Desafíos para la comunidad católica hispana en EE.UU.

1:00 p m| 15 jul 16 (NCR/BV).- Siendo los hispanos una mayoría (60%) entre la población católica estadounidense menor de 30 años, no hay duda que se necesita reflexionar y conversar sobre el futuro. Con ese objetivo, y también como preparación para el V Encuentro Nacional a celebrarse en el 2018, líderes religiosos, obispos y directores de organizaciones que trabajan con hispanos en todo EE.UU. se dieron cita en Chicago, del 23 al 26 de junio.

“Entrando a una nueva época: una renovada misión y visión” fue el título del evento convocado por el Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano (CNCMH). Fueron cuatro días de intercambio de opiniones, con paneles diversos que abordaron temas como la situación actual de la pastoral juvenil (la necesidad de estrategias para involucrar a los jóvenes en las parroquias), la visión pastoral del Papa Francisco y la relación de la Iglesia con las nuevas tecnologías digitales.

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Sobre el evento: Juventud y liderazgo

El CNCMH -un equipo de organizaciones que promueve el ministerio hispano a través de la defensa, la educación y la creación de redes- alentó el debate entre las más de 100 personas presentes, en representación de 50 organizaciones miembros. Se pidió a estos participantes reflexionar y discutir cómo este grupo demográfico puede utilizar mejor una presencia cada vez mayoritaria en la Iglesia de los EE.UU.

“Teniendo en cuenta el crecimiento de los hispanos en la Iglesia, que se aproxima a la mitad de todos los católicos en el país, lo que sigue siendo motivo de preocupación es poder identificar líderes capaces, y una perspectiva de lo que estos líderes tienen que ofrecer, sus necesidades, y su percepción de la Iglesia en el futuro”, dijo el jesuita Allan Figueroa Deck, cofundador del consejo y primer presidente.

Cuando esta comunidad de la Iglesia no está totalmente activa, dijo Deck, “toda la Iglesia se debilita, no solo la comunidad hispana, ya que es el grupo más joven y entre los que tienen más rápido crecimiento, y sin embargo, por diversas razones, no está participando con toda su fuerza”.

Por otro lado hay que considerar también que la ola de inmigrantes se ha desacelerado desde la fundación del Consejo. Para que el ministerio sea eficaz, las conversaciones deben apuntar hacia los inmigrantes de segunda y tercera generación, un grupo que la Iglesia no sabido atender de la mejor manera, según dijo Carmen Aguinaco, presidente del Consejo en el periodo 2007-2014.

“Somos como una familia”, dijo Aguinaco, en referencia a la reunión de líderes del ministerio hispano. “Nos queremos y es maravilloso vernos, pero siempre vemos las mismas personas, y decimos, ¿dónde están los más jóvenes?… Creo que necesitamos pasar la antorcha y aprender a dar un paso al costado”.

Vinculado al tema de los jóvenes, se conversó sobre el uso de la tecnología, donde se mostraron gráficas y estadísticas que indican que con el crecimiento del Internet ha bajado la participación en la Iglesia. “Son unos números interesantes” comentó Elisabeth Román, presidenta de CNCMH, “nosotros tenemos que ver cómo usamos el internet para llevar el mensaje a esos jóvenes. No solo tenemos que atraerlos, sino convertirlos en líderes para nuestra Iglesia”.

“Los jóvenes católicos hispanos están a la deriva” dijo Ospino. “No podemos ignorar la realidad, se calcula que 14 millones de latinos que crecieron como católicos en este país, en algún momento dejaron la iglesia católica, la gran mayoría son jóvenes, nacidos en Estados Unidos”.

“Pero a pesar de esto” agregó Ospino, “podemos decir: qué emocionante ser católico hispano en este momento de la historia”.


El efecto latino en el Papa Francisco

“De todos los grupos de la Iglesia católica en los EE.UU. el que mejor entiende la visión y el mensaje del Papa Francisco, es el católico latino”, dijo el jesuita Deck. “La misión y la visión de Francisco se ha desarrollado durante los últimos 40 ó 50 años en América Latina, y se caracteriza por una preocupación por los pobres, la insistencia en la importancia de la justicia social y el fortalecimiento de los laicos para que asuman un liderazgo… no comienza con doctrinas o reglas, sino que más bien se centra en las realidades y en las complejidades de la vida, dentro del contexto social, económico, político y cultural”.

“Es maravilloso tener un líder espiritual que no solo habla nuestro idioma, sino que también se identifica con nuestras preocupaciones, porque nos conoce de primera mano, no es que alguien se lo haya contado” dijo Román. “Es una conversación diferente la que podemos tener con este Papa en comparación con las conversaciones que América Latina puede haber tenido con papas anteriores”.

Que una mentalidad latinoamericana guíe ahora la Iglesia universal, muestra que los latinos tienen algo valioso que ofrecer a la Iglesia católica de los EE.UU., dijo Deck. Pero ese “poder” conlleva una gran responsabilidad, dijo el vicepresidente del consejo Pedro Rubalcava, y agregó: “Tenemos que ponernos las pilas”.

