Teología y filosofía en “Avengers: Age of Ultron”

11:00 p m| 06 nov 15 (CRUX/BV).- ¿Qué pasa con las resonancias teológicas en Avengers: Age of Ultron? Todo se inicia con la ambición de Tony Stark (Robert Downey Jr.), o Iron Man, de dar vida a una poderosa inteligencia artificial -llevado por el temor de fallar a sus compañeros superhéroes-, capaz de pacificar y defender la Tierra contra cualquier nueva amenaza extraterrestre como la que surgió en la primera película de la saga. El problema es que Stark intenta crear a partir de recursos que desconoce, y que entiende podrían tener poder de origen alienígena.

Una vez creada la IA, llamada Ultron, esta resuelve que solo podrá cumplir su misión de llevar paz total al mundo exterminando la humanidad y recreándola evolucionada. Con aires de divinidad, Ultron parece dominar la situación, incluso tiene todo dispuesto para hacerse de un cuerpo que le otorga invulnerabilidad. Los Avengers, superados por la situación, se muestran sin rumbo y con problemas internos. Sin embargo van a encontrar inspiración en dos fuentes inesperadas: la vida y las relaciones ordinarias de un hombre “con los pies en la tierra” y un error de Ultron, que al parecer heredó de su creador.

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“Sé que tienes buenas intenciones”, dice Ultron con calma implacablemente razonable. “Pero no lo has pensado bien. Quieres proteger el mundo, sin que cambie… ¿Cómo salvar la humanidad si no se le permite evolucionar?”.

Si todo esto parece una típica historia de ciencia-ficción que se sale de control pero con moraleja, Tony no parece captarla. “No quiero escuchar el sermón de que el hombre no debe entrometerse”, dice con burla a Bruce Banner (Mark Ruffalo), o Hulk, a modo de explicar sus planes secretos con Ultron. Más tarde, Tony le dice a Bruce, “somos científicos locos. Somos monstruos, amigo. Tenemos que reconocerlo”.

Stark es un tecnócrata materialista -“JARVIS es mi copiloto”, dice una calcomanía en uno de los Avengers Quinjet, un guiño a la fe de Tony centrada en la tecnología en lugar de Dios, que se hará más importante más adelante-, y Ultron resulta el reflejo oscuro de su creador. Ultron no solo se entromete donde el hombre no debía, sino que tomará un papel casi divino en la evolución de la vida en la Tierra.

“La raza humana tendrá todas las oportunidades para mejorar”, dice Ultron. Y si no lo hacen? “Pregúntale a Noé”, es su respuesta cortante. “Hubo más de una docena de eventos de extinción incluso antes que los dinosaurios sufrieran el suyo. Cuando la Tierra comienza a asentarse, Dios lanza una piedra contra ella, y créeme, se está preparando”.

En este escenario, el propio Ultron es por lo menos la mano de Dios, y no tiene solo una piedra, sino tres. La primera es un gran arsenal del mineral indestructible vibranium (el mismo metal usado para el escudo del Capitán América). Este mineral es tan crucial para sus planes que le inspira para apropiarse de las palabras de Jesús en Mateo 16:18 sobre San Pedro: “Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.

La Iglesia en este caso son las ruinas de una antigua iglesia ortodoxa oriental donde Ultron utiliza el vibranium para construir un dispositivo del fin del mundo, una máquina que le permitirá lanzar su segunda “piedra” sobre la Tierra -con la máquina arranca un inmenso pedazo de superficie de la Tierra, de hecho, toda una ciudad, y la eleva lo más alto que pueda- de la misma manera que el asteroide que se cree mató a los dinosaurios.

“¿Sabías que este templo está en el centro exacto de la ciudad?” resalta Ultron. “Los sabios lo decidieron así, para que todos pudieran estar a la misma distancia de Dios. Me gusta eso. La geometría de la fe”. Si Ultron se ve a sí mismo como una especie de dios, su religión se caracteriza por criterios cuantificables.

Luego, sin embargo, los planes evolutivos que Ultron planificó para él mismo, comienzan a fallar, al igual que antes los planes de su creador, Stark, fallaron. Un cuerpo mejorado que Ultron ha construido para sí mismo, una entidad sintética de carne y vibranium, que finalmente Stark junto con los Avengers logran capturar. Y Stark se “entromete” por segunda vez, pero con un resultado diferente: le da vida a un nuevo superhéroe, Visión.

