Intercomunión en Alemania: Debate y avance

1:00 p m| 17 abr 18 (VI/RD/BV).- En Alemania, las parejas protestantes de fieles católicos podrían comulgar “en casos individuales” y “bajo ciertas condiciones”. Así lo decidieron los obispos del país reunidos hace algunas semanas en una asamblea, quienes han votado de forma abrumadora, tras un intenso debate, para que se elaboren una serie de pautas pastorales que respondan a la “grave necesidad espiritual”, que sufren las personas de matrimonios mixtos. En esa coyuntura, 7 obispos escribieron a la Congregación para la Doctrina de la Fe y al Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos pidiendo que la Santa Sede exprese un pronunciamiento y criterios generales que sean válidos para toda la Iglesia y no solamente para una de sus regiones.

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¿Es posible que una o un protestante participe en la Eucaristía del cónyuge católico? En el mes de febrero la Conferencia Episcopal alemana aprobó con la mayoría cualificada de dos terceras partes de los votos el borrador para un documento a favor, que prevé esta posibilidad en ciertos casos. El pasado 22 de marzo, 7 obispos de Alemania, entre los que está el cardenal de Colonia Rainer Maria Woleki, escribieron a la Congregación para la Doctrina de la Fe y al Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos pidiendo que la Santa Sede exprese un pronunciamiento y criterios generales que sean válidos para toda la Iglesia y no solamente para una de sus regiones.

La noticia de la carta fue revelada por el periódico alemán “Kölner Stadt-Anzeiger”. Firmaron la carta, además de Woelki, Ludwig Schick, arzobispo de Bamberg; Konrad Zdarsa, obispo de Augusta; Gregor Maria Hanke, obispo de Eichstätt; Stefan Oster, obispo de Passau; Rudolf Voderholzer, obispo de Regensburg e Wolfgang Ipolt, obispo de Görlitz.

En la carta de tres páginas, enviada al arzobispo Luis Ladaria Ferrer, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y al cardenal Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, se plantea una cuestión fundamental: ¿una decisión tan importante como la admisión a la comunión de los fieles no católicos puede ser tomada por una única Conferencia Episcopal o es necesaria una “decisión de la Iglesia universal”, y, por lo tanto del Papa, que sea válida en todas partes. Una nota publicada por el arzobispo de Colonia después de la publicación de la carta subraya que en la óptica de los firmatarios del documento la materia en cuestión es de tal importancia para la fe y para la unidad de la Iglesia que se deberían evitar diferencias nacionales, separadas, para llegar, en cambio, a una solución global, unificada y útil, “mediante el diálogo ecuménico”.

El presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Rinhard Marx, arzobispo de Mónaco y Frisinga, no estaba enterado de la iniciativa de los siete obispos alemanes. En uan respuesta del 4 de abril, Marx se dijo sorprendido por esta decisión y recordó que el subsidio pastoral que se había discutido en febrero en la asamblea de los obispos de Alemania solamente era un borrador y no un texto definitivo.

En el comunicado final de las sesiones de trabajo de la Conferencia Episcopal, que concluyeron el pasado 22 de febrero, se lee: “Los obispos votaron una ‘ayuda para orientarse’ que permitirá a las parejas evangélicas recibir este sacramento, con determinadas condiciones. Un presupuesto es que las parejas evangélicas, después de un maduro examen en una conversación con el párroco o con otra persona encargada por el pastor de almas, hayan llegado en conciencia a aceptar la fe de la Iglesia Católica, poniendo fin de esta manera a una grave situación espiritual, y que quieran satisfacer el deseo ardiente de recibir la Eucaristía”.

Para estos matrimonios, que “quieren vivir su matrimonio a conciencia” como pareja cristiana, los obispos alemanes proponen un proceso de “atento discernimiento espiritual”, que consistiría en “un examen maduro” de la conciencia “en conversación con su sacerdote u otra persona encargada de la pastoral”, y que les llevaría a “afirmar la fe de la Iglesia católica y a concluir que existe ‘una grave necesidad espiritual’ que los lleve a cumplir el deseo de recibir la Eucaristía y se acerquen a la mesa del Señor y reciban la comunión”.

ENLACE: Kommunion: Weg für evangelischen Partner geebnet (Conferencia episcopal alemana)

En 2015, durante una visita a la comunidad luterana alemana de Roma, el papa Francisco afirmó, respondiendo a una pregunta, que, a pesar de que no haya un permiso general para que los protestantes reciban la Eucaristía, la decisión corresponde a la conciencia personal del individuo, por lo que parecía que se abría la posibilidad teniendo en cuenta cada caso particularmente.

