Todos queremos ser lideres ,pero resulta interesante saber cómo utilizar el estilo correcto en cada situación
gianna
Desde Julio César hasta Gandhi, hay tantos estilos de liderazgo como líderes. Afortunadamente, algunos empresarios y psicólogos han clasificado los principales. Esto puede ayudar al aspirante a tener su propio estilo.
Tanto si diriges un equipo de trabajo, reclutas gente para un equipo deportivo o lideras una gran empresa, tu estilo de liderazgo es crucial. Consciente, o inconscientemente, utilizarás algún tipo de liderazgo en concreto. Comprendiendo tu estilo, puedes convertirte en un líder más flexible y mejor.
Con este artículo harás tuyos10 de los tipos de liderazgo más frecuentes, algunos buenos,…otros menos buenos.
(Hay que puntualizar, que son solo maneras de nombrar el liderazgo. Hay varios nombres mas para cada estilo. Pero se ha tratado de condensarlos en 10 tipos. Es posible que reconozcas otros tipos de mando con otros nombres en los estilos que se describen.)
• 1. Liderazgo de Laissez-Faire.
• 2. Liderazgo del Carisma.
• 3. Liderazgo Transaccional.
• 4. Liderazgo Autocrático.
• 5. Liderazgo de Orientado a las Tareas (o Práctico).
• 6. Liderazgo Orientado a las Personas (o de relaciones)
• 7. Liderazgo Burocrático
• 8. Liderazgo Participativo (o Democrático).
• 9. Liderazgo del Servidor.
• 10. Liderazgo Transformacional.
1. El liderazgo Laissez-Faire
Esta expresión francesa significa “dejar hacer” y se utiliza para describir a un líder que deja a sus colegas a continuar con su trabajo. Puede ser eficaz si el líder comunica con regularidad a su equipo los logros nuevos. Es para equipos con miembros muy experimentados y cualificados. Una manera muy efectiva de lograr metas si se dispone de un equipo experimentado.
Lamentablemente, también puede referirse a situaciones en las que los líderes no ejercen un control suficiente. Al no controlar a su equipo, dicen que “dejan hacer”.
2. Liderazgo del Carisma
Un estilo de liderazgo carismático puede ser similar a un estilo de liderazgo transformacional, en el que el líder inyecta grandes dosis de entusiasmo a su equipo. El tipo muy enérgico que impulsa a los demás hacia adelante.
Pero peligrosamente, a los ojos de sus seguidores, el éxito solo está vinculado a la presencia del líder carismático. Un líder carismático vigilará de no endiosarse y creer más en sí mismo que en su equipo. Un exceso de confianza puede colapsar un proyecto, o incluso a toda una organización. Como tal, el líder carismático tiene una gran responsabilidad, la de no aislarse y tener a alguien de confianza que le recuerde que es humano.
3. Liderazgo Transaccional
Comienza con la premisa de que los miembros del equipo están de acuerdo en obedecer a su líder absolutamente cuando aceptan un empleo. Como su nombre lo indica: es una transacción: “Yo pago, tú obedeces.” La organización paga a los miembros del equipo a cambio de su esfuerzo. Como tal, el líder tiene el derecho a “castigar” a los miembros del equipo si no cumplen con los requisitos estándar predeterminados. Si las normas se cumplen: bien, sino: palo.
Con este liderazgo, los miembros del equipo no pueden hacer mucho para mejorar su satisfacción en el trabajo. El líder podría dar al equipo el control de sus ingresos/recompensas con incentivos que alienten aún más las elevadas normas o una mayor productividad. Es para trabajos que no requieren pensar. La base de las primeras organizaciones que surgieron para construir grandes obras en la Antigüedad.
El liderazgo transaccional es más una forma de gestión que un estilo de liderazgo, ya que se centra en tareas a corto plazo. Tiene serias limitaciones para el trabajo creativo, pero sigue siendo un estilo común en muchas organizaciones de hoy.
4. Liderazgo Autocrático
El liderazgo autocrático es una forma extrema de liderazgo transaccional, dónde el líder ejerce altos niveles de poder sobre sus empleados. Los miembros del equipo tienen pocas oportunidades para hacer sugerencias, por muy interesante que estas sean para la organización.
No es la mejor manera de tener contenta a la gente. El liderazgo autocrático conduce a altos niveles de absentismo y rotación del personal. No beneficia a la creatividad ni al espíritu de equipo, por lo que muchos de los beneficios del trabajo en grupo se pierden.
(Excepción: Para algunos empleos rutinarios que no requieran cualidades especiales, puede ser un estilo eficaz, ojo, donde las ventajas de control son mayores que los inconvenientes.)
5. Liderazgo orientado a las Tareas (o Práctico)
Un líder obsesionado con que solo el trabajo esté bien hecho, puede hundirse en la autocracia. Define los roles necesarios, pone en marcha estructuras, planifica, organiza y controla. Sin embargo, desatiende el bienestar de sus equipos, la motivación decae y el proyecto avanza a paso de tortuga. Surgen dificultades de motivación y retención de personal.
Los líderes, orientados a las tareas pueden verse beneficiados con la comprensión de la Blake-Mouton Managerial Grid, dónde se les puede ayudar a identificar como mejorar la participación de las personas.
