inacción, evidentemente ahora está reaccionando.

ENLACE. Scicluna: “Una decisión histórica que elimina obstáculos e impedimentos”

La cumbre, de hecho, también dio lugar al Motu Proprio “Vos estis lux mundi” (Vosotros sois la luz del mundo), firmado por el Papa en mayo pasado, una ley que por primera vez impuso a sacerdotes, religiosos y religiosas la obligación de denunciar no sólo los casos de abuso sexual, sino también de acoso y encubrimiento que conocen, presentes y antiguos. En un conjunto de nuevas normas y procedimientos, también obligó a celeridad en las investigaciones y dispuso que todas las diócesis del mundo elaboren en un año un sistema facilmente accesible al público para recibir informes de abusos, acosos u sospechas de los mismos.

Obligación de colaborar con autoridades civiles

“La nueva legislación no sólo tiene que ver con el secreto pontificio, sino que, además, dice por primera vez que en una ley de la Iglesia hay una obligación moral, en línea con Vos estis lux mundi, de colaborar con las autoridades civiles”, dijo Scicluna al diario La Nación.

“Esto significa que las denuncias, los testimonios y los documentos procesales relativos a casos de abusos conservados en los archivos de los dicasterios vaticanos, así como los que también se encuentran en los archivos de las diócesis y que hasta ahora estaban bajo secreto pontificio, podrán ser entregados a magistrados e investigadores de los respectivos países que los soliciten”, explicó el director editorial de los Medios Vaticanos, Andrea Tornielli. “Se trata de una señal de apertura, de disponibilidad, de transparencia, de colaboración con las autoridades civiles”, agregó.

ENLACE. Zollner: “Abolir el secreto pontificio sobre el abuso es una decisión fundamental”

En el caso de los dicasterios vaticanos, el pedido deberá ser realizado a través de una rogatoria internacional, normal en el ámbito de las relaciones entre los Estados, precisó Tornielli. En cambio, habrá un procedimiento distinto en el casos de documentos conservados en curias diocesanas: los magistrados que indagan de los respectivos países presentarán el pedido directamente al obispo.

Marie Collins, sobreviviente de abusos irlandesa que fue parte de la Comisión de Protección de Menores puesta en marcha por el Papa en 2014 y años más tarde la abandonó de un portazo porque no avanzaba, reaccionó muy positivamente. “Excelente noticia”, exultó, en un tuit, en el que recordó que la eliminación del secreto pontificio había sido propuesta por la comisión, en su momento. “Muy bueno ver que se implementa. Finalmente, un cambio real y positivo”.

Sobre un muro de silencio que llevaba décadas

El sínodo contra la pederastia, celebrado en Roma en febrero pasado, había abogado fuertemente por la introducción de las modificaciones que ahora se celebran, haciéndose eco del pedido de las víctimas. El papa Francisco eliminó el secreto pontificio de las denuncias, los procesos y las decisiones que afectan a los casos de abusos sexuales y esta disposición es ciertamente bienvenida, aun cuando resten todavía otras reformas. Se trata de un cambio en las llamadas Normas de Delitos Graves aprobadas en 2001 durante el pontificado de Juan Pablo II.

ENLACE. Leer artículo completo sobre antecedentes de estas nuevas medidas

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Fuentes:

La Nación / Vatican News / Vida Nueva / Oficina de prensa del Vaticano / Foto: Vatican News

 

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