En la exhortación apostólica Amoris laetitia se afronta la cuestión en el párrafo 247: “Acerca de la participación eucarística, se recuerda que la decisión de permitir o no al contrayente no católico la comunión eucarística debe ser tomada de acuerdo con las normas vigentes en la materia, tanto para los cristianos de Oriente como para los otros cristianos, y teniendo en cuenta esta situación especial, es decir, que reciben el sacramento del matrimonio dos cristianos bautizados. Aunque los cónyuges de un matrimonio mixto tienen en común los sacramentos del bautismo y el matrimonio, compartir la Eucaristía sólo puede ser excepcional y, en todo caso, deben observarse las disposiciones establecidas”.

Francisco cita en este pasaje el Directorio para la aplicación de los principios y normas sobre el ecumenismo, de 1993, en el que se subraya la complejidad del problema y en el que se describen las competencias de los obispos y de las Conferencias Episcopales.

Al final de las sesiones de trabajo de la Conferencia Episcopal alemana, el cardenal Marx minimizó el alcance innovador del subsidio pastoral, recordando que, de hecho, se trata de una ampliación de lo que ya contiene la legislación de la Iglesia: en algunos casos, los cónyuges protestantes pueden recibir la comunión, siempre y cuando la pareja evangélica “acepte la fe eucarística católica”, y esto debe suceder solamente después de un diálogo con el párroco católico.

Marx aclaró además que como se trata de un documento pastoral la propuesta no precisa de la aprobación del Vaticano, y asimismo que dependerá de cada obispo la forma exacta en la que se aplica en cada diócesis. Aunque los obispos germanos quieren seguir con esta cuestión de forma prioritaria, prosiguió Marx, lo cierto es que “no queremos cambiar ninguna doctrina”, ni tampoco imponer la conversión como condición previa para que los protestantes comulguen.

En su decisión, recuerda el sitio especializado “Il Sismografo”, los obispos alemanes que están a favor de la apertura se refieren al canon 844, párrafo 4, del Código de Derecho Canónico, que dice: “Si hay peligro de muerte o, a juicio del Obispo diocesano o de la Conferencia Episcopal, urge otra necesidad grave, los ministros católicos pueden administrar lícitamente esos mismos sacramentos también a los demás cristianos que no están en comunión plena con la Iglesia católica, cuando éstos no puedan acudir a un ministro de su propia comunidad y lo pidan espontáneamente, con tal de que profesen la fe católica respecto a esos sacramentos y estén bien dispuestos”.

Pero los obispos utilizaron una traducción alternativa del texto latino del Código, resaltó el cardenal Marx, refiriéndose a lo que Juan Pablo II escribió en su encíclica “Ecclesia de Eucharistia” (de 2003), en la que se habla, en lugar de “grave necesidad”, de una “grave necesidad espiritual”. Este es el texto del Papa Wojtyla (n. 45): “Si en ningún caso es legítima la concelebración si falta la plena comunión, no ocurre lo mismo con respecto a la administración de la Eucaristía, en circunstancias especiales, a personas pertenecientes a Iglesias o a Comunidades eclesiales que no están en plena comunión con la Iglesia católica. En efecto, en este caso el objetivo es satisfacer una grave necesidad espiritual para la salvación eterna de los fieles, singularmente considerados, pero no realizar una intercomunión, que no es posible mientras no se hayan restablecido del todo los vínculos visibles de la comunión eclesial”.

Los obispos alemanes que están a favor de la apertura afirman que esta “grave necesidad espiritual” podría encontrarse en los matrimonios mixtos entre parejas cristianas y un solo miembro católico.

La Iglesia evangélica alemana (EKD) ya ha reaccionado con alegría a la decisión tomada por los obispos católicos del país, calificándola como “un paso importante en el camino del ecumenismo”. “Para la gente que comparte no solo su fe sino su vida uno con otro, esto es un verdadero alivio”, respondió el presidente del consejo de la EKD, Heinrich Bedford-Strohm. “La decisión [de los obispos alemanes] resalta que la necesidad de matrimonios mixtos de estar juntos a la mesa del Señor la oye y comprende la Conferencia episcopal”, añadió.

 

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Fuentes:

Vatican Insider / Religión Digital

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