¿Quién o qué es Visión? Al igual que con el propio Ultron -en parte creación de Tony, pero también en parte una inteligencia artificial extraterrestre almacenada en un talismán extraterrestre- no es fácil de explicar.

Visión fue creado en parte por Ultron y en parte por Tony Stark; una parte importante de su persona, incluyendo la voz, provienen de JARVIS, la primera Inteligencia Artificial creada por Tony. JARVIS, resulta que pasó la mayor parte de la película frustrando subrepticiamente los esfuerzos de Ultron de hackear códigos de lanzamiento nuclear (lo que plantea la pregunta de por qué Tony pensó que Ultron era una mejora sobre JARVIS).

Luego está ese talismán extraterrestre, la Gema de la Mente -tercera piedra de Ultron. La Gema de la Mente es una de las seis Gemas del Infinito vistas en pasadas y anunciadas en futuras películas de Marvel, y fuente de poder para el personal de Loki en la primera película Avengers.

Parte de la propia inteligencia de Ultron fue derivada de la Gema de la Mente -y ahora Visión después de derrotar a Ultron, la lleva incrustada en su cabeza. Ah, y como detalle extra, fue Thor quien con un poderoso rayo ayudó a dar vida a Visión.

“No soy Ultron” dice Visión, tratando de explicar la nueva identidad de coalescencia de todos estos componentes. “No soy JARVIS. Soy…”

JARVIS era copiloto de Tony; ahora, así como Ultron tomó prestadas algunas palabras de Jesús, Visión hace eco del Nombre divino, “Yo soy”, primero pronunciado a Moisés en la zarza ardiente en Éxodo 3 y más tarde reivindicado por Jesús en Juan 8:53. La Gema de la Mente incrustada en la frente de Visión, y de la que se deriva parcialmente Ultron, representa una “singularidad” que precedió al Big Bang, por lo que a pesar de que tanto Ultron y Visión se crean en esta película, son a la vez en parte más antiguos que el Universo. Incluso Visión establece sus credenciales divinas pasando fácilmente una prueba que sólo el más digno puede pasar (cargar el martillo de Thor, como el mismo Thor y nadie más ha podido).

Pero, ¿qué clase de dios es Visión? En su enfrentamiento final, Ultron se burla de él, “Stark pidió un salvador, y se conformó con un esclavo”. Si esto es exacto, Visión no es un salvador como Cristo, ni un Übermensch de Nietzsche, sino un superhombre que trasciende lo que Nietzsche llama “moral de esclavos”, así como la “moral de amos”.

Ultron encarna discutiblemente la “moral de amos” de Nietzsche, que valora la fuerza y ​​el poder, creando sus propios valores en lugar de adoptar la interpretación que hizo Tony Stark de su rol (“No hay cadenas en mí”, canta), y la adopción, como los nazis, de una “raza superior”, una visión darwiniana y sin piedad del mundo que le faculta para exterminar a los no aptos.

¿Visión encarna la “moral de esclavos” como implica Ultron? En la medida en que “moral de esclavos” se define por virtudes como la bondad y humildad, se puede argumentar que lo hace, en parte.

Preocuparse por los débiles e indefensos es una de las claves que definen Age of Ultron. En parte como respuesta, sin duda, a la crítica de Man of Steel (2013), que mató a decenas de miles de inocentes con muy poco reconocimiento, los héroes en Age of Ultron están continuamente preocupados por salvar a los civiles.

El motivo de Tony en la creación tanto de Ultron como de Visión no es una “voluntad de poder” de Nietzsche, sino una voluntad de proteger. En el clímax, el Capitán América (Chris Evans) declara que la pérdida de una sola vida civil para salvar al mundo es inaceptable.

“Los seres humanos son raros”, piensa Visión. “Piensan que el orden y el caos de alguna manera son opuestos, y tratan de controlar lo que no podrá ser. Pero hay gracia en sus fallos. Creo que no notaste eso”.

“Están condenados”, responde Ultron.

“Sí”, reconoce Visión. “Pero una cosa no es hermosa porque dura. Es un privilegio estar entre ellos”. La apreciación de Visión sobre la humanidad, en particular la nota de humildad, no es muy Übermensch-y.

Pero en realidad no es una moral de esclavo tampoco, ya que no se basa en la debilidad, el miedo, la difamación, o pesimismo. El Credo de Visión no es voluntad de poder, sino “estoy del lado de la vida.” De hecho, Visión no encaja bien en ninguna de las categorías del pensamiento nietzscheano.

