Benedicto XVI: La fe cristiana encuentra su identidad en la apertura a la razón
Benedicto XVI: Así es. Vosotros sabéis que yo insisto mucho en la relación entre fe y razón, en que la fe, y la fe cristiana, sólo encuentra su identidad en la apertura a la razón, y que la razón se realiza si trasciende hacia la fe. Pero del mismo modo es importante la relación entre fe y arte, porque la verdad, fin y vida de la razón, se expresa en la belleza y se autorrealiza en la belleza, se encuentra como verdad. Y donde está la verdad debe nacer la belleza. Donde el ser humano se realiza de modo correcto se expresa en la belleza. La relación entre verdad y belleza es inseparable y por eso tenemos necesidad de la belleza. En la Iglesia, desde el comienzo, incluso en la gran modestia y pobreza del tiempo de las persecuciones, la expresión de la salvación de Dios ha tenido lugar en las imágenes del mundo, en el arte, la pintura, en el canto, y luego también en la arquitectura. Todo esto es constitutivo para la Iglesia y sigue siendo constitutivo para siempre. De este modo, la Iglesia era madre de las artes por siglos y siglos. El gran tesoro del arte, música, arquitectura, pintura, ha nacido de la fe en la Iglesia. Actualmente hay un cierto disenso, pero esto daña tanto al arte como a la fe: el arte que perdiera la raíz de la trascendencia ya no se dirigiría hacia Dios, sería un arte escindido, perdería su raíz viva; y una fe que dejara el arte en el pasado, ya no sería fe en el presente. Hoy se debe expresar de nuevo como verdad, que está siempre presente. Por eso, el diálogo o el encuentro entre arte y fe está inscrito en la más profunda esencia de la fe. Debemos hacer todo lo posible para que también hoy la fe se exprese en arte auténtico, como Gaudí, en la continuidad y en la novedad, y para que el arte no pierda el contacto con la fe.
Imagen: (Getty) Benedicto XVI rumbo a Santiago de Compostela respondiendo en el avión a los periodistas.