Daniel Estibel ,mi autor favorito , es el mejor especialista en temas de sicologia politica de habla hispana,aqui les transcribo un articulo que me remitiera ayer a mi correo personal,disfrutenlo
Gianna
Una esponja absorbe el agua.
Más agua le volcamos encima, y sigue absorbiendo agua.
¿Hasta cuándo? ¿Tiene algún límite o continúa hasta el infinito absorbiendo agua?
Tiene límite, sí. Y hay un punto más allá del cual ya no puede seguir incorporando agua.
Entonces será en vano que sigamos intentándolo.
Su capacidad ya está superada.
Lo mismo sucede con el cerebro humano.
Absorbe información. Mucha información.
Pero llega a un límite en el que se desborda y ya no puede seguir absorbiendo.
Se satura y se bloquea.
Y por más información que intentemos agregarle, ya no quiere más. No acepta más. Levanta un muro cognitivo que impide el ingreso de nuevos datos.
El cerebro humano está en un estado muy parecido durante algunas campañas electorales.
Se niega a recibir más datos.
Se bloquea.
El cerebro está sometido a un enorme bombardeo informativo.
No solo durante la campaña electoral. Toda su vida.
Pensemos en un día cualquiera, fuera de campaña.
Radio, televisión, carteles en la calle, periódicos, altavoces, páginas web, correos electronicos, contactos personales, llamadas telefónicas, mensajes de texto, blogs, twitter, revistas, folletos, volantes…
Datos, datos, datos, datos…
Verdaderos y falsos, confiables y no tanto…Datos, opiniones, noticias, rumores.
Miles y miles de informaciones ingresan cada día al cerebro.
Muchas más aún en plena campaña electoral.
Bombardeado, sobreexigido y cansado, el cerebro del votante se defiende apelando a estrategias rápidas y fáciles para tomar decisiones.
No más información. No más datos complejos. Velocidad y simplicidad.
En tales condiciones, muchas campañas electorales no van a lograr llegarle. Su complejidad en materia de datos y de argumentación no logrará pasar el filtro mental. El mensaje no será admitido. Se quedará afuera. Irremediablemente afuera.
Estar afuera del cerebro del votante es perder.
Así nomás.
Para ganar votos hay que entrar al cerebro.
Para entrar hay que ser simple.
En los datos.
En los argumentos.
En los ejemplos.
En las posiciones políticas.
En los mensajes.
Simple. Fácil. Directo. Accesible.
Es la única manera de levantar la barrera cerebral.
Una esponja desbordada solo podrá absorber gotitas.
No un torrente de agua.
¿Quieres un consejo para tu campaña electoral?
¿Uno solo?
Que sea simple.
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