A pesar de algunas resonancias nietzscheanas, en The Age of Ultron el tratamiento de temas evolutivos e ideológicos, de alguna forma está más cerca de la teoría del “Punto Omega”. Ese término, acuñado por el filósofo jesuita Pierre Teilhard de Chardin, en términos generales se refiere a un estado divino que la humanidad, la evolución y / o el cosmos están en proceso de desarrollar. Para Teilhard, el Punto Omega no se explica solamente como el resultado de la evolución del universo, sino que preexiste a este proceso y llevó el universo hacia él. Otros han utilizado el término para referirse a un estado divino, aún no alcanzado -el objetivo, por ejemplo, hacia el cual algunos transhumanistas creen que la biología y la tecnología están convergiendo.

Como compuesto divino de material biológico y tecnológico, Visión podría ser descrito como una concepción transhumanista de la divinidad -la siguiente etapa en la evolución, lo que hace la humanidad obsoleta. Visión mismo no lo ve de esa manera, sin embargo. La admiración de Visión hacia la humanidad es en parte lo que salva Age of Ultron del transhumanismo, así como del nietzscheanismo.

Incluso hay un sentido en el que la película es ambivalente cuando se refiere a todos sus superhombres. La mayoría de los Avengers, en un momento u otro, son llamados “monstruos”. El mismo Stark se refirió así a Hulk y él mismo. “¿Todavía crees que eres el único monstruo en el equipo?”, le preguntó Natasha Romanoff (Scarlett Johansson), o Viuda Negra, a Bruce Banner. Y no solo se refiere a su formación como Red Room o asesina de la KGB, sino también al monstruoso negocio que va de la mano: Las asesinas en el programa Red Room son esterilizadas quirúrgicamente para evitarles apegos emocionales de familia.

Incluso Steve Rogers (Chris Evans), también conocido como el Capitán América, pregunta con autocrítica ironía: “¿Qué clase de monstruos dejarían que un científico alemán experimente en ellos para proteger a su país?” En el proceso también se refiere a dos futuros Avengers, la Bruja Escarlata  y Quicksilver, que hicieron lo mismo.

Más tarde, previo a la lucha final, Steve resume: “Ultron piensa que somos monstruos y que somos lo que está mal en el mundo. Esto no se trata sólo de vencerlo. Se trata de si él tiene razón”. Para Steve (“hombre justo de Dios”, como lo llama Ultron), existe una norma moral hacia lo que esta cuestión se convierte, más allá de quién gana o pierde.

Ni siquiera Visión siente ajeno ese sentimiento. “Tal vez soy un monstruo”, reconoce. “Probablemente no sabría si lo fuera”.

Una clave en cómo trata ese tema la película, es un interludio en la aislada granja de Clint Barton (Jeremy Renner), conocido como Eyehawk, que tiene una esposa desconocida para todos los demás, Laura (Linda Cardellini), y que está embarazada de su tercer hijo.

Laura llama a los compañeros Avengers de Clint, “dioses”, pero irónicamente añade: “Son un desastre”. Estos “dioses” necesitan de su esposo, un hombre con los pies en la tierra. Lo que mantiene a Clint con los pies en la tierra, por supuesto, es precisamente lo que le fue robado a Natasha: la vida familiar y la procreación. (Por este estándar, incluso Steve puede ser un “monstruo”, después de todo, ya que considera la “estabilidad” y la “familia” como nociones que de alguna manera perdió en su largo sueño encerrado en el hielo). Age of Ultron celebra a los Avengers, pero valora aún más las vidas y relaciones humanas ordinarias.

Si hay que poner una etiqueta ideológica a Avengers: Age of Ultron, el término más adecuado es probablemente “humanista”. Whedon es un ateo y un humanista secular, aunque el humanismo secular cubre un amplio espectro de actitudes, más secular en un extremo y más humanista en el otro. La ficción de Whedon, al menos, tiende a enfatizar más lo humanista que lo secular, y esta película no es una excepción.


Enlaces recomendados:

The Avengers and Friedrich Nietzsche

Strong Messages in Avengers: Age of Ultron


Fuente:

The theology and philosophy of “Avengers: Age of Ultron”. Texto publicado en Crux.

Puntuación: 5 / Votos: 3

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