Obispo Long: Voto sobre matrimonio homosexual en Australia, “oportunidad de escuchar al Espíritu”

2:00 p m| 27 set 17 (RD/BV).- Son días que en Australia se está definiendo, a través de un referéndum, la legalización del matrimonio homosexual, y el obispo de Parramatta (Sídney), Vincent Long, declaró que esta situación no es para contestar simplemente “sí” o “no”, más bien es una oportunidad “para escuchar lo que está diciendo el Espíritu a través de las señales de los tiempos”.

Y el obispo Long no es el único de los prelados australianos que piensa que un católico puede votar en conciencia por el matrimonio homosexual. El obispo de Maitland-Newscastle, Bill Wright, también sostiene que “hace más para la paz y armonía comunales que las parejas homosexuales tengan un lugar en las estructuras reconocidas, que lo hace que se las excluye”.

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A principios de este año, el relato estremecedor del obispo franciscano Long de haber sido agredido sexualmente por sacerdotes recién llegado a Australia de Vietnam en los años 80 se hizo portada de periódicos en todo el mundo. Y ahora, el prelado acaba de anunciar a sus fieles que “para muchos católicos, la cuestión del matrimonio homosexual no es simplemente teórica, sino también profundamente personal”.

Es el caso, por ejemplo, de católicos quienes sienten ellos mismos una atracción por personas de su mismo sexo, o que tienen familiares o amigos que la sienten. “En estos casos”, reconoce el obispo, “[estas personas] se hallan dividas entre su amor por la Iglesia y su amor por su hijo, nieto, hermano, primo, amigo o vecino atraído por el mismo sexo”.

Y es que es la compasión hacia estas personas el principio que tiene que primar en la Iglesia, según sostiene Long, sea cual sea el resultado del voto. “Como comunidad de discípulos”, ha reiterado el obispo, “buscamos acomodar, acompañar y cuidar los unos de los otros da igual la orientación sexual, el estado civil o cualquier otra situación que se tenga”.

Con lo que el voto sobre el matrimonio homosexual, ha continuado el prelado, debe ser ocasión para un “discernimiento comunal”, y no simplemente una cuestión de votar que “sí” o que “no”. El voto, ha dicho Long en esta línea, no sólo “debería ser una oportunidad para nosotros a atestiguar nuestro profundo compromiso con el ideal del matrimonio cristiano”, sino también “una oportunidad para escuchar lo que está diciendo el Espíritu a través de las señales de los tiempos”. Máxime cuando “durante una gran parte de nuestra historia nuestros hermanos y hermanas LGBTI no siempre han sido tratados con respecto, sensibilidad y compasión”, y eso sobre todo en la Iglesia. Lugar donde los LGBTIQ “no siempre se han sentido bienvenidos, aceptados y queridos”.

Y es con estos argumentos que el obispo de Parramatta insta a sus fieles a “orar, discernir y actuar con la sabiduría del Espíritu Santo” a la hora de rellenar sus papeletas. No simplemente a votar que “no” -la actitud impasible que han adoptado ante el voto el resto del episcopado australiano- sino a “ejercer la conciencia” en esta materia, de acuerdo a “la tradición de la Iglesia” y la plenitud de los “derechos democráticos”.

 

Obispo australiano califica de “anomalía” que no se reconozca legalmente a las parejas homosexuales

Wright arranca su tribuna en el portal mnnews.today reconociendo que el impulso para el reconocimiento del matrimonio homosexual “parece surgir del deseo de parejas homosexuales de tener una ceremonia reconocida de forma oficial que formalice su compromiso, y luego de otorgársela a su relación un reconocimiento legal y social”. Deseos que al obispo le parecen legítimos, dado que “en una sociedad donde las relaciones gay son legales y las parejas gay pueden adoptar y criar a niños, es una anomalía legal que su relación en sí misma no tenga un estatus legal claro”.

Si bien es cierto que, actualmente, la Iglesia no puede reconocer como un “matrimonio” sin más a una unión entre personas del mismo sexo, sí la puede reconocer como un “matrimonio de acuerdo con la ley australiana”, afirma Wright. De la misma forma y en las mismas condiciones en las que ya reconoce, de hecho, a todo un abanico de matrimonios de iure, como las segundas nupcias de personas divorciadas o los casamientos de personas sin intención de tener hijos. Matrimonios todos que la Iglesia sí reconoce como válidos, según el obispo de Maitland-Newcastle, “no porque cuadren con la doctrina de la Iglesia o un ideal moral”, sino en función de la ley del país, en cuanto “buena norma práctica para las personas viviendo en esta sociedad en este momento”.

Así es como llega el obispo Wright a la conclusión de que “semejante argumento del ‘bien comun’ puede hacerse que, en nuestra sociedad plural, hace más para la paz y armonía comunales que las parejas gay tengan un lugar en las estructuras reconocidas que lo hace que se las excluye”. Pero eso solo en términos de “la reconocimiento estatal del matrimonio gay como cuestión de ley”, ya que el prelado admite que “muchos de mis hermanos obispos, y mucha otra buena gente, están haciendo una pregunta diferente” sobre las uniones de personas del mismo sexo.

Quedan dudas por resolver, concluye el obispo de Maitland-Newcastle, sobre las “consecuencias sociales” de legalizar las nupcias homosexuales. Sus repercusiones en la cohesión social, por ejemplo, en la libertad religiosa de aquellos que no pueden en buena conciencia oficiar o participar de ninguna otra forma en una boda gay, o en el derecho de las iglesias y escuela de seguir enseñando “la visión cristiana tradicional del matrimonio”. Pero lo importante, urge Wright, es que los fieles “piensen y hablen mucho sobre ello” y que “recen”. “Miren más allá de los eslóganes y anécdotas”, implora el prelado, “y voten por lo que crean será mejor para nuestra comunidad australiana, ahora y para las generaciones futuras”.

 

Apoyo a matrimonios homosexuales es mayoritario en Australia

La ciudadanía australiana respalda en un 57% la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, según un sondeo de la firma Newspoll publicado hoy por diario The Australian. El apoyo a la campaña del ‘no’ obtuvo un 34% de respaldo popular, mientras que un 9% se declaró indeciso u optó por no revelar su posición en el sondeo.

Las papeletas con la pregunta: ¿Debe cambiarse la ley para permitirse que se casen las parejas del mismo sexo? comenzaron a repartirse el 12 de septiembre y solo el 15% de los electores las devolvieron, mientras que el 67% aceptó participar en la consulta.

Alrededor de 16 millones de personas enviarán sus opiniones hasta el 7 de noviembre próximo, cuyos resultados no vinculantes serán anunciados el día 15 del propio mes. De ser aprobada la propuesta, se espera sea legislada antes del 7 de diciembre, fecha en que concluirá el periodo de sesiones del parlamento.

 

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Fuentes:

Religión Digital / El Telégrafo

Puntuación: 5 / Votos: 2

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