Quiero disculparme pero un problema de salud me alejo de Uds.amen de mucho trabajo,aqui una entrega del Dr. Daniel Eskibel que nos hara reflexionar,epecialmente a los que trabajanmos el tema electoral,se ha expresado en tono general,pero el alcalde congresista o presidente en ciernes debe tener notoriedad
Gianna
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NADIE VOTA AL HOMBRE INVISIBLE
¿Votarías como Alcalde al hombre invisible? Supongo que no…
¿Por qué? Porque no ves su cara, sus ojos, sus expresiones, sus
gestos. Porque no ves sus movimientos, sus acciones. Porque no
sabes quién es ni cuales son sus antecedentes ni sus logros en la
vida. Porque al no conocerlo no sabes si es apto para el cargo, si
podrá ejercerlo, si va a resolver o no algunos de los problemas que
te preocupan.
Y porque, además, tu cerebro está ocupado por los candidatos
visibles y no hay lugar para nadie más. Menos para un desconocido
total.
No. Nadie vota al hombre invisible.
Por eso el primer mandamiento de un candidato que quiera ganar es
simplemente dejar de ser invisible. Hacerse conocer. Más aún, más
allá de querer ganar: para existir como candidato real es necesario
lograr notoriedad.
La notoriedad es condición necesaria para un candidato, no
suficiente pero sí imprescindible. Quien la tiene, avanza. Quien no
la tiene, debe construírla.
¿Cómo hacerse conocer en una ciudad?
Voy a dar una respuesta muy simple y muy precisa: por un tema. Solo
asociando su nombre a un tema puede un desconocido dejar de serlo y
pasar a integrar la lista de políticos locales.
Hay 2 caminos equivocados pero muy frecuentes:
1) Cero tema. El desconocido anuncia y publicita su candidatura sin
que nadie en la ciudad lo asocie con ninguna temática en especial.
Los votantes posiblemente vean su nombre por todas partes, pero
difícilmente pase de ser un signo de interrogación en el cerebro
del público.
2) Todo tema. El desconocido se comporta como un todoterreno: habla
de todos los temas. Nada le es ajeno. Bombardea hoy con los
derechos humanos, mañana con las obras públicas, pasado con la
economía, luego con asuntos internacionales y así sigue sumando.
Los votantes no van a poder nunca terminar de captarlo, y su
candidatura será más bien un jeroglífico en el cerebro del público.
Ni cero tema ni todo tema. UN tema (1, one). Uno solo. Planteado
desde distintos ángulos, sí. Analizando sus diferentes matices,
también. Pero uno.
El votante asocia un nombre con un tema. De ese modo, simple y
previsible, fija en su cerebro el nombre del candidato y su perfil
diferencial.
Si vas a ser candidato a Alcalde y no te conocen en tu ciudad,
elige un buen tema e identifícate con él. Y durante un buen tiempo
no te apartes de ese tema, no tengas miedo de ser reiterativo. Las
cosas llevan su tiempo, no lo olvides.
¿Cualquier tema? No. Muchos temas están ocupados por otros, que ya
se han identificado antes con ellos. En ese terreno más vale no
ingresar.
Debe ser un tema libre, no ocupado por nadie. Debe ser relevante
para un sector del electorado. Y debe ser compatible con tus
características, tus conocimientos y tu perfil.
Allí está el comienzo, el cimiento, la piedra fundacional de
cualquier candidatura. No es posible saltearla.
Un dato final: donde dice Alcalde puede leerse también Gobernador,
Legislador o Presidente. Leer más