6. Liderazgo Orientado a la Personas (o de relaciones)
Es el contrario al liderazgo orientado a las tareas: el líder está totalmente centrado en la organización, apoyando a las personas en el equipo. Un estilo participativo, busca un buen trabajo de equipo y la colaboración creativa. Sin embargo, llevado a extremos, puede llevar al fracaso. La gente se puede acomodar cuando ve que todo son premios y facilidades. No ven el peligro por ningún lado y se confían.
En la práctica, la mayoría de los dirigentes usan tanto el liderazgo Orientado a Tareas como el de liderazgo Orientado a las Personas. Algo tan viejo como el palo y la zanahoria.
7. Liderazgo Burocrático
Los líderes burocráticos trabajan siguiendo las reglas “de manual”, asegurando que su personal siga “exactamente” los procedimientos. Este es un estilo muy adecuado para los trabajos que impliquen graves riesgos para la seguridad (trabajo con maquinaria, con sustancias tóxicas o en altura) o en los que se involucren grandes sumas de dinero (manejo de efectivo).
En otros casos, la rigidez y los altos niveles de control, desmoralizan al personal, y disminuyen la capacidad para reaccionar ante circunstancias externas.
8. El liderazgo Participativo (o Democrático)
Aunque un líder democrático tomará la decisión final, éste invita a otros miembros del equipo para contribuir a la toma de decisiones. Contribuir a que tus empleados participen en “lo que está pasando”, no sólo aumenta su satisfacción, si no que también les ayudará a desarrollar habilidades que ellos mismos creían que no tenían. Sentirán que controlan su propio destino y estarán motivados para trabajar duro por algo más que una recompensa financiera.
Pero la participación lleva tiempo, este estilo puede llevar a que las cosas se ralenticen, (cosa que no ocurriría en un entorno autocrático), aunque el resultado final es mejor. Es perfecto para trabajos dónde el equipo es esencial. Donde la calidad a largo plazo sea más importante que la velocidad de adaptación a un capricho del mercado.
9. El liderazgo del Servidor
Este término, acuñado por Robert Greenleaf en la década de los 70, describe a un líder que oficialmente no es reconocido como tal. Cuando alguien, en cualquier nivel, lidera por el simple hecho de ser respetado (y hasta reverenciado) por sus compañeros, se le describe como a un “Líder Servidor”. Es ese empleado escondido sin ambiciones de ascender, que cumple a la perfección su trabajo y posee una experiencia en los trabajos de minería, que le hace conocer todos los detalles de la organización. Se arremanga cuando otros no quieren y estos sacrificios le han hecho aprender mas que nadie.
En muchos sentidos, es una forma de liderazgo democrático, ya que todo el equipo tiende a involucrarse en la toma de decisiones. El líder no es un jefe, sino un igual.
Los partidarios de este estilo dicen que es el camino a seguir en un mundo dónde los valores son cada vez más importantes, en la que los líderes alcanzan el poder desde la base.
Sin embargo, en situaciones altamente competitivas, las personas que practican el liderazgo del servidor se pueden ver apartados por los líderes con otros estilos más agresivos.
10. Liderazgo Transformacional
La persona con este estilo de liderazgo es un verdadero líder que inspira a su equipo. Los líderes transformacionales tienen una amplia visión. Invierten mucho tiempo en la comunicación. No dirigen necesariamente desde el frente, ya que tienden a delegar la responsabilidad entre sus equipos. Su entusiasmo es contagioso, pero necesitan el apoyo otros para los detalles.
En muchas organizaciones se necesitan tanto el Liderazgo Transaccional como el Liderazgo Transformacional. Los líderes Transaccionales (o gerentes) se asegurarán de que el trabajo rutinario se hace fielmente, mientras que los líderes transformacionales buscarán las iniciativas que agreguen valor.
Como todo, siempre es recomendable que se cambien los estilos según de la situación.
Utilizando el estilo adecuado – El Liderazgo situacional
Si bien el liderazgo Transformacional tiene un enfoque o muy eficaz, no hay una forma “correcta” para adaptarse a todas las situaciones. Para elegir tu método más eficaz, debes considerar:
• La experiencia de los miembros de tu equipo.
• El tipo de trabajo ¿Rutinario, nuevo o creativo?
• El ambiente de la organización ?estable o con cambio radicales, conservativo o aventurero?
• Tu propio estilo
Un buen líder es instintivo. Ve cuándo tiene que cambiar según los proyectos y la gente con la que tiene que trabajar. Mas firmeza aquí o mas dejar hacer allá. Esto es a lo que se entiende por “Liderazgo Situacional”.
El director de una pequeña fábrica de moldes utiliza con los operarios de las máquinas un estilo burocrático para garantizar los procedimientos operativos y cumplir con las normas de calidad y seguridad en el trabajo. El mismo director puede adoptar un liderazgo más participativo cuando busca junto a sus supervisores mejoras de calidad en la producción. Ha sabido encauzar a los trabajadores con menos rendimiento a trabajos mas repetitivos, pero ha promocionado a los de mayor capacidad a puestos de responsabilidad. Cuando había que dar el puñetazo en la mesa y ponerse orejeras para tirar hacia delante lo hizo, pero también se dejo asesorar para cambiar algunas decisiones que no les llevaban por el buen camino