Con comentarios de panelistas, líderes y del resto de asistentes que invocaron regularmente al Papa durante toda el evento, el Obispo de Sacramento, Jaime Soto, subrayó durante uno de los paneles de discusión, que debemos evitar etiquetar rígidamente a Francisco como un papa latino, porque pertenece a toda la Iglesia. Este comentario guiaría sutilmente otros diálogos: el ministerio hispano se debe plantear tomando en cuenta a toda la Iglesia como un conjunto, no solo la facción hispana.

Aunque los hispanos menores de 30 años constituyen el 60% de los católicos en Estados Unidos, otra cifra que inspiró lo conversado en la reunión son los millones de jóvenes latinos que están abandonando la Iglesia.

García-Siller añadió que necesitamos una conversión pastoral, pero eso no significa necesariamente una necesidad de más misas en español, o más fondos para la comunidad hispana. Significa un cambio en el pensamiento. Y los asistentes estuvieron de acuerdo en que el ministerio pastoral no consiste en convertir los laicos en mini sacerdotes o religiosos que enseñen la catequesis, se trata más bien de empoderar a los laicos para hacerse cargo de la cultura de la Iglesia.


Hacia el V Encuentro Nacional Hispano

Este intercambio de experiencias fue también una preparación hacia el V Encuentro Nacional Hispano de Pastoral, un proceso de reflexión eclesiástica que comenzó en 2015 y culminará con la celebración nacional del ministerio hispano en 2018. “Será la experiencia de evangelización más grande en la historia del catolicismo en Estados Unidos” dijo Hosffman Ospino. “Esperamos involucrar a un millón de católicos en Estados Unidos directamente, y al menos siete millones indirectamente”. Ospino, profesor asistente de Ministerio Hispano y Educación Religiosa en Boston College, participó en un panel dedicado al presente ministerio.

“Cientos, si no es que miles de líderes pastorales, han trabajado en la planeación del proceso del V Encuentro” dijo Ospino. “Quizá el V Encuentro sea la respuesta más emocionante a la invitación a una Nueva Evangelización en nuestro país”.

El eventó celebró también los 25 años del CNCMH, sin embargo tuvo un tono agridulce, pues el jueves 23 de junio los ocho jueces del Tribunal Supremo de Estado Unidos empataron en una decisión que congela las medidas del Programa de Acción Diferida para Padres de Ciudadanos Estadunidenses y Residentes Permanentes Legales (conocido como DAPA) y la expansión de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), lo cual deja en el limbo a casi cinco millones de inmigrantes indocumentados.

El arzobispo de San Antonio Gustavo García Siller lamentó el fallo del tribunal. “Mucha gente está sufriendo, la decisión de ayer nos lleva casi diez años atrás” dijo en su participación el viernes 24. Agregó que pese al trabajo que el ministerio hispano ha hecho en favor de una reforma migratoria, no se alcanza a impactar todavía a los millones de inmigrantes indocumentados. “Ahora, con lo que ocurrió ayer, va a quedar esta situación en un vacío y la gente va a sufrir más”.

Estela Villagrán, por su parte, habló de cómo se abren interesantes oportunidades de formación de laicos y de colaboración con otras diócesis. Villagrán, presidenta de la Asociación Nacional de Directores del Ministerio Hispano, mencionó también los principales obstáculos que enfrenta hoy dicho ministerio. Entre otros, el desafío de los presupuestos reducidos o congelados, la necesidad de personal bilingüe en las oficinas diocesanas y la duplicación de funciones en esas oficinas.

Mencionó la necesidad continua que tienen los agentes del ministerio hispano de recordar a otras oficinas que “no somos una oficina de traducción”.

“Tendemos a ser diluidos en una oficina de ministerios multiculturales” dijo Villagrán citando otra situación común. Carmen Aguinaco, anterior presidenta del CNCMH, hizo un recuento de momentos importantes del ministerio hispano hasta llegar al presente. “Nuestra misión surgió como una respuesta a un hueco, pero ese hueco hoy no es el mismo de hace 25 años. Los asuntos son más complicados ahora porque la Iglesia es mucho más diversa” dijo y enfatizó la necesidad de plantearse el “por qué” y el “para qué” de esta misión.

La idea de formar el CNCMH surgió en 1990 y un año después organizó su primera reunión.

“Había una necesidad de tener un liderazgo para esa comunidad católica hispana que estaba creciendo” dijo Elisabeth Román, “y no había una organización que nos reuniera. Sí, trabajamos con los obispos y se habían hecho unos cuantos encuentros, pero una organización que representara al ministerio hispano, que ayudara con educación, a juntarnos en conversación y diálogo no había”.

Román explicó que el CNCMH es como una sombrilla de las organizaciones católicas que trabajan en el ministerio hispano con la idea de promover liderazgo y educación para sus agentes.

“Lo mejor que hacemos es reunir a la gente para tener conversaciones que son necesarias, ya con esos recursos podemos crear programas que se adapten a las necesidades de la Iglesia para nuestro pueblo”, dijo Román.


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