Encuestas en EE.UU. muestran indicios del “efecto Francisco”

8:00 p m| 11 nov 15 (NCR/BV).- Dos encuestas publicadas la semana pasada ofrecieron atisbos del ya famoso “efecto Francisco”, en este caso sobre el tema del cambio climático. Los resultados sugieren que el Papa, con su encíclica Laudato Si sobre el cuidado del medio ambiente bajo el brazo, ha impulsado en cierta medida a los norteamericanos hacia una mayor aceptación del calentamiento global como una realidad, que además justifica una importante preocupación.

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Uno de cada tres católicos y uno de cada seis norteamericanos, no necesariamente católicos, reconocieron una influencia papal sobre sus puntos de vista acerca del calentamiento global, de acuerdo con una encuesta realizada por el Programa de Yale, “Climate Change Communication”, y el “Center for Climate Change Communication” de la Universidad George Mason. De los que mencionaron una influencia, la mitad de los católicos y de los norteamericanos dijeron que ahora están más interesados en la cuestión del clima; sólo un 8% de cada segmento, dijo que les interesa menos como resultado del mensaje de Francisco.

Al mismo tiempo, dos tercios de los estadounidenses, la mitad de los católicos y aproximadamente tres cuartas partes tanto de evangélicos como de protestantes, afirmaron que Francisco no ha tenido ningún impacto en sus puntos de vista sobre el calentamiento global. Solo el 4% de católicos y uno de cada 20 estadounidenses dijeron que sus puntos de vista sobre el tema cambiaron durante el año pasado.

El informe comparó los resultados de dos encuestas diferentes a los mismos 900 encuestados, quienes primero resolvieron un sondeo entre febrero y marzo, antes de la publicación en junio de Laudato Si, y luego respondieron otro entre setiembre y octubre después de la visita papal a los Estados Unidos. Los investigadores llegaron a la conclusión que durante ese periodo los estadounidenses se volvieron “moderadamente más comprometidos” e interesados en el cambio climático, con el Papa y sus enseñanzas sobre el tema como un factor contribuyente.

Después de la encíclica y el viaje papal, los estadounidenses y los católicos que fueron encuestados expresaron una mayor conciencia de que el calentamiento global está ocurriendo: entre los estadounidenses, un aumento de 4% para un total de 66%; y entre los católicos, un salto de 10% para un total de 74%. El interés y preocupación también aumentó, con cada segmento del segundo sondeo llegando aproximadamente al 60%, con un incremento del 8% entre estadounidenses y un aumento de 11% entre católicos.

Una cifra que llama mucho la atención es la que corresponde al nivel de percatación de la encíclica. A nivel nacional, se elevó de 5% antes del lanzamiento a un 19% después de publicada; entre los católicos, esta cifra saltó 16 puntos hasta un 24%. Aproximadamente 1 de cada 10 estadounidenses y 2 de cada 10 católicos escucharon los puntos de vista de Francisco sobre el calentamiento global discutidos durante los servicios religiosos.

Otra cifra que destaca es sobre el impacto potencial del cambio climático sobre los ciudadanos más pobres del mundo y las futuras generaciones. La encuesta de setiembre indica un incremento de dos dígitos en términos de reconocer el daño potencial a: las personas en los países en desarrollo (un incremento del 15% para un total de 63% entre los estadounidenses, y un incremento del 17% para un total de 62% entre los católicos); los pobres del mundo (entre los estadounidenses un aumento del 12% hasta un total de 61%; los católicos, un incremento de 20% hasta un total de 62%) y las futuras generaciones (los estadounidenses, un aumento de 11% hasta un total de 50%; y entre los católicos, una subida de 13% hasta un total de 51%).

Esos hallazgos encajan en gran medida con los recientes resultados de las Encuestas Nacionales sobre Energía y Medio Ambiente, que informaron sobre los datos relativos a la influencia potencial de Francisco, extraído de su encuesta semestral, sobre el pensamiento de los norteamericanos acerca del cambio climático.

La encuesta, realizada en septiembre por la Universidad de Michigan y Muhlenberg College, informó que el 60% de los norteamericanos dijo que apoyaba el llamado a la acción de Francisco para encarar los desafíos del cambio climático, en comparación con un 21% en contra. Entre tres segmentos religiosos, los católicos lideran el apoyo al Papa respecto a su discurso sobre el clima (69%), seguido por los protestantes no evangélicos (66%); son más los cristianos evangélicos que apoyan al Papa en la acción climática (46%) que los que se oponen (33%).

