En dos meses Ignacio pasó de entrar a la piscina agarrándose del borde a lanzarse un panzazo sin temor alguno, de flotar a nadar de espaldas. Y todo eso sin amor.
Y no es un drama.
En dos meses Ignacio pasó de entrar a la piscina agarrándose del borde a lanzarse un panzazo sin temor alguno, de flotar a nadar de espaldas. Y todo eso sin amor.
Y no es un drama.
Con estas tres citas empiezo mi tesis.
“Si deseamos seguir siendo psicoanalistas –o reflexionar psicoanalíticamente-, debemos, como nos decía Bela Grunberger, resignarnos a vivir a la sombra de Freud, pero, eso sí, con el compromiso de recrear el psicoanálisis todos los días y continuar explorando las sendas vírgenes aún no exploradas, las que Freud preanunció, pero no pudo recorrer”Alfredo Painceira en Clínica psicoanalítica a partir de la obra de D. Winnicott (1997)
“(la educación) es el punto en el cual decidimos si amamos al mundo lo suficiente como para asumir una responsabilidad por él, y de esa manera salvarlo de la ruina inevitable que sobrevendría si no apareciera lo nuevo, lo joven. Y la educación también es donde decidimos si amamos a nuestros niños lo suficiente como para no expulsarlos de nuestro mundo y dejarlos librados a sus propios recursos, ni robarles de las manos la posibilidad de llevar a cabo algo nuevo, algo que nosotros no previmos; si los amamos lo suficiente para prepararlos por adelantado para la tarea de renovar un mundo común” Hannah Arendt en La crisis de la educación (1996)
“(…) ¿Por qué la educación tiene que consistir en sudor y lágrimas? ¿No somos testigos del desastre de esa educación, no vemos a nuestro alrededor adultos y viejos educados así y el mundo inmoral y perverso que han construido? ¿Puede alguien todavía creer que la letra con sangre entra? ¿No sabemos ya que debemos renovar la educación moral y devolverla al mundo de la vida?”Constanino Carvallo en Diario educar. Tribulaciones de un maestro desarmado (2005)
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Hace varias semanas me invitaron a que colabore con un programa de formación de voluntarios desde mi experiencia de trabajo con grupos. Acepté por varios motivos. Uno de ellos, porque encuentro que el espacio grupal si es bien llevado ofrece enormes posibilidades de sacar lo mejor de cada uno de sus integrantes en pos de la tarea además de permitir establecer vínculos sólidos y duraderos. Quienes vivenciaron un exitoso grupo de tarea se acercan a otros espacios grupales con una perspectiva diferente.
Hace unos días tuve que llamar la atención de una alumna del colegio donde trabajo porque me pareció que estaba infringiendo una norma algo estricta pero norma al fin y al cabo. Le pasé la voz con la mayor amabilidad que pude y le pedí que dejara de hacer lo que estaba haciendo. Grande fue mi sorpresa cuando esta alumna me respondió, con bastante molestia, que no entendía el porqué de mi llamada de atención ya que para ella no había infracción alguna. Peor aún, su molestia la llevó a dejarme parado con la palabra en la boca. Ni siquiera me dio la oportunidad para decirle que a pesar de que entendía su malestar había una norma que cumplir ni tampoco se permitió escuchar que su molestia no era frente a mí sino frente a la norma.
Resultados en dos semanas, quizá más
(dos criminales y su impacto en nuestro psique)
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