La fidelidad en Política que a veces nos resulta inexplicable, pese a los errores del candidato, convertido en Gobernante, es un proceso complicado y casi hipnótico, el votante muchas veces lo re-elige solo por esta fidelidad
Gianna
** LA GRATITUD POLÍTICA MUEVE MONTAÑAS **
Dr. Daniel Eskibel
Hay una situación a la que tarde o temprano te enfrentas en
política.
Una situación clásica.
Casi un modelo.
Tu adversario político lleva años gobernando.
El candidato o el partido, no importa. Pero hay años de gobierno
detrás de él.
Esto tiene ventajas y desventajas, claro.
Pero hay un aspecto crucial: la gratitud del votante.
No me refiero a si tu adversario ha gobernado bien o mal. Me
refiero a lo que ocurre en el cerebro de los votantes. Porque
muchas veces ocurre que sienten agradecimiento o gratitud por lo
realizado.
Por las obras concretadas (más allá de su cantidad y de su calidad).
Por los servicios brindados.
Hasta por las ilusiones ofrecidas…
Y a veces por los beneficios personales logrados.
Entonces muchos de esos votantes agradecidos deciden votar a ese
candidato por el que sienten gratitud.
A veces lo racionalizan y lo explican. Pero otras veces lo hacen
simplemente, como si se activara un click automático.
Gratitud.
¡Click!
Voto.
La gratitud mueve montañas.
Esto es así porque el cerebro humano percibe que alguien le da algo
valioso e inmediatamente se siente en deuda con aquella persona que
se lo dio. Y entonces busca la manera de retribuirle el gesto.
Aún cuando lo que brinda puede llegar a ser mucho más valioso aún
que lo recibido.
Entonces: tu adversario es el candidato del gobierno.
Mucha gente seguramente siente que ha recibido mucho de ese
gobierno y por lo tanto su cerebro hace un click casi automático y
se ubica en posición de deudor, sintiéndose obligado a darle algo a
esos políticos, quizás darle lo que más valoran: el voto.
El problema es cómo hace tu candidato para irrumpir con fuerza en
este escenario.
Algunas ideas:
1. Un detalle importante sería que la gente percibiera que a él
también se le debe algo. No algo hecho desde un cargo político,
sino de pronto desde la sociedad. Insistir en lo que le ha brindado
a su sociedad a lo largo de los años. Como profesional, como
docente, como empresario, como trabajador, como dirigente social o
deportivo o cultural o lo que sea. Pero encontrar ese algo que el
candidato le ha brindado a la gente y comenzar a resaltarlo.
2. Puede ser una buena idea utilizar testimonios de personas
conocidas que, en mensajes de radio o televisión, explican lo que
el candidato le ha brindado a la gente.
3. Otro paso podría ser “brindarle” al electorado nuevas ideas,
proyectos, iniciativas y ofrecerle renovación política para
hacerlas realidad. Hay que hacer hincapié en unos pocos problemas
que sean realmente sentidos por todos y que estén sin solución
desde hace años. Y explicar en detalle cómo se los va a solucionar.
4. En la recta final de la campaña yo insistiría en algo que la
gente ya le dio al otro y que ahora tu candidato pide para él: una
oportunidad. Si otros gobernaron y algunos problemas siguen estando
allí a la vista de todos, pues hay que pedir una oportunidad para
tu candidato. Simplemente una oportunidad.
5. Por otra parte la campaña debería tener un elemento central:
identificarse con el ciudadano agradecido por lo bueno realizado
pero marcar que hay cosas fundamentales que tu candidato hará mucho
mejor.
Este último punto es especialmente importante desde el punto de
vista psicológico porque ofrece al elector un modelo de respuesta,
un modelo que no paga la gratitud con votos sino simplemente con
agradecimiento.
De esta manera le estás diciendo al votante agradecido hacia el
gobierno que hay otras formas de expresar ese agradecimiento. Y que
además de la gratitud hay otras consideraciones que hacer a la hora
de elegir gobernante