Además, cada uno de esos segmentos respondió que la opinión que tienen de Francisco ha mejorado al considerar su postura respecto al problema del cambio climático: entre los católicos, un 36% respondió que la opinión que tienen sobre el Papa ha mejorado, frente a un 5% que dice que ha empeorado; entre los cristianos no evangélicos, es un 22% contra un 3%; y entre los cristianos evangélicos, un 18% contra un 10%. Entre todos los estadounidenses, cuatro veces más indicaron que su opinión mejoró respecto al Papa (27% contra 6%) debido a su postura sobre el clima.

“En todo caso, parece que la participación del Papa en este tema sólo ha servido para reforzar su propia base de apoyo público dentro de los Estados Unidos”, dijeron especialistas en un blog para el Instituto Brookings.

En Laudato Si, Francisco describe el cambio climático como “un problema mundial con graves consecuencias: ambientales, sociales, económicas, políticas y en la distribución de bienes. Representa uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad en nuestros días”.

Específicamente en la ciencia del clima, el Papa escribió:

“El clima es un bien común, de todos y para todos. A nivel global, es un sistema complejo relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana. Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. En las últimas décadas, este calentamiento ha estado acompañado del constante crecimiento del nivel del mar, y además es difícil no relacionarlo con el aumento de eventos meteorológicos extremos, más allá de que no pueda atribuirse una causa científicamente determinable a cada fenómeno particular. La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan.

Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana. Al concentrarse en la atmósfera, impiden que el calor producido por los rayos solares sobre la superficie de la tierra se disperse en el espacio. Esto se ve potenciado especialmente por el patrón de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles, que hace al corazón del sistema energético mundial. También ha incidido el aumento en la práctica del cambio de usos del suelo, principalmente la deforestación para agricultura”.

Mirando más de cerca el efecto de Laudato Si en el pensamiento sobre el calentamiento global, las Encuestas Nacionales sobre Energía y Medio Ambiente hallaron que el efecto Francisco ha tenido una leve incidencia, con 15% de los estadounidenses afirmando que la encíclica los ha convencido más que el calentamiento global está ocurriendo y hay necesidad de actuar, contra un 3% que afirmó sentirse menos convencido. Los católicos reportaron porcentajes idénticos.

Mientras que un 15% parece a primera vista un valor pequeño, Barry Rabe, uno de los investigadores del estudio, dijo que en este caso ayuda a explicar en parte un cambio en la percepción estadounidense sobre la ciencia del clima: Por primera vez desde el otoño del 2008, cuando se hizo la primera edición de la encuesta , 7 de cada 10 estadounidenses creen que hay sólida evidencia científica de calentamiento global.

“Aunque en la mayoría de casos no se debe a una reacción a la Encíclica, es una proporción inusualmente alta para responder a lo que cualquier persona puede decir sobre el cambio climático”, dijo Rabe.

Dijo que la cuestión de la ciencia del clima en la encuesta normalmente muestra una variación de 1 a 2 puntos porcentuales, lo que ha sido en gran parte el caso desde el otoño del 2011. En ese contexto, una relación de 5 a 1 de personas que reconocen un efecto de la encíclica en sus puntos de vista tiene un significado adicional. “Esa no es una respuesta trivial”, dijo Rabe.

Según la encuesta el Papa fue uno de los tres factores importantes que influyen en la opinión estadounidense sobre el clima, los otros dos son observaciones meteorológicas personales (ya sea en sus patios o por tendencias nacionales) y el creciente reconocimiento de las condiciones de sequía. Aún cuando otras figuras públicas han expresado su interés por la problemática del clima, como el ex vicepresidente Al Gore, ninguno ha tenido resultados en las encuestas que estén a la altura de lo conseguido por Francisco, según comentó Rabe.

La encuesta de setiembre del 2015 ha sido la primera en incluir una pregunta sobre el Papa, pero Rabe dijo que han considerado que sea una sección permanente de la batería de preguntas.

La encuesta de Michigan / Muhlenberg encuestó a 911 adultos y reportó un margen de error de +/- 3,5%. Ambos sondeos de la Universidad de Yale / George Mason reportaron un margen promedio de error de +/- 3%.


Documentos de las encuestas:

The Francis Effect: How Pope Francis changed the conversation about global warming

Acceptance of Global Warming Rising for Americans of all Religious Beliefs


Fuente:

National Catholic Reporter

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