El Gobierno mexicano fija el salario mínimo en cuatro dólares diarios
México es el país de la OCDE con el menor sueldo establecido por ley. La medida afecta solo a un 3% de los empleados formales
Por primera vez en 98 años, el salario mínimo que cobran los trabajadores formales en México será único. La Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) del país fijó el sueldo en 70,10 pesos diarios (que al tipo de cambio actual son cuatro dólares). Antes de la medida, el salario mínimo en México estaba repartido en dos áreas, la homologación prevé un aumento de solo dos pesos diarios (unos diez céntimos de dólar).
Aun así, México es el país de la OCDE con el menor salario mínimo, por detrás de Chile y Turquía, y la medida solo afectará a unos 751.000 trabajadores, apenas un 3% de la fuerza laboral en México que trabaja en el sector formal. La medida, según el ministro de Trabajo mexicano Alfonso Navarrete, busca atajar la pérdida de poder adquisitivo de los mexicanos.
A eso hay que sumar el dato que México es el país de América Latina con el mayor índice de informalidad. Un estudio de la American Chamber (Amchan) citado por Forbes indica que al menos el 50% de los mexicanos en edad de trabajar mantienen al menos una actividad en negro: sin contar con las prestaciones mínimas de la ley ni pagar los impuestos.
Esta situación alienta la anémica recaudación fiscal mexicana: el pago de impuestos de trabajadores representa solo el 18% del Producto Interior Bruto del país, muy por debajo del 33% que promedian los países de la OCDE. Los porqués de la baja recaudación responden a uno de los problemas endémicos de la sociedad mexicana: la corrupción. El 65% de los ciudadanos que declaran impuestos reconocen que han pagado a un funcionario un soborno para que “agilice” los trámites en su pago.
El panorama de la corrupción en México contradice su imagen de economía moderna y pujante. El país se sitúa en el sitio 103 del índice de Percepción de la Corrupción —88 escaños por detrás de Chile y 34 de Brasil, las otras dos mayores economías de América Latina— y es también el más corrupto de los 34 países que forman la OCDE. A esto se añade el abrumador índice de impunidad del país: un 98% de los delitos cometidos en México quedan sin castigo, según ha alertado la Comisión Nacional de Derechos Humanos.