Se que muchos odian el actual sistema de transporte impuesto por la Municipalidad Metropolitana de Lima y sus, hasta el momento, enigmáticas rutas y paraderos. Considero que echar a andar al caballazo esta obra pública ha sido uno de los errores mas grandes de esta gestión municipal. El famoso factor ensayo-error se ha ensañado al máximo con los principales “beneficiarios” de este sistema: los ciudadanos.
Si bien el servicio de buses regular podría ser catalogado como una reverenda porquería, no sucede lo mismo con el servicio Expreso que, con tiempo, espíritu aventurero y mucha suerte tomé hoy y me dejó en la puerta de mi trabajo en un tiempo record nunca antes experimentado en mi paso por la ex avenida Leguía.
Además del corto tiempo, estoy feliz porque el traslado desde el paradero de mi casa hasta el centro de labores me costó solamente S/. 0.50 céntimos. Sí, solo pagué el importe de la combi que me dejó en la Av. Arequipa y nada más. El servicio del corredor azul que cruza 4 distritos fue totalmente gratuito. Por ello, siento que debo celebrar, aunque sea momentáneamente, la gratuidad del corredor azul porque indican que el proximo mes costará dos nuevos soles.
Como quiero que este post aporte algo, me gustaría recomendar a los responsables de este sistema de transporte que coloquen barandas en cada paradero para así evitar a los colados, asimismo, deberían colocar esas barandas separadamente, de acuerdo a la ruta a tomar: Unas para las unidades Regulares (que paran en los cuchucientosmil paraderos de la Av. Arequipa) y la otra para el servicio Expreso. Considero que es una pérdida de tiempo enterarse que hay que pasar al final de la fila del costado luego de estar esperando en la equivocada, y todo porque los pusilánimes y confundidos que visten chaleco de la municipalidad ignoran las rutas o no saben administrar al público usuario ordenándolo filas y de acuerdo a las rutas.
Quisera añadir como detalle que el servicio Expreso en la noche es diferente al de la mañana: En la mañana es una bendición, pero en la noche (6 – 7 p.m.) es un dolor de cabeza y parece que nada hubiera cambiado y que se sigue viajando en una combi lenta a la mitad de una saturada y tugurizada avenida Arequipa. Ni el Expreso se salva de esto.
Asimismo, y a modo de observación, quisiera añadir que muchos limeños (casi todos los que vi estos días en los paraderos) se caracterizan por ser maleducados, pensar que tienen derecho a todo y que salen a la calle con la mejor educación de casa demostrando totalmente lo contrario cuando abren la boca para vociferar sus frustraciones. El limeño es el primero en criticar sin tomar acción para cambiar las cosas, es el primero en reclamar cuando el servicio es gratuito e indignarse por nada. Son como pequeños reyezuelos decimonónicos presas de una personalidad narcisista, esquizofrénica y maniaca . Me deprime ver como les aflora esa típica “valentía” reprimida y pusilánime comparable al ladrido de un perro pequinés frente a un pitbull. En conclusión, los limeños son unos pésimos histriónicos y grandes perdedores al momento de reclamar lo que no se merecen. Y hasta aquí con mi perspectiva del limeño de cono, el clasemediero y hasta el de “rancia alcurnia” que, por “culpa” de la reforma agraria de Velasco, el primer gobierno de Alan García o las reformas de Fujimori, dice que ahora usa transporte público y que otro tiempo pasado (posiblemente en la hacienda perdida de la familia) fue mejor.
Por último, quisiera dejar claro que Susana Villarán no es de mi simpatía desde que dejó parada la obra del túnel de Santa Rosa que se supone uniría San Juan de Lurigancho con el Rímac en 20 minutos. Entonces, si bien la hice linda hoy en el trabajo con su obra, ello no es razón suficiente para que vote por ella en las próximas elecciones municipales ya que, como buen limeño, me hago de rogar pues.
arturodiazf
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